ESP_W_H_CoverFront

Sacando el Mayor Provecho de

Su Horno

Deliciosos Manjares para el Desayuno

No hay nada que usted pueda aprender o enseñar a sus hijas que le traiga mayores cumplidos y satisfacción que aprender a hornear desde cero. Yo tengo que reírme acerca de cómo cada hogar necesita tener este tipo de arte en la cocina con accesorios de acero inoxidable, ¡sin embargo la mayoría de chicas hoy en día no tienen ni idea de cómo cocinar u hornear! ¡Es una locura!

Ya que yo también era una de estas chicas locas que no sabía cómo cocinar y que nunca en su vida había horneado algo antes de estar casada (lo cual inclusive incluía una caja de premezcla), yo aprendí lo fácil que realmente era y lo increíblemente satisfactorio que es. Es por ello que le enseñé a mis hijas a hornear a una edad temprana, lo que conllevó a que ellas quisieran cocinar.

Cuando usted piensa en ello, la educación no es tan importante como aprender y dominar algo que usted va a hacer todos los días, incluso hasta tres veces al día. Lo comprado en tiendas (como mi fallecida bisabuela Brown solía llamarle) para nada sabe igual que lo que se cocina desde cero. Lo preparado o las cajas de mezclas no son mucho mejores; sin embargo, para algunos manjares horneados sí resultan ser mejores que los que se cocinan desde cero: los pasteles y la pasta de las tartas para ser específica.  

La receta para el tarta incluida en este capítulo fue mi primer éxito al hornear, lo cual me dio el valor de seguir probando nuevas cosas. El Señor estuvo conmigo (y dándome los deseos de mi corazón) en una cita de noche, cuando aún estaba casada, y mi esposo se topó con un libro de recetas de listón azul en una gran librería. Estaba lleno de postres horneados que habían ganado el listón azul en la feria estatal. ¡Yo los cambié tan solo un poco al hacerlos un poco más dulces!

El resto de recetas que estoy compartiendo son aquellas que las mujeres me han estado dando durante los años mientras les confesaba que yo no podía hornear. Damas, ahora soy conocida por mis deliciosos postres horneados. Por lo tanto, cualquiera de ustedes, tan solo siguiendo la receta, puede bendecir a su familia y amigas. “Sus hijos se levantan y la llaman bienaventurada, también su marido, y la alaba diciendo: Muchas mujeres han obrado con nobleza, pero tú las superas a todas.” (Prov. 31:28-29)

Los Panqueques de Mantequilla de Erin (y Waffles)

Cada vez que hago estos panqueques, yo obtengo muy buenos comentarios. La misma mujer que me ayudó a hornear mi primer tarta, me dió esta receta, pero era para panqueques de harina de trigo integral. Esta rinde bastante como para alimentar a una familia o para usar como un desayuno rápido durante una semana ocupada. Pueden ser recalentados en el microondas, ¡pero saben mucho mejor cuando se ponen en el tostador por un breve momento!

2 tazas de harina

2 tazas de mantequilla

2 huevos

2 cucharadas de aceite

1 cucharadita de bicarbonato de sodio

1 cucharadita de polvo de hornear

1 cucharadita de sal

1 cucharadita de vainilla

Es tan fácil. Se ponen todos los ingredientes en un recipiente para mezclar con la batidora en lento y luego en rápido. Una vez que está completamente mezclado, no vuelva a mezclarlo. Cocine en una plancha a 350°. Esta masa puede echarse en una waflera para hacer waffles ligeros y crujientes (si los quiere más densos incremente el aceite). Yo usualmente hago una masa extra y utilizo lo que me sobra para hacer waffles para mantener en el congelador para solo sacarlos y meterlos en el tostador. 

Desde que nos mudamos a Missouri, he tenido que agregar más líquido para la consistencia que le gusta a mi familia. Si a usted le gustan más “pastosos”, use menos líquido. Si a usted le gustan delgados, use más líquido. 

También me percaté que tenía panqueques más livianos cuando utilizaba harina con levadura por ¼ de la harina. Utilice harina sin blanquear para obtener un sabor más natural y sabroso, o utilice harina orgánica para obtener el mismo delicioso sabor, que es la que yo utilizo actualmente.  

Variación de Panqueques: Para hacer panqueques suecos: remueva un cuarto de la harina y añada un huevo extra; son más delgados y saben un poco más a “huevo.”

