Él me sanó

★ Testimonios ★

★★★★★  Tiara en Escocia

Esta vez le dije honestamente que no quiero irme, de mis motivos y temores, PERO si es Su voluntad, así lo haré y le pediré que cambie mis deseos y voluntad según los Suyos y que me libere del temor que ha sido un gran bloqueo. Tenía mucho miedo de quedarme aislada allí como antes, porque no tengo familia y solo mantengo el contacto con una amiga y me empezarán a pasar cosas malas, como en el pasado. El Señor me quitó el miedo, me dio la creencia de que provenía de Él y me ayudó a cambiar mi perspectiva: recordar buenos recuerdos (por primera vez en varios años pude ver mis fotos de Escocia sin dolor en el corazón y pensamientos - emociones negativos), pensando en lo que me puede entusiasmar (como ir con mi Esposo y una nueva aventura con Él). Lo último que me mostró fue que Alan no me había prohibido ir allí, dijo que no quería que fuera por él. Antes esa era mi única razón, ahora mis ojos se abrieron y me di cuenta de que no estoy haciendo esto por él sino por mi verdadero Esposo, quien por alguna razón quiere que yo esté allí. Alan me preguntó esta vez, cuando se enteró que yo quería irme, si lo hacía por él, a lo que tenía preparada la respuesta que no, que se quede tranquilo y siga viviendo su vida, no me meteré en su camino. Se acabó el tema y a él no le importó e incluso empezó a ayudarme a encontrar piso después, emocionándose y animándome a quedarme en el Reino Unido. Al mismo tiempo, cuando no sabía nada de mi partida, dijo (el día de nuestro aniversario) que quería divorciarse de mí. Luego, cuando supo que definitivamente iba a Escocia, dijo que iría a ver a un notario para arreglar los papeles del divorcio, pero que si sería mejor para mí posponer el divorcio, obteniendo la ciudadanía que estaba solicitando - entonces lo arreglaría más tarde. Le dejé esta decisión a él, diciendo que confío en que tomará la mejor decisión y le dejaré elegir lo que más le convenga. No sé si el divorcio está en proceso, o si vengo, pronto nos divorciaremos. Todo esto no tiene sentido y puede que me asuste, pero no siento miedo, dolor, tristeza ni ira. Tengo paz, alegría y soy amada por mi Esposo Celestial, al cual veo en cada paso. Confío en que Él tiene el control y un buen plan para mí, que usará todo lo que esté sucediendo para mi bien y para Su gloria. Espero con ansias la próxima aventura que tendré con Él, independientemente de mi estatus. Creo en Sus promesas, no en lo que veo con mis ojos y mis circunstancias.

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