Lea el Testimonio de matrimonio RESTAURADO de Atarah,
"Mejor entonces que ahora"
Este testimonio fue tomado de uno de nuestros muchos
libros por palabra de sus Testimonios
para ayudarle a
superar cualquier duda o el miedo en
la capacidad de Dios y el deseo de
restaurar su matrimonio!
Capítulo 4 "Diversas Pruebas"
"Tengan por sumo gozo, hermanos míos,
cuando se hallen en diversas pruebas,
sabiendo que la prueba de su fe
produce paciencia"
—Santiago 1:2-3
¿Cuál es el propósito de Dios para nuestras pruebas y tribulaciones? Muchos cristianos no tienen idea de por qué Dios permite nuestros sufrimientos. Sin este entendimiento, ¿es de extrañarse que haya cristianos que hoy son fácilmente vencidos? Veremos que hay muchos beneficios que vienen con nuestras pruebas y conflictos, especialmente la edificación de nuestra fe y la constancia necesaria para terminar el curso establecido delante de nosotros.
Lo más importante que necesitamos percatarnos durante nuestras pruebas, tribulaciones, conflictos y tentaciones es que ¡Dios está en control! Es Su mano la que permite que estas pruebas nos toquen o no nos toquen. Cuando Él lo permite, Él envía Su gracia para permitirnos soportarlas.
Permiso para la adversidad. Lo que es de más consuelo saber es que Satanás no puede tocarnos sin el permiso de Dios. “Entonces el Señor dijo a Satanás: ‘Todo lo que él tiene está en tu poder; pero no extiendas tu mano sobre él’. Y Satanás salió de la presencia del Señor” (Job 1:12). Satanás no solamente necesita permiso, pero además a él se le dan instrucciones específicas de cómo nos puede tocar. “Simón, Simón, mira que Satanás los ha reclamado a ustedes para zarandearlos como a trigo” (Lucas 22:31).
Tentaciones. Las tentaciones que experimentamos, dice la Escritura, son comunes a todos los hombres, no obstante, Dios provee una salida. “No les ha sobrevenido ninguna tentación que no sea común a los hombres. Fiel es Dios, que no permitirá que ustedes sean tentados más allá de lo que pueden soportar, sino que con la tentación proveerá también la vía de escape, a fin de que puedan resistirla” (1 Corintios 10:13). ¡Él no va a sacarla a usted del fuego hasta que usted esté dispuesta a caminar en él, a través de él, y a soportarlo!
Las tentaciones vienen por nuestra propia lujuria. La lujuria es simplemente lo que nosotros queremos. Además Dios no puede tentarnos para hacer el mal, ¡sino que es nuestra lujuria la que nos tienta a hacer lo que no deberíamos! “Que nadie diga cuando es tentado: «Soy tentado por Dios». Porque Dios no puede ser tentado por el mal y Él mismo no tienta a nadie. Sino que cada uno es tentado cuando es llevado y seducido por su propia pasión” (Santiago 1:13-14). Las mujeres sólo se concentran en ver la lujuria de sus esposos (adulterio, drogas, alcohol o pornografía), pero ellas no ven sus propias lujurias por comida, por ir de compras, ¡o aún por sus matrimonios! Lujuria es lujuria —¡un deseo de lo que nosotros queremos!
Estamos en Sus manos. “Pues bien, he tomado todas estas cosas en mi corazón y declaro todo esto: que los justos y los sabios y sus hechos están en la mano de Dios” (Eclesiastes 9:1). Cometemos el error de tontamente intentar conseguir cosas de otros, especialmente de nuestros esposos, ¡cuando todo lo que recibimos será de parte de Dios!
“Muchos buscan el favor del gobernante, pero del Señor viene la justicia para el hombre” (Proverbios 29:26).
“No vale sabiduría, ni entendimiento, ni consejo, ante el Señor. Se prepara al caballo para el día de la batalla, Pero la victoria es del Señor” (Proverbios 21: 30–31).
“La suerte se echa en el regazo, pero del Señor viene toda decisión” (Proverbios 16:33).