¡Para un verdadero manjar, con la segunda mitad de la masa yo hago panqueques con chispas de chocolate! ¡¡Mis hijos hablan de ellos con sus amigos con gran entusiasmo!! A mí me gusta utilizar las “mini” chispas de chocolate. Cuando usted ya haya hecho todos los panqueques simples que usted quiera, entonces agregue algunas chispas de chocolate a la masa y dóblelos. ¡Estos también son mis favoritos! 

Para waffles: Yo había escuchado que necesitarían más aceite, así que experimente con ellos. Con mi nueva waflera belga la mejor consistencia, creo yo, es cuando el porcentaje de aceite se queda igual. Salen un poco crujientes por fuera pero suaves por dentro. Sin embargo, en mi antigua waflera, salían muy crujientes. Compruebe esto por sí misma; mantenga todos los demás ingredientes igual, ¡solo varíe una cucharada de aceite e increméntela de acuerdo al gusto de su familia! 

Bollos de Mantequilla que se Derriten-en-su-Boca

No se puede vivir en el Sur sin saber cómo preparar unos buenos bollos. A mí me encantaban los bollos, y los pedía cada vez que salíamos. ¡Después, aprendí a hacer los míos! Ahora ya no disfruto comer los de alguien más. Estos le darán muy buenos comentarios. 

Una noche, nos pidieron que lleváramos algo para una reunión de escuela en casa. Yo hice un montón de estos bollos. Una mujer vino a nuestra mesa a preguntar por qué mis hijos se habían escabullido a la fila del buffet y estaban escondiendo algo debajo de sus servilletas. ¡Cada uno de ellos había tomado dos bollos a escondidas antes de que cualquier persona pasara a servirse! ¡Sin necesidad de decir más, ella (y la mayoría de las madres allí) me rogaron por mi receta!   

En otra ocasión, mi segundo hijo, Axel, solía ayudar a recoger los productos horneados del día anterior de una panadería local para dárselos a los pobres. Un hombre mayor lo recogía muy temprano en la mañana para realizar la tarea. Una mañana, yo me levanté temprano e hice una masa de estos bollos y un  delicioso café (le daré el secreto para un delicioso café luego de los panecillos abajo) para que compartiera con su conductor ya anciano. A la semana siguiente, mi hijo entró en pánico cuando se percató de que este señor estaba sentado afuera casi una hora antes de lo que habían programado irse―¡todavía estaba oscuro! ¡Él estaba esperando los bollos y esta vez trajo su propia taza para mi café!    

2 tazas de harina

1 cucharada de polvo de hornear

1/4 de cucharadita de bicarbonato de sodio

3/4 de cucharadita de sal

1 cucharada de azúcar

1/3 de taza de manteca

1 taza de mantequilla

Precaliente el horno a 450°. Tamice la harina, el polvo de hornear, el bicarbonato de soda, la sal y el azúcar. Utilizando un ablandador de masa de mano, corte la manteca hasta que la mezcla se asemeje a migajas gruesas. Haga un pozo (u hoyo) en los ingredientes secos para contener el líquido y añada la mantequilla. Utilizando un tenedor, mueva rápidamente la masa hasta que esta siga al tenedor alrededor del tazón. (¡Si usted hace grandes cantidades como yo, entonces utilice un tenedor de servir grande para que sea más fácil de mezclar!) 

Coloque la masa en una superficie ligeramente enharinada. Amase suavemente de 10-12 veces. (Si usted amasa en exceso los panes rápidos, puede que luzcan muy bien, pero quedarán como hule. Así que NO amase en exceso los bollos, los panecillos o el pan de soda―cualquier pan rápido.) Extienda la masa dejándola con un grosor aproximado de 1/2 pulgada (puede usar un rodillo para hacer que el grosor quede más uniforme).   

Inserte un cortador de galletas redondo (o utilice la parte superior de un vaso, como hacía mi madre) en la harina a cada pocos cortes. Corte la masa hacia abajo; no gire el cortador. 

Colóquelos con una distancia de una pulgada entre cada uno en una bandeja para hornear sin grasa. Hornéelos en el horno precalentado alrededor de 12-15 minutos a 450° o hasta que luzcan levemente dorados en la parte superior. (Si alguna vez resultarán blandos por dentro, puede ser porque están muy gruesos, así que solo hágalos más delgados la próxima vez.)

