Lea el Testimonio de matrimonio RESTAURADO,
¡No sabes con quién estás tratando!

Este testimonio fue tomado de uno de nuestros muchos
libros por palabra de sus Testimonios
para ayudarle a
superar cualquier duda o el miedo  en
la capacidad de Dios y el deseo de
restaurar su matrimonio!

Capítulo 11 "Yo Aborrezco El Divorcio"

Yo aborrezco el divorcio
—dice el Señor, Dios de Israel
—Malaquías 2:16

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¿Por qué tantos matrimonios están terminando en divorcio? Todas hemos escuchado las estadísticas… 50% de los primeros matrimonios terminan en divorcio y 80% de los segundos matrimonios terminan en divorcio. Eso significa que ¡sólo el 20% de los segundos matrimonios sobreviven! ¡¡La verdadera lástima es que justo el mismo número de matrimonios terminan en divorcio en la iglesia!! ¡Los cristianos ahora aceptan el divorcio como una opción! ¿Por qué el ataque tan violento hacia los matrimonios?

“y cayó la lluvia, vinieron los torrentes, soplaron los vientos y azotaron aquella casa; pero no se cayó, porque había sido fundada sobre la roca” (Mateo 7:25). ¿Fue su casa edificada sobre la roca? “y cayó la lluvia, vinieron los torrentes, soplaron los vientos y azotaron aquella casa; y cayó, y grande fue su destrucción” (Mateo 7:27).

¡La Roca sobre la que necesitamos construir es la Palabra de Dios! ¿Cuántas de nosotras realmente sabíamos los principios que ha leído en este libro hasta ahora sobre el matrimonio? Oseas 4:6 nos dice que “Mi pueblo es destruido por falta de conocimiento”. ¡Esto desde luego fue cierto para mí, y estoy segura de que también es cierto para usted!

Entonces, cuando nuestro matrimonio falla, buscamos ser liberadas del matrimonio solo para repetir los errores en un segundo matrimonio o en uno posterior. Dios odia el divorcio, pero cuando estamos en medio de problemas, eso es lo que creemos nos traerá alivio. Incluso tratamos de convencernos a nosotras mismas (y a los demás) de que el divorcio es lo que Dios quiere para nosotras, ya que no quiere que suframos. (Regrese al capítulo 4, “Diversas Pruebas”, si aún cree que esto es cierto).

El engaño

Cuando entretenemos un pensamiento o una idea equivocados, Dios nos dice: “Sino que cada uno es tentado cuando es llevado y seducido por su propia pasión (La definición de lujuria es un “anhelo” por lo que está prohibido, como anhelar el divorcio cuando Dios dice: “Odio el divorcio”). Después, cuando la pasión ha concebido, da a luz el pecado; y cuando el pecado es consumado, engendra la muerte” (Santiago 1:14–16). Es triste que tantos digan que el divorcio no tiene nada de malo, especialmente en determinadas circunstancias, incluso cuando la destrucción que deja es evidente.

 Debemos obedecer a Dios en vez de a los hombres. Cada uno tiene su propia opinión sobre el matrimonio y el divorcio (lo que él o ella “piensa” que Dios nos dice acerca del matrimonio en Su Palabra). “Debemos obedecer a Dios en vez de obedecer a los hombres” (Hechos 5:29).

Él es nuestra única esperanza de salvación. No siga lo que otras personas dicen. En lugar de eso, siga a Dios; obedézcalo, porque Él es nuestra única esperanza de salvación. No complique Su Palabra tratando de encontrar “lo que usted cree que quiere decir” ¡Él quiere decir exactamente lo que dice!

No me avergüenzo del evangelio de Cristo. Por favor manténgase firme en las enseñanzas de Dios sin importar lo que es popular o cuántas personas en su iglesia se han divorciado y/o vuelto a casar. “Porque no me avergüenzo del evangelio, pues es el poder de Dios para la salvación de todo el que cree, del judío primeramente y también del griego” (Romanos 1:16).

¡Por favor entienda que si los matrimonios se van a salvar, debemos mantenernos en la verdad! Esos segundos matrimonios que “se ven” felices están de hecho viviendo en derrota, sin ser un testimonio de la fidelidad de Dios. Ellos causan que muchos otros sufran o vivan en un nivel inferior a lo mejor que Dios ofrece, ¡especialmente los hijos, quienes sufren más que todos! ¡Es muy tentador querer encontrar un segundo esposo cuando muchas profesan que encontraron felicidad en su segundo matrimonio después de que finalmente se deshicieron de su primer esposo!

Con gentileza se corrige a los que se oponen. Por favor no debata el asunto del divorcio. Cada persona es responsable de hablar, enseñar y vivir la verdad. Entonces el Espíritu Santo hará el trabajo de convencimiento, el Señor cambiará sus corazones. “Pero rechaza los razonamientos necios e ignorantes, sabiendo que producen rencillas” (2 Timoteo 2:23).

“El siervo del Señor no debe ser rencilloso, sino amable para con todos, apto para enseñar, sufrido. Debe reprender tiernamente a los que se oponen, por si acaso Dios les da el arrepentimiento que conduce al pleno conocimiento de la verdad, y volviendo en sí, escapen del lazo del diablo, habiendo estado cautivos de él para hacer su voluntad” (2 Timoteo 2:24–26).

El árbol se conoce por su fruto. Podemos ver los frutos de muchos de aquellos en el liderazgo de la iglesia, los que han permitido que se difunda el abuso de las “excepciones” para el divorcio. Hemos visto que comenzó con la evasiva de “infidelidad o adulterio” ¡y ha conducido a divorcio por prácticamente cualquier razón! Es semejante con lo que ha pasado con el asunto del aborto... ¡la violación, el incesto, y la salud de la madre ahora representan menos del 1% de los abortos que se practican! “Por sus frutos los conocerán” (Mateo 7:16). “O hagan ustedes bueno el árbol y bueno su fruto, o hagan malo el árbol y malo su fruto; porque por el fruto se conoce el árbol” (Mateo 12:33). Podemos claramente ver el fruto malo que ha producido el transigir la Palabra de Dios: matrimonios rotos y votos rotos.

Las preguntas

¿Por qué debemos entender y seguir la ley de dios referente al matrimonio?

 Las familias están siendo destruidas, y sin la familia, el fundamento en el que nuestro país se mantiene será removido, ¡y nuestra caída será enorme! Nosotros, como cristianos, tendremos la culpa. No podemos apuntar el dedo hacia otros porque Dios nos promete a nosotros como creyentes que “y se humilla Mi pueblo sobre el cual es invocado Mi nombre, y oran, buscan Mi rostro y se vuelven de sus malos caminos, entonces Yo oiré desde los cielos, perdonaré su pecado y sanaré su tierra” (2 Crónicas 7:14).

Aún así, los matrimonios cristianos están pereciendo a la misma velocidad de destrucción que los del mundo. ¿Por qué? “Mi pueblo es destruido por falta de conocimiento” (Oseas 4:6). Los cristianos han sido engañados, y están siguiendo los caminos del mundo en lugar de los caminos de Dios.

¿Cómo podemos saber que hemos sido engañados acerca del matrimonio y del divorcio?

 Apartándose de los mitos. Los que se sientan en las bancas de la iglesia no quieren oír la verdad. “Porque vendrá tiempo cuando no soportarán la sana doctrina, sino que teniendo comezón de oídos, conforme a sus propios deseos, acumularán para sí maestros, y apartarán sus oídos de la verdad, y se volverán a los mitos” (2 Timoteo 4:3-4).

Ahora buscamos soluciones mundanas para matrimonios con problemas o heridos en lugar de buscar al Señor y a Su Palabra. “Pero ustedes son linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido para posesión de Dios” (1 Pedro 2:9). ¡No somos una nación santa si sólo seguimos el derrotado camino que lleva a la corte de divorcio!

Usted no puede hacer lo que quiere. Su Palabra siempre es consistente; la Palabra de Dios se opone a las filosofías del mundo y algunas veces es difícil de entender y seguir. “Pero el hombre natural no acepta las cosas del Espíritu de Dios, porque para él son necedad; y no las puede entender, porque son cosas que se disciernen espiritualmente” (1 Corintios 2:14). “Digo, pues: anden por el Espíritu, y no cumplirán el deseo de la carne... de manera que ustedes no pueden hacer lo que deseen” (Gálatas 5:16–17).

Malos frutos. De nuevo, podemos fácilmente ver “los frutos” de todos los matrimonios cristianos que han sido destruidos porque ellos creyeron las mentiras. “Por sus frutos los conocerán. ¿Acaso se recogen uvas de los espinos o higos de los cardos? Así,8 todo árbol bueno da frutos buenos; pero el árbol malo da frutos malos” (Mateo 7:16–17).

Los hechos escriturales se mantienen firmes

Busquemos más en las Escrituras para ver como Dios ve el matrimonio.

El matrimonio es de por vida. Decimos en los votos hasta que la muerte nos separe. “Así que ya no son dos, sino una sola carne. Por tanto, lo que Dios ha unido, ningún hombre lo separe” (Mateo 19:6). “Y LOS DOS SERÁN UNA SOLA CARNE; así que ya no son dos, sino una sola carne” (Marcos 10:8).

¡Dios dice que aborrece el divorcio! Aun así, ¡algunas mujeres están realmente convencidas de que Dios las dirigió al divorcio! Algunas han dicho que Dios las ha “liberado”. Él dice, “Yo aborrezco el divorcio—dice el Señor, Dios de Israel” (Malaquías 2:16 NVI). Él nunca cambia… “Jesucristo es el mismo ayer y hoy y por los siglos” (Hebreos 13:8).

Usted no es la excepción. “Ciertamente ahora entiendo que Dios no hace acepción de personas” (Hechos 10:34).

El volverse a casar no es una “opción”, ¡La Biblia dice que es “adulterio”! “...Pero yo les digo [Jesús mismo lo dijo] que todo el que se divorcia de su mujer, a no ser por causa de infidelidad, la hace cometer adulterio; y cualquiera que se casa con una mujer divorciada, comete adulterio” (Mateo 5:32).

“Pero Yo les digo que cualquiera que se divorcie de su mujer, salvo por infidelidad (fornicación, RVR 1960), y se case con otra, comete adulterio” Mateo 19:9.

Comete adulterio. “Y Él [Jesús nuevamente] les dijo: Cualquiera que se divorcie de su mujer y se case con otra, comete adulterio contra ella” (Marcos 10:11). “Todo el que se divorcia de su mujer y se casa con otra, comete adulterio; y el que se casa con la que está divorciada del marido, comete adulterio” (Lucas 16:18).

Si su esposo muere. “Así que, mientras vive su marido, será llamada adúltera si ella se une a otro hombre; pero si su marido muere, está libre de la ley, de modo que no es adúltera aunque se una a otro hombre” (Romanos 7:3).

No tiene entendimiento. “El que comete adulterio no tiene entendimiento; el que lo hace destruye su alma” (Proverbios 6:32). “Si un hombre comete adulterio con la mujer de otro hombre, (que cometa adulterio con la mujer de su prójimo), el adúltero y la adúltera ciertamente han de morir” (Levítico 20:10).

¿Qué hay de la cláusula de “excepción”?

 De nuevo, muy pocos divorcios en la iglesia son por la razón del adulterio, aún si esa fuera la correcta “excepción”. Cuando los pastores me aconsejaron me dijeron que tenía motivos para divorciarme porque mi esposo estaba en adulterio, traté de descubrir la verdad. Lo que encontré fue que realmente, en cada referencia bíblica, las palabras “adulterio” y “fornicación” o “impureza moral” son usadas intercambiablemente como si ellas fueran las mismas palabras —¡pero nolo son! La palabra “adulterio” (la Concordancia de Strong en el griego o lenguaje original es 3429 Moichao) que significa después del matrimonio. La palabra “fornicación” (4202) significa antes del matrimonio. Estos son dos pecados separados y no deberían ser confundidos.

Entonces, cuando la Biblia dice en Mateo 19:9, “Pero Yo les digo que cualquiera que se divorcie de su mujer, salvo porinfidelidad, y se case con otra, comete adulterio”, esta excepción significaba que un hombre podría divorciarse de su esposa si, antes de que fueran casados, se descubría que había sido inmoral o había cometido fornicación, como fue el caso de José cuando la Biblia dijo que contemplaba divorciarse de María en secreto (Mateo 1:19). No quiere decir que si descubre que su esposo ha cometido adulterio, que es la intimidad después del matrimonio, puede divorciarse de su esposo.

Con esta información, podemos volver a escribir el versículo en Mateo con la traducción correcta, para decir: Pero yo [Jesús mismo lo dijo] les digo que todo el que se divorcia de su mujer, la hace cometer adulterio; y cualquiera que se casa con una mujer divorciada, comete adulterio”. Sólo cuando una mujer, en o antes de su boda, era descubierta no siendo virgen, sólo entonces el esposo podía divorciarse de su esposa. Y de nuevo, Moisés sólo permitió a los hombres divorciarse: “Él les contestó: ‘Por la dureza de su corazón Moisés les permitió a ustedes divorciarse de sus mujeres; pero no ha sido así desde el principio’” (Mateo 19:8).

En otras palabras, no, usted no se puede divorciar de su esposo por ninguna razón.

¡Sea cuidadosa cuando dice que “Dios le dijo!” “Estoy contra los profetas, declara el Señor, que usan sus lenguas y dicen: ‘El Señor declara’. Estoy contra los que profetizan sueños falsos, declara el Señor, y los cuentan y hacen errar a Mi pueblo con sus mentiras y sus presunciones” (Jeremías 23:31–32). “Yo aborrezco el divorcio–dice el Señor, Dios de Israel” (Malaquías 2:16 NVI). ¡Dios nunca nos dice que vayamos contra Su Palabra! ¡Él nunca cambia! ¡¡Nunca!!

También debe ser muy cuidadosa con lo que dice acerca del divorcio o de volverse a casar, por cuanto podría causar que alguien cayera y se divorciara o se volviera a casar. ¡Ay del mundo por sus piedras de tropiezo! Porque es inevitable que vengan piedras de tropiezo; pero ¡ay de aquel hombre por quien viene el tropiezo!... mejor le sería que le colgaran al cuello una piedra de molino de las que mueve un asno, y que se ahogara en lo profundo del mar” (Mateo 18:7,6).

Muchos han sido engañados. Si cree que Dios quiere el divorcio, ha sido engañado, “Y no es de extrañar, pues aun Satanás se disfraza como ángel de luz” (2 Corintios 11:14).

La naturaleza pecaminosa cosecha destrucción. “Porque el que siembra para su propia carne, de la carne segará corrupción, pero el que siembra para el Espíritu, del Espíritu segará vida eterna” (Gálatas 6:8). Verifique para ver cuan “implacable” es antes de que vaya en una dirección específica. Los deseos carnales se sienten bien en la carne; si tiene uma “urgencia” detrás de ellos, no necesita gracia para llevarlos a cabo. “Porque el deseo de la carne es contra el Espíritu, y el del Espíritu es contra la carne, pues estos se oponen el uno al otro, de manera que ustedes no pueden hacer lo que deseen” (Gálatas 5:17).

¡Dios y sólo Dios! ¿Qué conocimiento se ha ganado al ver tantos matrimonios destruidos y con problemas? ¡Dios y sólo Dios puede salvar y mantener un matrimonio unido por su obediencia a Su palabra! Tiene que conocer Su Palabra antes de poder comenzar a obedecerla. “Mi pueblo es destruido por falta de conocimiento” (Oseas 4:6). ¡Es por eso que usted debe leer esto una y otra vez! Por eso debe meditar en Su Palabra. ¡Es por eso que debe alimentarte de Su Palabra no solo todos los días, sino todo el día!

Si me amas

En conclusión, “Si alguien enseña una doctrina diferente y no se conforma a las sanas palabras, las de nuestro Señor Jesucristo, y a la doctrina que es conforme a la piedad, está envanecido y nada entiende, sino que tiene un interés corrompido en discusiones y contiendas de palabras, de las cuales nacen envidias, pleitos, blasfemias, malas sospechas, y constantes rencillas entre hombres de mente depravada, que están privados de la verdad” (1 Timoteo 6: 3–5).

“Si ustedes me aman, guardarán Mis mandamientos” (Juan 14:15). Si dices que le crees a Dios, entonces obedécelo. “¿Por qué ustedes me llaman: “Señor, Señor”, y no hacen lo que Yo digo?” (Lucas 6:46). Si ha decidido pedirle a Jesús su salvación pero no sigue Sus enseñanzas, entonces Él no es su Señor y Maestro. Si Él es su Señor, entonces asegúrese de que actúa así. ¡Obedécezcalo!

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