Sacando el Mayor Provecho de
Sus Pasos
¡Limpie su “Sucia Casa” en Minutos!
Barreré completamente la casa . . .
—1 Reyes 14:10
Le garantizo que este método le ahorrará mucho tiempo y la estimulará tanto que usted nunca querrá regresar a la manera en la que acostumbraba limpiar su casa. Muy frecuentemente sentimos que estamos recogiendo cosas a lo largo de todo el día y aún no avanzamos. Aunque aún limpio cuando entro a una habitación, yo ya no desperdicio mi tiempo o mi energía en ir de un lado a otro para recoger las cosas o limpiar mi casa y ¡he usado este método por años!”
Los Pasos Ahorradores de la “Barrida Limpia”
Este método es tan bueno que puede ser usado incluso cuando usted está acostada en su sofá con náuseas matutinas, usando a sus niñitos y a los jóvenes para ayudarle a recoger justo antes de que “Papá llegue a casa.” Yo sé por experiencia—¡lo he hecho cientos de veces! Así que si este método funciona usando a los niñitos y a una mamá con náuseas matutinas (que se arrastra de una habitación a otra y se recuesta en cualquier cama o sofá disponible en la habitación, o muy frecuentemente en el piso), entonces usted sabe que el método de la “Barrida Limpia” ¡funcionará para usted también! Aquí está mi método infalible que es simple y aun así funciona:
Para Comenzar
Usted necesitará: de una a varias canastas para ropa para recoger las cosas alrededor de la casa (entre más desorden, necesitará más contenedores), una bolsa de basura para la basura y una bolsa grande de papel color café (o canastas pequeñas)—una para cada habitación de su casa que esté clasificando.
Con un marcador negro, rotule la bolsa o la canasta para clasificar con los nombres de las habitaciones (por ejemplo “Habitación principal, cuarto de lavandería, cocina, habitación de Tyler, etc.”). Guárdelas al final para que las pueda utilizar una y otra vez.
Barrida Limpia
Recolecte. Ahora utilice sus canastas para ropa, y recoja en cada habitación todo aquello que no pertenece a la misma. Comience en una habitación y sistemáticamente vaya trasladándose por toda la casa. El mejor lugar para comenzar es la puerta de enfrente (o la puerta trasera si su esposo entra por esa puerta). Coloque cualquier cosa que encuentre cerca de la puerta adentro de la canasta, periódicos viejos en la bolsa de basura y cualquier juguete en la canasta.
Limpie. Una vez que haya recogido todas las cosas (todo aquello que no pertenezca a esa habitación) y lo haya colocado en la canasta o en la basura, recoja o acomode las almohadas, limpie las mesas, tienda las camas que estén deshechas en cada habitación, y después barra o aspire la habitación (por cierto, a los niños pequeños les encanta aspirar). Su primera habitación ahora está limpia, ¡así que está lista para continuar con la siguiente habitación!
Utilice este mismo método mientras se traslada de habitación a habitación. Para mí, es mucho más fácil comenzar en mi habitación y después moverme a través de la casa de la misma manera. Lo que sea que funcione para usted, hágalo. Si usted busca al Señor, Él la guiará a hacer lo que resultará mejor para usted y su familia.
Reglas. Asegúrese de NUNCA poner nada líquido o húmedo en la canasta. Asegúrese de NUNCA poner la billetera de papá, chequera o cualquier artículo importante en la canasta. En lugar de ello, mande a uno de los niños (o vaya usted) a colocarlo en su cómoda o en su escritorio.
Confesión: Años atrás cuando aún estaba casada, durante una barrida limpia de emergencia (ver abajo), yo coloque algunos de los artículos importantes de mi esposo en la canasta. Porque era una emergencia, no tuvimos tiempo para clasificar la canasta tampoco. DÍAS después (yo había escondido la canasta en nuestro cuarto de lavandería), cuando él estaba corriendo para salir de casa, mi esposo preguntó si había visto su chequera. Yo hice una “oración urgente” y Dios trajo a mi memoria la canasta sin clasificar. Corrí a buscarla, metí mi mano al fondo entre todas las “cosas”, y saque la chequera pérdida. ¡Dios es tan bueno! ¿Amén?