Panecillos Escoceses

Encontré esta receta en una revista hace muchos años. Mi familia se enamoró de ella. Una noche, conocí a una mujer de Escocia, y ella me rogó por esta receta. Al parecer su esposo, un americano, estaba decepcionado de que ella no pudiera hacerle panecillos escoceses. Unas semanas más tarde, cuando entré en la tienda donde ella trabajaba, pensé que iba a saltar sobre el mostrador cuando me vio. ¡Ella me dijo que esta receta cambió totalmente su matrimonio, y que ahora está casada con “el hombre más feliz sobre la faz de la tierra!” Sin embargo, unos meses después, ¡ella me contó que él había subido unas cuantas libras!

2 tazas de harina

2 cucharaditas de polvo de hornear

1/4 de cucharadita de bicarbonato de sodio

1/2 cucharadita de sal

2 cucharadas de azúcar

_______________________________

1/3 de taza de manteca(6 cucharadas en rodajas finas)

3/4 de taza de mantequilla

1 huevo grande, ligeramente batido

Un poco de leche para la parte superior

Combine los primeros cinco ingredientes; después, corte la manteca con un cortador de pasteles hasta que esté muy fina. Agregue la mantequilla, la leche y el huevo. Revuelva con un tenedor hasta que esté húmeda. Amase solo cinco o seis veces (no más). Divida la masa a la mitad y forme un círculo con cada mitad. Corte cada círculo en ocho (tipo pizza) rodajas con un cuchillo filoso que usted sumerja continuamente en harina. Colóquelos a una pulgada el uno del otro en una bandeja de galletas ligeramente engrasada. Con una brocha aplíqueles leche y espolvoréeles azúcar encima. Horneé a 425° por 12-15 minutos. ¡Sírvalos calientes!  

*Si usted tiene mi receta de una edición previa, usted puede notar que no dije nada acerca de tener la mantequilla MUY fría, lo que yo había escuchado que hacía toda la diferencia en el mundo en cuanto a la textura. Esto hacía que el proceso de cortar fuera MUY difícil, así que en realidad no me gustaba hacer estos panecillos. Luego, mientras oraba un día acerca de una manera de cortarlos de manera más fácil, el Señor me hizo que probara suavizar la mantequilla. Damas, ¡ni mi familia ni yo pudimos notar o sentir ninguna diferencia! ¡Ahora son tan fáciles de hacer como los bollos de mantequilla! ¿Acaso no es maravilloso Dios cuando lo buscamos para las respuestas a nuestros dilemas?

Pastel de Café Durante la Noche

Durante cada Pascua, en vez de celebrar con huevos y el conejo, nosotros tenemos el Desayuno Aleluya—¡Jesús ha resucitado! Yo hago esto la noche antes. ¡Es simplemente delicioso!

También comemos pavo para la cena de Acción de Gracias. Le agradecemos al Señor por haber muerto en la cruz, y le agradecemos a Dios por haber enviado a Su Hijo. Estamos muy ocupados para hacerlo el Domingo de Pascua este año, así que celebraremos nuestro Desayuno Aleluya durante el sábado. 

2 tazas de harina

1 taza de azúcar

1/2 taza de azúcar morena empacada firmemente 

1 cucharadita de bicarbonato de sodio 

1 cucharadita de polvo de hornear

1/2 cucharadita de sal

_____________________

 

1 taza de suero de leche

1/2 taza de mantequilla (1 barra y 2 cucharadas)

2 huevos grandes

_______________________

 

1/2 taza de azúcar morena empacada firmemente

1 cucharadita de canela

Combine los primeros seis ingredientes; luego, añada el suero de leche, la mantequilla y los huevos. Bata a velocidad suave con una batidora eléctrica hasta que estén humedecidos; bata a velocidad media durante tres minutos. Vierta la masa en un molde engrasado y enharinado de 13x9x2. Combine los últimos dos ingredientes y espárzalos encima de la masa con su mano. Cúbralo y refrigérelo durante la noche. Destápelo y hornéelo a 350° por 30–35 minutos o hasta que un palillo de madera salga limpio al insertarlo en el centro. Sirva tibio. 

Pan de Soda Australiano

Esta es básicamente una receta de un bizcocho grande de “allá”. Damas, es tan FÁCIL—¡solo lleva tres ingredientes!

Corte dos barras de mantequilla o de margarina en seis tazas de harina con levadura con un ablandador de masa hasta que quede quebradiza. Añada una taza de suero de leche y revuelva con un tenedor hasta que se humedezca. Amase tres–cuatro veces (no más). Corte la masa a la mitad y forme dos trozos redondos. Corte una “x” en la parte superior de ambos con un cuchillo de carne.  Aplíqueles leche con una brocha y espolvoréeles azúcar encima. Hornee a 425° por 25–28 minutos hasta que estén un poco dorados. Sírvalos calientitos con mermelada. 