“Como canales de agua es el corazón del rey en la mano del Señor; Él lo dirige donde le place” (Proverbios 21:1).
Arrepentimiento y salvación. “pero ahora me regocijo, no de que fueron entristecidos, sino de que fueron entristecidos para arrepentimiento; porque fueron entristecidos conforme a la voluntad de Dios, para que no sufrieran pérdida alguna de parte nuestra. Porque la tristeza que es conforme a la voluntad de Dios produce un arrepentimiento que conduce a la salvación, sin dejar pesar; pero la tristeza del mundo produce muerte” (2 Corintios. 7:9–10). Dios nos permite que estemos tristes para traernos arrepentimiento. Cuando nosotros intentamos hacer que nuestros esposos (u otros) se disculpen por lo que han hecho, esto no traerá arrepentimiento genuino y verdadero, sino que en lugar de eso ¡endurecerásus corazones hacia nosotros (y hacia Dios)!
Necesitamos gracia. “Y Él me ha dicho: ‘Te basta Mi gracia, pues Mi poder se perfecciona en la debilidad’. Por tanto, con muchísimo gusto me gloriaré más bien en mis debilidades, para que el poder de Cristo more en mí. Por eso me complazco en las debilidades, en insultos, en privaciones, en persecuciones y en angustias por amor a Cristo, porque cuando soy débil, entonces soy fuerte” (2 Corintios 12:9–10). Usted nunca verá restauración hasta que muestre contentamiento con sus pruebas.
Extraordinaria gracia
¿De dónde obtenemos la gracia que necesitamos para lograr salir de las pruebas? Mediante la humildad.
“Dios resiste a los soberbios, pero da gracia a los humildes” (Santiago 4:6).
“porque todo el que se engrandece será humillado, pero el que se humilla será engrandecido” (Lucas 18:14).
“Bienaventurados los humildes, pues ellos heredarán la tierra” (Mateo 5:5).
“El orgullo del hombre lo humillará, pero el de espíritu humilde obtendrá honores” Proverbios 29:23.
Asumir nuestras debilidades, confesar nuestras faltas y ser humildes permitirá al Espíritu Santo habitar en nosotras. Entonces aprenderemos contentamiento sin importar nuestras circunstancias. Una vez que estemos satisfechas, Dios nos puede dar lo que hemos estado buscando – ¡el regreso de nuestros esposos!
Aprendiendo contentamiento. Vemos que debemos aprender contentamiento mediante las circunstancias difíciles que Dios ha permitido. “No que hable porque tenga escasez, pues he aprendido a contentarme cualquiera que sea mi situación. Sé vivir en pobreza, y sé vivir en prosperidad. En todo y por todo he aprendido el secreto tanto de estar saciado como de tener hambre, de tener abundancia como de sufrir necesidad” (Filipenses 4:11–12).
Aprendiendo obediencia. Aún Jesús aprendió obediencia de Su sufrimiento. “Aunque era Hijo, aprendió obediencia por lo que padeció” (Hebreos 5:8).
Él nos perfeccionará. “Estoy convencido precisamente de esto: que el que comenzó en ustedes la buena obra, la perfeccionará hasta el día de Cristo Jesús” (Filipenses1:6). Una vez que Él ha comenzado una buena obra en usted (su esposo o sus seres queridos), Él la completará. Y por favor, ¡no intente actuar como “espíritu santo el menor” con su esposo!
Debemos ser un consuelo para otros. No debemos solamente aceptar el consuelo de Dios— ¡es ordenado que demos consuelo a otros, sin importar la aflicción en la que estén! “Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, Padre de misericordias y Dios de toda consolación, el cual nos consuela en todas nuestras tribulaciones, para que también nosotros podamos consolar a los que están en cualquier aflicción, dándoles el consuelo con que nosotros mismos somos consolados por Dios” 2 Corintios 1:3–4.
La disciplina de nuestro Padre. Muchas veces nuestro sufrimiento es disciplina por desobedecer la ley de Dios. “Hijo Mío, no tengas en poco la disciplina del Señor, ni te desanimes al ser reprendido por Él. Porque el Señor al que ama, disciplina, y azota a todo el que recibe por hijo. Es para su corrección que sufren. Dios los trata como a hijos; porque ...Él nos disciplina para nuestro bien, para que participemos de Su santidad” (Hebreos 12:5–10). Cuando una prueba venga a su encuentro, pregúntese a sí misma “¿Dios está disciplinándome, o está probándome para ver cómo voy a reaccionar?”
La disciplina es una bendición. Debemos seguir los ejemplos de los profetas de la Biblia para ayudar a otros a soportar la adversidad. “Hermanos, tomen como ejemplo de paciencia y aflicción a los profetas que hablaron en el nombre del Señor. Miren que tenemos por bienaventurados a los que sufrieron. Han oído de la paciencia de Job, y han visto el resultado del proceder del Señor, que el Señor es muy compasivo y misericordioso” (Santiago 5:10–11).
Recibir una bendición. Cuando alguien nos hace una maldad o nos lanza insultos, debemos soportarlos, sin regresarlos, para recibir nuestra bendición. Necesitamos recordar que los insultos y la maldad son traídos a nuestras vidas para darnos una oportunidad de recibir una bendición. 1 Pedro 3:9 dice: “no devolviendo mal por mal, o insulto por insulto, sino más bien bendiciendo, porque fueron llamados con el propósito de heredar bendición” Pero aun si sufren por causa de la justicia, dichosos son. Y no tengan miedo por temor a ellos ni se turben” (1 Pedro 3:14). Si continúa respondiendo con un insulto o con una maldad, no espere ser bendecida.
La disciplina puede traer tristeza. La disciplina nunca es causa de gozo cuando usted está en medio de ella. No obstante, aquellos que han sido entrenados por Su disciplina saben de las recompensas de la justicia — paz y un matrimonio restaurado. “Al presente ninguna disciplina parece ser causa de gozo, sino de tristeza. Sin embargo, a los que han sido ejercitados por medio de ella, después les da fruto apacible de justicia” (Hebreos 12:11).
Comienza con los cristianos. ¿Por qué debe el sufrimiento comenzar con los cristianos? Porque un cristiano pecador y desobediente nunca acercará a otros al Señor. De nuevo, es la “voluntad de Dios” que pasemos por sufrimiento. Necesitamos permitirnos a nosotros mismos el sufrimiento (usualmente en las manos de otros, aún de nuestros propios esposos) mediante el encomendar nuestras vidas a Dios. “Porque es tiempo de que el juicio comience por la casa de Dios. Y si comienza por nosotros primero, ¿cuál será el fin de los que no obedecen al evangelio de Dios? Así que los que sufren conforme a la voluntad de Dios, encomienden sus almas al fiel Creador, haciendo el bien” (1 Pedro 4:17,19).
El poder de nuestra fe. Es nuestra fe la que abre la puerta a los milagros. Necesita creer que Él es capaz de restaurar su matrimonio, y no dudar, en su corazón. “Y Jesús respondió: ‘Tengan fe en Dios. En verdad les digo que cualquiera que diga a este monte: “Quítate y arrójate al mar”, y no dude en su corazón, sino crea que lo que dice va a suceder, le será concedido. Por eso les digo que todas las cosas por las que oren y pidan, crean que ya las han recibido, y les serán concedidas’” (Marcos 11:22–24).
Dios en Su Palabra nos ha dicho que sufriremos. “Porque también estando con vosotros, os predecíamos que íbamos a pasar tribulaciones, como ha acontecido y sabéis. Por lo cual también yo, no pudiendo soportar más, envié para informarme de vuestra fe, no sea que os hubiese tentado el tentador, y que nuestro trabajo resultase en vano” (1 Tesalonicenses 3:4–5). Lo que ha sucedido en su matrimonio no es una señal de que se ha terminado. Es lo que Dios usó para lograr su atención y es lo que ahora está usando para cambiarla a usted. ¡No se rinda! ¡No le permita a Satanás robar el milagro que Dios tiene para usted cuando haya soportado y prevalecido!
Con Dios. “Y mirándolos Jesús, les dijo: Para los hombres esto es imposible; mas para Dios todo es posible” (Mateo 19:26). “Entonces Jesús, mirándolos, dijo: Para los hombres es imposible, mas para Dios, no; porque todas las cosas son posibles para Dios” (Marcos 10:27). Nada (ni una sola cosa) es imposible para Dios. Trabaje con Dios. No tenga su plan y espere que Dios lo bendiga. Él no va a trabajar con usted, en cambio, usted debe trabajar con Dios.
Lo que usted dice. “… retengamos nuestra fe” (Hebreos 4:14). “sino santifiquen a Cristo como Señor en sus corazones, estando siempre preparados para presentar defensa ante todo el que les demande razón de la esperanza que hay en ustedes. Pero háganlo con mansedumbre y reverencia” (1 Pedro 3:15). “Ciertamente nuestro Dios a quien servimos puede librarnos del horno de fuego ardiente. Y de su mano, oh rey, nos librará. Pero si no lo hace…” (Daniel 3:17-18). Necesitamos hablar lo que Dios dice en Su Palabra, sin vacilar, con esperanza en nuestros labios. Pero espere hasta que le pregunten. ¡Le van a preguntar si usted está llena del gozo del Señor en medio de la adversidad! Cuando le pregunten acerca de su esperanza con respecto a su matrimonio, asegúrese de responder a la otra persona con reverencia, respeto y amabilidad. ¡Nunca use la Escritura para discutir con alguien!
Nota: Si quien le pregunta es su esposo, ¡recuerde que él será ganado “sin una palabra”!
Dispóngase a actuar con inteligencia y manténgase fija. “Por tanto, preparen su entendimiento para la acción. Sean sobrios en espíritu, pongan su esperanza completamente en la gracia que se les traerá en la revelación de Jesucristo” (1 Pedro 1:13). (Sobrio significa pensamiento claro). Sea clara en su mente acerca de lo que usted verdaderamente quiere para evitar las consecuencias de la indecisión.
Gócese. Debemos gozarnos en nuestras pruebas porque sabemos que ellas están produciendo constancia que nos hará capaces de terminar el curso marcado delante de nosotros. “Tengan por sumo gozo, hermanos míos, cuando se hallen en diversas pruebas, sabiendo que la prueba de su fe produce paciencia, y que la paciencia tenga su perfecto resultado, para que sean perfectos y completos, sin que nada les falte. Y si a alguno de ustedes le falta sabiduría, que se la pida a Dios, quien da a todos abundantemente y sin reproche, y le será dada. Pero que pida con fe, sin dudar. Porque el que duda es semejante a la ola del mar, impulsada por el viento y echada de una parte a otra” (Santiago 1:2–6).
Esté preparada— ¡su fe será probada! Los miedos y las dudas vienen a la mente de todos; ¡solamente no los reciba! En lugar de eso, piense solamente en las cosas buenas. Si usted duda, usted tendrá problema creyendo y las pruebas serán más difíciles. Y recuerde, tendremos “diversas” pruebas, algunas grandes pruebas, y otras solamente molestias. Necesitamos agradecerle a Él por todas nuestras pruebas. Este es nuestro sacrificio de alabanza.
Alégrese. “Regocíjense en el Señor siempre. Otra vez lo diré: ¡Regocíjense! La bondad de ustedes sea conocida de todos los hombres. El Señor está cerca. Por nada estén afanosos; antes bien, en todo, mediante oración y súplica con acción de gracias, sean dadas a conocer sus peticiones delante de Dios. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará sus corazones y sus mentes en Cristo Jesús. Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo digno, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo honorable, si hay alguna virtud o algo que merece elogio, en esto mediten. Lo que también han aprendido y recibido y oído y visto en mí, esto practiquen, y el Dios de paz estará con ustedes.” Filipenses 4:4–9.
Claramente la mayoría de las batallas son ganadas o perdidas en la mente. Siga el consejo del Señor para tener paz en medio de sus pruebas para ganar la victoria sobre ellas— ¡alabe al Señor en medio de ellas! Gócese por lo que usted sabeque Él está haciendo. Luego piense en esto, hable de esto, escuche sólo esto. Muchas veces amigos cercanos lo llaman para decirle lo que su esposo está haciendo. Estos usualmente no son “buenas noticias” y la mayoría del tiempo no son amables, puras o rectas—¡así que no las escuche!
La fe no se ve. A menudo mujeres me escriben porque ellas están buscando señales de mejoría en su matrimonio o en las actitudes de sus esposos hacia ellas. Usted debe recordar que la Escritura es muy clara—¡la fe no se ve!
Cuando otros le pregunten acerca de su situación, contésteles con “¡Gloria a Dios, el Señor está obrando!”
“Por tanto no desfallecemos, antes bien, aunque nuestro hombre exterior va decayendo, sin embargo nuestro hombre interior se renueva de día en día. Pues esta aflicción leve y pasajera nos produce un eterno peso de gloria que sobrepasa toda comparación, al no poner nuestra vista en las cosas que se ven, sino en las que no se ven. Porque las cosas que se ven son temporales, pero las que no se ven son eternas” (2 Corintios 4:16–18).
La fe es la convicción de lo que no se ve. Cuando usted está experimentando lo que Pablo llama “aflicción leve” aún eso puede estar rompiendo su corazón y ser muy doloroso. Recuérdese a sí misma de esta muy importante verdad: ¡estas aflicciones son solamente momentáneas! Y estas mismas aflicciones no sólo son temporales, sino que ellas están produciendo algo maravilloso para usted—le están alistando para un nuevo y maravilloso matrimonio. Recuerde que el sufrimiento es temporal ¡pero los beneficios durarán una eternidad! “Ahora bien, la fe es la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve” (Hebreos 11:1).
Caminar por Fe—no por vista. La mayoría de la gente comienza creyendo cuando “comienzan a ver que algo sucede,” ¡pero esto no es fe! “Porque por fe andamos, no por vista” (2 Corintios 5:7).
Mirando nuestras circunstancias. Cuando Pedro miró sus circunstancias, se hundió —y usted también se hundirá. ‘Vem’, le dijo Jesús. Y descendiendo Pedro de la barca, caminó sobre las aguas, y fue hacia Jesús. Pero viendo la fuerzadel viento tuvo miedo, y empezando a hundirse gritó: ‘¡Señor, sálvame!’. Al instante Jesús, extendiendo la mano, lo sostuvo y le dijo: “Hombre de poca fe, ¿por qué dudaste?” (Mateo 14:29–31).
Para nuestra prueba. Probablemente la lección más importante en nuestra postura hacia nuestras familias y nuestros matrimonios es el ser capaces de pasar nuestra prueba —la prueba de nuestra fe— en Su Palabra y no ser tambaleados por la emoción o las declaraciones falsas hechas por otros. “Tengan por sumo gozo, hermanos míos, cuando se hallen en diversas pruebas, sabiendo que la prueba de su fe produce paciencia, y que la paciencia tenga su perfecto resultado, para que sean perfectos y completos, sin que nada les falte” (Santiago 1:2–4). Cuando usted sea perfeccionada y su refinamiento sea completo, ¡entonces usted verá a su marido de regreso en el hogar!
Probada por fuego. “En lo cual ustedes se regocijan grandemente, aunque ahora, por un poco de tiempo si es necesario, sean afligidos con diversas pruebas, para que la prueba de la fe de ustedes, más preciosa que el oro que perece, aunque probado por fuego, sea hallada que resulta en alabanza, gloria y honor en la revelación de Jesucristo” (1 Pedro 1:6–7).
Muchas han fallado su prueba y han continuado caminando en el desierto como el pueblo de Israel lo hizo porque a ellos les faltaba fe. Ellos murmuraron y se quejaron, lo cual condujo a la rebeldía. La prueba de su fe, la cual es un corazón lleno de fe y contentamiento en sus circunstancias actuales, es más preciosa que el oro.
Mantenga la fe. No corra hacia otro plan cuando las cosas se están complicando; no arriesgue lo que ha comenzado a hacer. Se conoce a Satanás porque trae nuevas (y erróneas) soluciones a nuestras pruebas. El discernir y decidir quedarse en el camino correcto es la prueba que debemos continuar pasando. “He peleado la buena batalla, he terminado la carrera, he guardado la fe. En el futuro me está reservada la corona de justicia que el Señor...” (2 Timoteo 4:7-8).
Una cuerda de tres. Si ha estado caminando con el Señor durante algún tiempo y se ha cansado, pídale a Dios que le envíe a otra mujer que le ayudará a no ceder en su compromiso. “Más valen dos que uno solo, pues tienen mejor pago por su trabajo. Porque si uno de ellos cae, el otro levantará a su compañero; pero ¡ay del que cae cuando no hay otro que lo levante! Además, si dos se acuestan juntos se mantienen calientes, Pero uno solo ¿cómo se calentará? Y si alguien puede prevalecer contra el que está solo, dos lo resistirán. Un cordel de tres hilos no se rompe fácilmente” (Eclesiastés 4:9–12). Aquí hay algunos ejemplos encontrados en las Escrituras:
Moisés, Aarón y Jur. “Pero las manos de Moisés se le cansaban. Entonces tomaron una piedra y la pusieron debajo de él, y se sentó en ella. Y Aarón y Hur le sostenían las manos, uno de un lado y otro del otro. Así estuvieron sus manos firmes hasta que se puso el sol” (Éxodo 17:12). También vea Sadrac, Mesac y Abednego en el libro de Daniel capítulo 3. ¡¡Usted, sólo una amiga y el Señor son un poderoso cordón de tres dobleces!!
Una Rápida Referencia para las Pruebas y Tribulaciones
¡Dios es quien está en control, no un hombre, ni el diablo!
- La justicia proviene del Señor. (Proverbios 29:26).
- La respuesta proviene del Señor. (Proverbios 16:1).
- El corazón es cambiado por el Señor. (Proverbios 21:2).
- Sus obras están en las manos de Dios. (Eclesiastés 9:1).
- Tú (Dios) lo has hecho. (Salmo 44:9–15).
- Él (Dios) provocó la tormenta. (Salmo 107:1–32).
- Él (Dios) quitó al amante y al amigo. (Salmo 88:8,18).
¿Qué hacen nuestras pruebas por nosotros?
- Que el poder de Cristo habite en nosotros. (2 Corintios 12:9–10).
- Aprenderemos a estar satisfechos. (Filipenses 4:9).
- Recibiremos una recompensa. (2 Timoteo 4:7,19).
- No nos falta nada. (Santiago 1:2–4).
- Él nos capacitará para consolar a otros. (2 Corintios 3:1–4).
- Él perfeccionará lo que ha comenzado en nosotros. (Filipenses 1:6–13).
- Tendremos a nuestro amado de regreso. (Filipenses 1:15).
- Recibiremos misericordia. (Hebreos 4:15).
- Aprenderemos obediencia. (Hebreos 5:7–8).
- Ellas producirán capacidad de aguante. (Santiago 1:2–4).
- Recibiremos la Corona de Vida. (Santiago 1:12).
- Probaremos nuestra fe. (1 Pedro 1:6–7).
- Seguiremos Sus pasos. (1 Pedro 2:21).
- Compartiremos sus sufrimientos. (1 Pedro 3:13).
- Seremos perfeccionados, confirmados, fortalecidos y estable-cidos. (1 Pedro 5:10).
Pídale a Dios que la guíe a través de todas las pruebas. “Fíate de Jehová de todo tu corazón, y no te apoyes en tu propia prudencia. Reconócelo en todos tus caminos, y él enderezará tus veredas. No seas sabio en tu propia opinión; teme a Jehová, y apártate del mal” (Proverbios 3:5–7 RVR 1960).
Llamémoslo para que nos fortalezca, acerquémonos a Él en el tiempo de necesidad. Permitámosle que nos discipline, nos pruebe, nos examine. Gocémonos siempre en todas las cosas, no sólo lo bueno, sino también los problemas que vienen a nuestro camino. Mantengamos la esperanza cerca de nuestros labios y pronta en nuestras mentes. ¡Que siempre recordemos que es Su voluntad que pasemos por tiempos difíciles y que sirven para bien!
“Regocijándose de que hubieran sido considerados dignos de sufrir afrenta por Su Nombre” Hechos 5:41.
“Fuerza y dignidad son su vestidura, y sonríe al futuro”
Proverbios 31:25.
“Y sabemos que para los que aman a Dios,
todas las cosas cooperan para bien,
esto es, para los que son llamados
conforme a Su propósito” Romanos 8:28.
Compromiso personal: Considerar todo como gozo cuando me encuentro con diversas pruebas. “Basada en lo que he aprendido de la Palabra de Dios, me comprometo a permitir la prueba de mi fe para ayudarme a producir constancia. Y permitiré que la constancia tenga su perfecto resultado, que yo sea perfecta y completa, sin faltarme nada”.
Si está lista para comprometerse con DIOS a terminar el curso, AL HACER CLIC AQUÍ ha aceptado, y está lista para documentar este primer paso de su Viaje de Restauración en su formulario "Notas de mi viaje de restauración". Tómese su tiempo, siéntese, tome su café o té y vierta su corazón en su Diario.
Durante mucho tiempo hablé del versículo de los que aman a Dios todo les ayuda para bien sin embargo mi corazón pensé aplicarlo a mi vida personal, Dios está permitiendo que viva hoy una situación que me haga entenderlo, cuando descubrí este ministerio en mi desesperación por encontrar una respuesta y ver todos los testimonios posibles, pude apreciar él amor que mi padre eterno tiene para mi y los míos, he leído este libro ya una vez y ,e ha impactado mucho sin embargo ahora que estoy iniciando los cursos me doy cuenta que aún me falta mucho por atravesar y que debo de creer en las promesas de Dios, gracias por que el señor guió a alguien a ayudar a más mujeres como yo, Dios bendiga sus vidas grandemente
Es muy lindo lo que compartes Elise 💖 Es cierto, todo esto que pensamos que nos destruye en realidad nos está reconstruyendo y preparando para Su propósito con nosotras!! “Ustedes pensaron hacerme mal, pero Dios cambió todo para bien, para hacer lo que hoy vemos, que es darle vida a mucha gente” Génesis 50:20
Por tercera vez estoy leyendo el libro, pero en verdad estoy asombrada de como Dios usa todo los recursos para hablarnos, pues hoy leyendo este capitulo me ha traido una paz y una fe renovada, creia que ya habia soltado a mi esposo desde hace mucho, pero en las ultimas semanas tuve noticias de que ya se fue a vivir con la OM, me hizo sentir muy triste saberlo pero mas que nada porque segun yo lo habia soltado, y me siento infiel con mi amado cuando permito que esta tristeza me invada, pero en esta lección me hablo mi amado de una manera tan dulce, me ha dicho que no tema que no entristezca que las pruebas son para fortalecerme y sobre todo que el tiene el control sobre todo lo que esta permitiendo que pase, no se como explicar que aunque antes ya lo habia leido, fue hasta hoy que pude entenderlo, gracias a mi amado que me ama tanto. Hoy ha renovado mis fuerzas y ha dibujado en mi una sonrisa genuina de felicidad por esta complicidad que hay entre mi amado y yo. Bendiciones para todas las hermosas que lean esta nota, aun cuando sientan que retroceden, sigan adelante, que Dios en su inmensa misericordia siempre nos llenará con su palabra y traera gozo a nosotras cada día.
Cada cierto tiempo de pruebas acudo a este capítulo para confirmarme cada vez que todas ellas son para transformarme a Su imagen y volver todo mi amor solo hacia El.