Creo que no necesito darle un ejemplo de cuando algo húmedo o líquido fue colocado adentro de la canasta. Incluso una “gota” de una taza de café sin terminar puede provocar que usted tenga un gran desastre en sus manos (ver abajo para un Consejo acerca de las tazas de café para llevar).
Asegúrese de que usted y sus niños tengan completamente claras las “reglas” antes de comenzar con este maravilloso método. Como cualquier cosa, puede ser una bendición o una maldición, dependiendo de su obediencia en seguir las reglas.
Consejo: Esto es de cuando vivíamos a un poco más de una hora de nuestra iglesia, y algunos de nosotros llevábamos café “para el camino”. Luego de que experimenté el desastre que “tan solo una gota” podía causar, yo desarrollé este método que les enseño a todos mis bebedores de café. Una vez que ha terminado su café (o usted lo ha tirado), entonces coloque al fondo de la taza una servilleta y colóquele nuevamente la tapadera. Esto absorberá “la última gota” y eliminara cualquier posibilidad de un desastre.
Ordene. Una vez que usted ha recogido todo en cada habitación y ha limpiado y arreglado lo que resta de ella, lleve todas las canastas a un mismo lugar.
Ahora ordene las “cosas” que ha recogido de acuerdo a cada una de sus habitaciones: cada habitación, cada baño, la cocina, la sala, el cuarto de lavandería, etc. Cuando usted tenga los artículos ordenados, tome la bolsa o la canasta pequeña de regreso a cada habitación (que ya está limpia) y ¡coloque los artículos en su lugar!
Si usted tiene la ayuda de niños pequeños, usted no querrá que ellos coloquen los artículos en su lugar (ya que puede que usted no encuentre los artículos de nuevo). En su lugar, simplemente pídales que lleven la bolsa o la canasta adentro de la habitación hasta que usted pueda llegar a ella (caminando o arrastrándose si está sufriendo de náuseas matutinas).
Más Información acerca de la Barrida Limpia
¡Desviada! No se desvíe al intentar limpiar el desorden de una gaveta o un closet (lo que ya aprendió en el Capítulo 2). Si usted aún no ha limpiado el desorden en su casa, yo le recomendaría de sobremanera que aparte un tiempo específico cada día para hacerlo (esto hará que mantener todo limpio y ordenado sea muy fácil de lograr). Entonces, para mantener esas “áreas no vistas” regularmente, tengo un método infalible en el Capítulo 7, “El Método” para asignarlas como una de sus tarjetas semanales o mensuales.
Una vez más, no se desvíe. En su lugar, concéntrese en terminar lo que usted ya comenzó—“la barrida limpia de su casa completa!”
Manejando Emergencias. Si una emergencia surge (como que su esposo llegue a casa antes de tiempo o visitas inesperadas lleguen), utilice la “Barrida Limpia,” pero espere a que las cosas se hayan calmado o las visitas se hayan ido para ordenar las canastas. Solo no espere más tiempo—¡ya que puede que usted (o su esposo) no encuentren la chequera o algo más que necesiten debido a que está al fondo de la canasta escondida en el closet! ¡Una vez más, yo lo sé porque me ha ocurrido demasiadas veces!
Horarios y rutinas. Asimismo, hágase (y a sus niños) un tipo de horario o rutina para hacer la “Barrida Limpia.” Si usted está casada, utilice el horario de su esposo como punto de partida. (Hablaremos acerca de las rutinas a mayor profundidad en el capítulo siguiente.) Pero en el caso de que esté trabajando metódicamente a través de este libro, comenzar un horario es simplemente trabajar en su vida: horas para despertarse, horas para acostarse, horas de comidas, horas de estudios, y horas de limpieza. Incluso los bebés son fáciles de cuidar cuando usted los ha motivado a comer y dormir a horas regulares. (Aunque yo no promuevo los horarios rigurosos del libro Bebe Sabio, sí creo en el orden y en las rutinas para los niños. Mire la lección “Las Enseñanzas de su Madre” en el libro Una Mujer Sabia para mayor información acerca de las razones).
Continúe moviéndose. Alguna vez escuche a Elisabeth Elliot decirles a sus oyentes que simplemente “hicieran la siguiente cosa,” ya fuera lavar los trastos o tender la cama. Recuerde, “Ella vigila la marcha de su casa, y no come el pan de la ociosidad.” (Prov. 31:27). Si el teléfono suena o alguna interrupción ocurre, pare y ocúpese de ella, pero luego vuelva a hacer “la siguiente cosa.” Si usted es del tipo de persona que simplemente no puede dejar el teléfono una vez que la llaman, no lo conteste, y utilice su correo de voz a su ventaja para devolver las llamadas cuando sea conveniente para usted (a menos que sea su esposo quien llama). Hablar por teléfono siempre ha sido una debilidad mía. Por lo tanto, yo NUNCA contesto nuestro teléfono de la casa y únicamente contesto mi teléfono celular cuando quien llama es uno de mis hijos o alguien a quien yo sé que debería contestarle en ese momento. De lo contrario, yo espero y devuelvo las llamadas cuando estoy disponible, no a cualquier hora a la que me llamen.
Como Lograr Hacer Más
Nuestro mayor problema en lograr llevar a cabo muchas cosas está plasmado en los siguientes tres versos:
“Es alborotadora y rebelde, sus pies no permanecen en casa; está ya en las calles, ya en las plazas, y acecha por todas las esquinas.” (Prov. 7:11-12)
“No frecuente tu pie la casa de tu vecino, no sea que él se hastíe de ti y te aborrezca.” (Prov. 25:17)
“No pondré cosa indigna delante de mis ojos;…” (Salmos 101:3).
- ¡Permanezca más en casa! “Es alborotadora y rebelde, sus pies no permanecen en casa; está ya en las calles, ya en las plazas, y acecha por todas las esquinas.” (Prov. 7:11-12) Yo sé que si soy incapaz de “mantener” mi hogar, se debe generalmente a que yo he estado “mucho tiempo fuera”. Yo necesito ver mis prioridades y mantenerme en el hogar para traer paz y estabilidad a mi familia. Si usted tiene mandados que hacer, trate de hacerlos todos en un mismo día de la semana que usted aparte para ese propósito, en la medida de lo posible.
Tan pronto como mi hija mayor comenzó a manejar, yo comencé a asignarle muchos mandados que yo acostumbraba hacer. Fue bueno para ella aprender cómo hacer las compras del supermercado y cómo devolver cosas. Incluso hacer una lista de a dónde debía ir ella el día de los mandados es una experiencia valiosa de aprendizaje (lo cual explicaremos en un capítulo más adelante).
Actualmente, yo solo espero hasta tener una cita o tener que salir y entonces hago lo más que puedo mientras estoy fuera. Esto me mantiene en el hogar, que es el lugar donde encuentro la mayor paz y donde creo estabilidad para mis hijos.
- Deje de hablar con amigas o familiares por teléfono. “No frecuente tu pie la casa de tu vecino, no sea que él se hastíe de ti y te aborrezca.” (Prov. 25:17) Ya sea que vaya de visita o llame a una amiga (o familiar) por teléfono, si usted lo hace muy frecuentemente, usted y su amiga eventualmente se convertirán en una molestia la una para la otra. Aparte un tiempo para reunirse de forma regular, en lugar de estar “en casa físicamente” pero constantemente “afuera para almorzar” en su mente y concentración, mientras chismorrea por teléfono.
Usted estaría sorprendida de que la mayor parte de la aflicción en su vida y en su hogar es causada por cuan a menudo usted descuida su hogar y a sus hijos a través de llamadas telefónicas y otras interrupciones. Yo dejé de contestar llamadas durante las horas de educación en casa, porque inevitablemente me causaban perder el control sobre los niños. Si ellos “simplemente continuaban trabajando” tal y como yo se los pedía, ellos hacían algo mal que luego tenía que hacerse de nuevo. Usted siempre puede devolver las llamadas a las personas que le llaman a una hora más conveniente para usted y para su familia. Como lo dije antes, utilice el buzón de voz a su ventaja, o pídale a uno de sus hijos mayores que filtre sus llamadas telefónicas. ¡Todos estarán más contentos con ello!
Ya sea que usted sea quien llama o bien la persona a quien llaman, el teléfono (y ahora el teléfono celular) puede ser una tremenda maldición en un hogar bien dirigido o para una existencia pacífica.
- ¡Apáguelo! “No pondré cosa indigna (ejemplo perfecto: ¡su set de televisión!) delante de mis ojos;…” (Salmos 101:3). Para mí, no hay nada con más indigno que la TV. Nosotros acostumbrábamos tener una televisión que mi esposo conectaba en algunas ocasiones para ver deportes (¡que yo hubiera amado tirar a la basura!) Y teníamos una que estaba conectada a la videocasetera que era buena para videos educacionales, espirituales o para una “noche en familia” (cuando mirábamos una buena película clásica en blanco y negro, comíamos pizza y postre los viernes).
¡Estos eran los “buenos viejos tiempos!” Dios me puso a través de otro refinamiento y experiencia de “morir a mí misma” cuando nos mudamos de nuestra granja a la ciudad. Tuve que aprender un nuevo nivel de sumisión; esta vez, con un corazón más dispuesto y dar una respuesta “alegre” ¡cuando mi esposo (cuando aún estaba casada) anunció que compraríamos una “televisión satelital” (¡conectar nuestro set de televisión al mundo entero!), una enorme televisión de pantalla plasma (pantalla plana), junto con otra televisión muy grande para nuestra sala!!
Si usted está tratando de presionar a su esposo para que retire la televisión, pare y ore; ¡evite la contienda y confíe en Dios! (Vea “Ganado sin una Palabra” en Una Mujer Sabia.)
Solo para que lo sepan, yo solía pensar tontamente que de algún modo o de alguna manera, tenía que asegurarme de que mi esposo supiera y entendiera mis preocupaciones y mi disgusto con las cosas que yo consideraba mundanas o malas. Estaba equivocada. Me di cuenta que había basado mi decisión en el miedo (nunca base nada en el miedo) de que si no le decía nada de que no aprobaba tener una televisión (o cualquier otro mal) que yo terminaría como Ananías y Safira (vea Hechos 5:1-11).
En el pasado, yo estaba igualmente equivocada cuando me aseguraba de decirle a mi esposo de mi disgusto con las cosas que él hacía, no por el miedo, sino por mi orgullo y arrogancia espiritual. Yo creía que mi esposo tenía que ser enseñado, por mí, las cosas que estaban bien y las que estaban mal. Este tipo de “cuidados maternales” hacia su esposo terminará en que él se desconecte totalmente de usted y no le pregunte su opinión acerca de nada. Pero fiel al tipo, una mujer como yo o no se da cuenta de esto o no le importa. Nosotros creemos que es nuestra responsabilidad guiar a nuestra familia si “él no lo hace.” Querida lectora, no hay mejor forma de alejar a su esposo de las cosas de Dios y de que haga lo correcto que usurpar su posición y su autoridad. (¡Para obtener mayor información, obtenga y lea Una Mujer Sabia porque usted está destruyendo su propia casa!)
Esta vez, el Señor me motivó a crecer; Él me enseñó que ÉL conocía mi corazón. Él sabía que yo no quería tener una televisión otra vez después de no haberla tenido por más de doce años. Dios siempre conoció mi corazón cuando me enfrentaba con algo con lo que me preocupaba y me tenía sin entusiasmo. ¡Yo no tenía que asegurarme que mi esposo lo supiera! Mi trabajo, como una ayuda idónea respetuosa, era sonreír y ESTAR DE ACUERDO. Después yo debía llevarle mis preocupaciones al Señor para que Él pudiera lidiar con ellas, de ser necesario. La farisea con su justicia propia constantemente quiere regresar, así que siempre debo tener cuidado de no juzgar lo que mi esposo (ahora exesposo) era o está haciendo o no haciendo.
¡En la última revisión editada de trabajadoras@casa yo compartí que probablemente era yo la que necesitaba relajarse! Pero que si era mi esposo el que necesitaba darse cuenta del peligro de algo que estuviera viniendo o pasando en nuestro hogar, entonces yo podía confiar en que Dios lo traería a colación mientras yo permanecía con gozo, en vez de estar estresada o preocupada.
Señoras, dénselo todo a Dios para que lo resuelva. Recuerden, “¡Su yugo es fácil y Su carga es ligera!”
La razón por la cual el Señor permitió que esto y otras cosas regresaran a nuestro hogar, y regresaran a la vida de mi esposo, fue porque mi esposo (ahora exesposo) no compartía mis convicciones en lo absoluto. Esto significaba que mis hijos (aunque yo nunca lo exprese) estaban viviendo en un hogar donde existía doble ánimo. Dios remedió esta situación entregando a mi esposo a la búsqueda de sus deseos (que eran las cosas de este mundo), lo cual lo llevó a marcharse y casarse con otra mujer.
Aunque para algunas esto parezca trágico, la verdad es que Dios ha bendecido a nuestra familia. Ahora la cabeza de nuestra familia es el Señor, quien es mi Esposo (Isa. 54:4-6) y el Padre de mis hijos (Salmos 146:9). Al permitir que la maldad incrementara, en lugar de lo que yo acostumbraba hacer interponiéndome en el camino con mis opiniones de disgusto, ¡mis hijos ahora están creciendo espiritualmente a grandes pasos!
“El hombre torpe no tiene conocimiento, y el necio no entiende esto: que cuando los impíos brotaron como la hierba y florecieron todos los que hacían iniquidad, sólo fue para ser destruidos para siempre. Mas tú, oh Señor, excelso eres eternamente.” (Salmos 92:6-8)
“¡Cuán bienaventurado es el hombre que no anda en el consejo de los impíos, ni se detiene en el camino de los pecadores, …” (Salmos 1:1)
Aunque el divorcio nunca sería mi elección, fue la voluntad de Dios que yo pudiera ser una motivación para las mujeres alrededor del mundo para buscar al Señor como el Esposo con el cual todas soñamos. Y usted no tiene que estar divorciada para tomarlo a Él como su esposo. (Por favor lea La Vida Abundante para mayor información acerca de cómo encontrar el gozo verdadero y duradero)
La Barrida Limpia de la Mañana o la Noche
La “barrida limpia” es una herramienta maravillosa para tener su hogar listo antes de que su esposo llegue a casa o simplemente para mantener un hogar limpio del cual disfrutar al final del día ya sea que esté o no esté casada. Si usted está casada o esperando compañía, tómese unos pocos minutos para hacer la “barrida limpia” en su hogar, empezando por la puerta del frente o de atrás y limpiando hacia la habitación principal o la cocina, cualquier dirección hacia la cual tomará su esposo o sus invitados.
Si su esposo tiene un trabajo que no tiene horarios fijos para que usted pueda saber siempre a qué hora llegará él, pregúntele, si él puede, darle una llamada rápida una hora, media hora o hasta quince minutos antes para que usted esté lista cuando él llegue.
Previo a instruir a mis hijos para hacer la barrida limpia, incluso antes de que ellos fueran lo suficientemente grandes para ayudar, yo usaba el método de la “barrida limpia” cada mañana. Yo creo que todas las mujeres encontrarán que hacer esto les ayudará cuando comiencen o terminen su día.
Esto es lo que yo acostumbraba hacer cuando mis dos hijos mayores eran pequeños: Después de que todos nos despedíamos de papá en la mañana, yo inmediatamente sacaba algunos juguetes para que mis hijos se entretuvieran con ellos (más acerca de esto en el Capítulo 9 “Juguetes”) y después me dirigía hacia el segundo nivel para una “barrida limpia” mañanera. Yo me dirigía a mi habitación, tendía la cama, recogía o limpiaba alrededor y tiraba las cosas que no pertenecían en esa habitación en una canasta para ropa, incluyendo ropa o toallas sucias. Luego me dirigía al baño principal, y después a las habitaciones de los niños. También vaciaba los botes de la basura en una bolsa café que tenía conmigo.
Si era necesario y los niños aún estaban jugando tranquilos en el primer nivel, le daba una aspirada rápida a las habitaciones de arriba. Luego me dirigía al primer nivel a verificar que todo estuviera bien con los niños y a ordenar las canastas de la “barrida limpia” en el cuarto de lavandería. Comenzaba metiendo a la lavadora una carga de ropa, luego me dirigía a la cocina a meter los platos en el lavavajillas, y a limpiar los mostradores.
También mantenía las habitaciones de arriba fuera de los límites, a excepción de la hora de la siesta, lo cual es fácil de hacer si usted no guarda los juguetes en las habitaciones de los niños (una vez más, abarcaremos el dilema de los juguetes en el Capítulo 9 “Juguetes”). Ah, mientras sus hijos son pequeños, porque pareciera que quieren gravitar hacia las habitaciones limpias, consiga una puerta pequeña para impedirles regresar a las áreas limpias de su casa.
Aquellas que Trabajan Fuera del Hogar
Todas podemos beneficiarnos de este método de ir de habitación en habitación, una vez al día, con la “barrida limpia” —¡especialmente aquellas de ustedes que deben salir a trabajar! Este método la bendecirá, de manera que cuando usted regrese al hogar cansada de un día difícil en el trabajo—usted regresará a una casa limpia.
Para aquellas de ustedes que trabajan, pueden incorporar fácilmente esta rutina ya sea que sea lo primero que haga en la mañana (si usted es una persona mañanera) o justo antes de irse a dormir, que es lo que yo hago ahora aunque yo no trabajo fuera de mi hogar.
Media hora antes de irme a acostar yo hago la barrida limpia comenzando en la cocina, y continuando en la sala, antes de retirarme cada noche. Luego de años de hacer esto con mis hijos, la mayoría de ellos lo hacen por sí solos, e inclusive lo hacen por mí cuando yo estoy demasiado cansada para hacerlo por mí misma (ya que ahora soy una madre soltera de seis hijos que aún viven en casa). ¡Imagine mi alegría cuando me despierto y miro que lo han hecho por mí! Este verso es tan cierto: “Enseña al niño el camino en que debe andar, y aun cuando sea viejo no se apartará de él” (Prov. 22:6).
Señoras, con este tipo de método ajustado a su rutina diaria—¡usted se sentirá maravillosamente bien! Usted también se dará cuenta que hacerlo cada mañana o cada noche, le ayudará a mantener su hogar limpio y su vida será menos estresante.
Conclusión
Señoras, les garantizo que la “barrida limpia” revolucionará sus vidas y las hará alegres de nuevo. En lugar de limpiar de la forma en la que la mayoría de nosotras lo ha hecho, corriendo de un lado a otro, y limpiando desastres una y otra vez mientras los encuentra—usted lo hará de forma sistemática y rutinaria.
Una vez más, la “barrida limpia” es simplemente tomar una o dos canastas grandes para ropa y comenzar en un área de la casa, recogiendo todo lo que hay en los pisos, mesas, estantes, etc. mientras “barre” por toda la casa. Una vez que la casa está completamente limpia, ordene lo que ha recogido en bolsas o canastas para cada habitación.
Y como lo dije anteriormente, yo descubrí que la forma más fácil de ordenar sus canastas es rotulando bolsas de papel café de las que se utilizan para las compras. Rotule una bolsa para cada una de las habitaciones de la casa, y rotule otra para “basura” o lleve el bote de basura con usted a donde esté ordenando. Ordene y llene las bolsas para cada habitación. Una vez que todo esté ordenado, lleve las bolsas a cada habitación (que ahora ya se encuentra limpia) y coloque los artículos en su lugar. Guarde las bolsas doblándolas y colocándolas todas juntas adentro de una bolsa café y almacenándolas en su cuarto de lavandería a la par de sus canastas para la ropa.
Este método es por mucho, la forma más rápida de limpiar una casa, ¡porque es tan eficiente ahorrándole muchos pasos! Un hogar limpio mantiene el nivel de estrés bajo en la vida de su familia. Yo he usado este método (y cada método de este libro) por años y le he enseñado a cientos de mujeres a hacer lo mismo. Yo oro porque sea la respuesta a su oración.