Consejo: Cuando vaya a limpiar la harina de la superficie después de que haya terminado de amasar, utilice un trapo SECO o una toalla de papel para una limpieza fácil. Mueva el basurero a la par del mostrador y limpie. Seguidamente, pásele un trapo húmedo. 

Consejo: Cuando esté lavando cualquier cosa que sea grasosa, límpiela lo más que pueda con una toalla de papel (o la servilleta más barata). La grasa es lo que tapa los drenajes y si usted tiene una fosa séptica, la grasa impide que la comida sea absorbida por la tierra. 

Tostadas Francesas

Yo compro las rodajas francesas largas que ya vienen parcialmente partidas en diagonal, pero cualquier tipo de pan funcionará. 

Revuelva tres huevos

3/4 de taza de leche (hágalo con suero de leche a veces para un sabor diferente) 

1 ½ cucharadita de vainilla

Remoje y cocine en una parrilla “engrasada” a 350°. Yo rompo la mitad del papel que envuelve la mantequilla y la paso sobre la parrilla caliente. ¡Le da un sabor tan delicioso!

Al utilizar diferentes tipos de pan, usted puede hacer muchos tipos de tostadas francesas diferentes. ¡Mi favorita es cuando utilizo pan de canela y pasas y a mi familia le gusta la tostada tipo Texas (simplemente es pan blanco de mayor grosor) e inclusive el pan blanco simple!

Espolvoréele azúcar en polvo en la parte superior para una bella presentación o azúcar de canela para un sabor diferente.   

Delicioso Café 

Cuando quiere ser una buena anfitriona, es importante que usted sepa hacer buen café―ya sea que usted tome o no tome. La bisabuela Brown trató de ocultar que yo necesitaba ayuda con mi café durante una de sus visitas anuales antes de que falleciera. Una vez que entendí el indicio, le dije, “¡Abuela, por favor dígame qué hacer!” Esto es lo que ella me dijo.

Primero, asegúrese de que su cafetera siempre se mantenga limpia. Si se utiliza a diario, límpiela una vez al mes vertiendo vinagre seguido de dos partes de agua alcalina. 

Luego, asegúrese de que el sabor no sea muy fuerte, ni muy suave, sino que sea “el correcto.” Mida una cucharadita redonda de cocina por cada taza de café. Nosotros recientemente compramos una cuchara para café que equivale a 3 cucharaditas llenas de café.  

*Sin embargo, ya que el café se ha vuelto tan popular con el expreso y con los cafés más oscuros y ricos siendo más populares, yo comencé a DUPLICAR esta receta. 

Ahora, para el secreto final―esto fue cuestión del Señor. Nosotros acostumbrábamos a tener unas reuniones de células en nuestro hogar cuando aún vivíamos en California. ¡Nuestro grupo tenía a dos adictos al café! Yo estaba totalmente desprevenida para nuestra primera reunión. Yo rápidamente me percaté de que me estaba quedando sin café regular. Luego de haber orado, yo pensé que podía “multiplicar” el café regular al mezclar la mitad de regular y la mitad de descafeinado juntos. ¡Todos se volvieron LOCOS! ¡El grupo se tomó todo el café que tenía en casa esa noche!

Comencé a comprar una lata de cada uno (descafeinado y regular) y a mezclarlos juntos, hasta que me percaté que las compañías cafeteras hacen 1/2 y 1/2 ahora (la mitad descafeinado). Si usted está comprando su café y mezclándolo, solo asegúrese de que compre de dos diferentes marcas cuando elija su café descafeinado y su café regular. Yo guardo mi café en el congelador para mantenerlo fresco luego de abrirlo.   

Después de esa noche, yo les he dado este secreto para un delicioso café a mis amigas. ¡Aquellas que han seguido los pasos arriba señalados, vuelven para decirme todos los cumplidos que ahora reciben por su café!

Consejo: La abuela Brown también me hizo comprar nuevos paños de cocina. Yo acostumbraba utilizar los gruesos (tela de toalla) que eran para secar las manos, no los trastos. Los paños de cocina son muy delgados y no dejan mota. ¡Yo compré un puñado de estos hace años en un almacén de mayoreo y me duraron por años! 

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *