Lea el Testimonio de matrimonio RESTAURADO de Valerie,
"Casado con el padre de mi hijo"
Este testimonio fue tomado de uno de nuestros muchos
palabra de su Testimonies libros
para ayudarle a
superar cualquier duda o el miedo en
la capacidad de Dios y el deseo de
restaurar su matrimonio!
Capítulo 13 "Admirable Consejero"
"Y se le darán estos nombres:
Consejero admirable,
Dios fuerte,
Padre eterno,
Príncipe de paz."
Isaías 9:6
Mi esposo está pidiendo el divorcio, ¿qué debo hacer?
¿CÓMO PUEDO ENCONTRAR A ALGUIEN QUE ME DEFIENDA?
¿CÓMO PUEDO PROTEGERME A MÍ MISMA Y ESPECIALMENTE A MIS HIJOS?
Muchos cristianos, consejeros y aún pastores, le aconsejarán que consiga a un buen abogado cristiano para protegerle a usted y a sus hijos. Sin embargo, cuando yo me enfrenté a este dilema, yo busqué en la Escritura y fui al “Poderoso Consejero”
¡Encontré en Su Palabra que Él ha prometido el protegerme y defenderme! Lo escogí a Él e hice lo que Su Palabra me dijo que hiciera. Él no era solamente fi el sino más poderoso que cualquier otro abogado o corte podrían ser, ¡porque yo puse mi confi anza en Él SOLAMENTE!
¿Quién ha conocido la mente del Señor? “¡Qué profundas son las riquezas de la sabiduría y del conocimiento de Dios! ¡Qué indescifrables sus juicios e impenetrables sus caminos! ¿Quién ha conocido la mente del Señor, o quién ha sido su consejero?” Romanos. 11:33–34. Háblele al Señor. Luego siéntese en silencio y escuche lo que Él le diga.
Ay de los rebeldes. Egipto representa al mundo. “Ay de los hijos rebeldes que ejecutan planes que no son míos, que hacen alianzas contrarias a mi Espíritu, que amontonan pecado sobre pecado, que bajan a Egipto sin consultarme, que se acogen a la protección de Faraón, y se refugian bajo la sombra de Egipto” Isaías. 30:1–2.
¿Ha usted buscado protección en el sistema de cortes? ¿Confía usted en su abogado MÁS que en su Señor? “¡Maldito el hombre que confía en el hombre! ¡Maldito el que se apoya en su propia fuerza…!” Esto hace que “aparta su corazón del Señor” Jeremías 17:5.
A ti no te afectará. “Si alguien te pone a pleito para quitarte la capa, déjale también la camisa” Mateo 5:40. Usualmente estamos preocupados de que nuestros esposos no se preocupen por nosotras y que ellos tomarán mucho de lo que nuestros hijos merecen. Si usted actúa como si él es su enemigo y pelea, él peleará también. ¿No ha sido así en el pasado?
Muchas comparten “historias de horror” acerca de quienes se han divorciado para asustarle hasta que consiga un buen abogado. Sólo recuerde “Podrán caer mil a tu izquierda, y diez mil a tu derecha, pero a ti no te afectará” Salmo 91:7. En lugar de eso, “No te dejes vencer por el mal; al contrario, vence el mal con el bien” Romanos. 12:21. Deje ir a su abogado y confíe en Dios SOLAMENTE para protegerle y acompañarle.
¿Se atreve a ir ante los inconversos en lugar de los creyentes? “Si alguno de ustedes tiene un pleito con otro, ¿cómo se atreve a presentar demanda ante los inconversos, en vez de acudir a los creyentes?” 1 Corintios 6:1. Esta es una Escritura muy fi rme. ¿Desafi aremos a Dios? Si usted meramente se presenta en la corte, usted está presentándose “delante de los inconversos”
En la mayoría de los estados usted no viola la ley si no se presenta en la corte si le han presentado papeles de divorcio. Usted solamente pierde automáticamente. Algunos le hacen fi rmar una renuncia de que usted no se presentará, y en algunos (como en el estado de Florida en el momento en que este libro es escrito) usted no tiene que fi rmar los papeles ni presentarse en la corte.
Verifíquelo y no solamente tome la palabra de una persona si ellos le dicen que usted “tiene que” hacer algo. Yo tomé este versículo literalmente cuando me presentaron los papeles de divorcio. No firmé los papeles ni me presenté a la audiencia– ¡y Dios me libró! Si yo hubiera ido con un abogado o si me hubiera mostrado en la corte, ¡no hubiera visto la poderosa liberación de los manos de Dios!
Juzgaremos ángeles. “¿Acaso no saben que los creyentes juzgarán al mundo? Y si ustedes han de juzgar al mundo, ¿cómo no van a ser capaces de juzgar casos insignifi cantes? ¿No saben que aún a los ángeles los juzgaremos? ¡Cuánto más los asuntos de esta vida!” 1 Corintios 6:2–3. Dios nos está probando, mostrándonos cuán triviales e insignifi cantes son los asuntos de este mundo en comparación con nuestra vida con Él.
Los asuntos de esta vida. “Por tanto, si tienen pleitos sobre tales asuntos, ¿cómo es que nombran como jueces a los que no cuentan para nada ante la iglesia?” 1 Corintios 6:4. Las cortes hoy en día no siguen las enseñanzas bíblicas como ellas lo hacían cuando nuestro país fue fundado. Como resultado de esto, tenemos reglas y cargas colocadas sobre los creyentes que ni Dios ni nuestros padres fundadores tenían en mente. Si usted escoge a las cortes para ayudarle, usted escogerá su juicio sobre la protección y la provisión de Dios.
Ante los incrédulos. “Digo esto para que les dé vergüenza. ¿Acaso no hay entre ustedes nadie lo bastante sabio como para juzgar un pleito entre creyentes? Al contrario, un hermano demanda a otro, ¡y esto ante los incrédulos!” 1 Corintios 6:5. Cuando la iglesia comenzó a ignorar las enseñanzas bíblicas, ellos también comenzaron a ignorar la corrección de la iglesia.
Nunca he oído de un hombre que se volvió de su pecado o adulterio después de ser confrontado por la iglesia. Algunos cambiaron temporalmente, ¡pero en todos los casos ellos regresaron a la otra mujer! Así que no le pida a su pastor que hable con su esposo. Permita que Dios vuelva y suavice el corazón de su esposo.
Sería mejor soportar la injusticia o dejar que le defraude. “En realidad, ya es una grave falta el solo hecho de que haya pleitos entre ustedes. ¿No sería mejor soportar la injusticia? ¿No sería mejor dejar que los defrauden? Lejos de eso, son ustedes los que defraudan y cometen injusticias, ¡y conste que se trata de sus hermanos!” 1 Corintios 6:7–8. Dios dice que es mejor dejar que le defrauden y soportar la injusticia (engañada o estafada).
La mayoría de las mujeres con las que yo hablo mientras están pasando en su proceso de divorcio están muy preocupadas por lo que van a obtener, cuánto dinero para mantención y cuántas posesiones. Si usted no se permite a sí misma el soportar la injusticia, su esposo terminará enojado y amargado. Si usted no se permite a usted misma el encontrarse atrapada frente al Mar Rojo, ¡usted nunca verá el poder de Dios para librarle! Recuerde que “las preocupaciones de esta vida y el engaño de las riquezas la ahogan (la Palabra)…” Mateo 13:22.
Nos han dicho que demás dejó a Pablo porque las preocupaciones del mundo ahogaron la Palabra en él. El siguiente versículo nos dice cómo: “El que recibió la semilla que cayó entre espinos es el que oye la palabra, pero las preocupaciones de esta vida y el engaño de las riquezas la ahogan de modo que ésta no llega a dar fruto” Mateo 13:22. La Escritura dice específicamente que fue por las “preocupaciones” y por las “riquezas” No se preocupe ni se atrape en el dinero o las posesiones.
Confíe que “Nuestro Dios suplirá nuestras necesidades,” aún cuando sus papeles dicen que él no tiene que pagar suficiente mantención de los hijos o aún cuando no “parece” que habrá suficiente dinero para usted y sus hijos. Muchos han caído en su fe porque la Palabra había sido ahogado.
Mis papeles de divorcio decían que yo no obtendría ni siquiera lo sufi ciente para mantenerme a mí misma y a mis cuatro pequeños hijos. Pero Dios suavizó el corazón de mi esposo porque yo confi é en el Señor. Yo ni siquiera necesité pedir más o decirle a él mi situación grave. ¡Dios puso en el corazón de mi esposo el deseo de pagar todas nuestras cuentas hasta que él regresó al hogar!
Porque usted es poco entusiasta. No consiga a un abogado. Si usted tiene uno, despídalo. Cada una de las mujeres que trataron de convencer a otros de que está bien el transigir algo de lo que está escrito en este libro están todavía viviendo una vida de soltería.
Probablemente esto no es lo que usted quiere escuchar. Tampoco es lo que el autor quisiera escribir. Pero debo resistir el permitir a mi corazón gobernar lo que está escrito para Él o Él cesará de usarme.
Una derrota para usted. “En realidad, ya es una grave falta el solo hecho de que haya pleitos entre ustedes. ¿No sería mejor soportar la injusticia? ¿No sería mejor dejar que los defrauden?” 1 Corintios 6:7. Esta es su respuesta: si usted va a la corte con su cónyuge, ya es una derrota para usted. Usted puede conseguir el dinero o las posesiones, ¡pero usted perderá a su esposo!
Nadie verá a Dios. “Busquen la paz con todos, y la santidad, sin la cual nadie verá al Señor” Hebreos 12:14. Si usted desea actuar como Cristo actuó (Jesús era totalmente inocente) recuerde que Él “no replicaba con insultos” 1 Pedro 2:23. Dios puede comenzar a trabajar en la vida de su esposo porque usted está plantando semillas de vida y no sigue dando a Satanás combustible para destrucción (vea 1 Pedro 3:1).
Queremos que nuestros esposos vea los caminos de Jesús en nosotros. Nosotros contristamos el trabajo del Espíritu Santo cuando hacemos las cosas que “queremos” en lugar de lo que “debemos” ¡Hágalo a la manera de Dios!
Abandone. “Abandonen toda amargura, ira y enojo, gritos y calumnias, y toda forma de malicia” Efesios. 4:31. Si usted tiene un abogado, las calumnias y la ira van a darse. Esto es de lo que el divorcio se trata. Usted debe quitar eso de usted. No importa si usted tiene un abogado cristiano o no–¡toda la liberación por parte del hombre es en vano!
De nada sirve la ayuda humana. “Bríndanos tu ayuda contra el enemigo, pues de nada sirve la ayuda humana” Sal. 108:12. He escuchado innumerables cuentos de todas las maneras como la gente trata de librarse a sí mismos, para fi nalmente encontrar que aún cuando el juez da una sentencia por una cierta cantidad de dinero o protección, ¡las cortes no pueden hacer que su esposo pague o no pueden protegerla de su venganza o de daño físico!
Ha habido mucha atención hacia aquellos que no pagan la manutención de sus hijos. Usted ha escuchado historias de hombres que regresan con sus mujeres para vengarse físicamente–¡y la ley no las puede ayudar! Permita que Dios vuelva el corazón de su esposo (Proverbios 21:1).
Su esposo no necesita penalidades más estrictas, sino un corazón para usted y sus hijos. Usted tiene Su promesa: “Cuando el Señor aprueba la conducta de un hombre, hasta con sus enemigos lo reconcilia” Proverbios 16:7.
Tome refugio en el Señor. “Es mejor refugiarse en el Señor que confi ar en el hombre” Salmo 118:8. Un abogado no es sustituto para el Señor. Si usted piensa que usted puede tener tanto la protección del abogado como la de Dios, el siguiente versículo explica que éstas son opuestas entre ellas. “¡Maldito el hombre que confía en el hombre! ¡Maldito el que se apoya en su propia fuerza…! Bendito el hombre que confía en el Señor” Jeremías 17:5, 7. Usted puede ser o bendecida o maldecida. Usted decide.
Cese de luchar. “Quédense quietos, reconozcan que yo soy Dios” Salmo 46:10. Póngalo en Sus manos. Deje de frotarse las manos en preocupación; deje de discutirlo con todos. ¡Quédese quieta! Si su esposo ya ha comenzado los trámites del divorcio, y usted ya se ha humillado y vuelto de sus malos caminos, entonces siga estos pasos:
• Llamados a paz. Dígale a su esposo que usted no quiere el divorcio, pero que usted no va a estorbar su camino (Salmo 1:1), y que usted TAMPOCO va a responder a la demanda de divorcio. Dígale que usted no lo “culpa” por querer divorciarse de usted. Dígale que usted todavía lo amará (sí la “pared del odio” se ha ido), sin importar lo que él escoja. “Sin embargo, si el cónyuge no creyente decide separarse, no se lo impidan… Dios nos ha llamado a vivir en paz” 1 Corintios 7:15.
• Dulzura en sus palabras. De nuevo, asegúrese de decirle a su esposo que usted no le peleará el divorcio y que usted no va a contratar a un abogado para defenderse. (Si tiene un abogado, dígale que lo va a despedir). Dígale a su esposo que usted confía en él y sabe por su pasado que él será justo, y que él hará lo que cree que es correcto para usted y sus hijos. “Panal de miel son las palabras amables; endulzan la vida…” Proverbios 16:24.
• Yo aborrezco el divorcio. Dígale a su esposo que usted ha cometido muchos errores en el pasado, los cuales usted no quiere repetir más. Usted espera que él le permitirá a usted el no firmar los papeles de divorcio. Sin embargo, por cuanto está es el estado de “sin fallo,” el divorcio seguirá aún si usted no firma los papeles. (Para su estado, contacte la corte para ver si usted estaría en “rebeldía” si no se presenta.) Recuerde, el Señor dice “Yo aborrezco el divorcio” Por supuesto si él persiste en que usted firme, firme, pero no haga más de lo que le piden. No ofrezca nada para intentar complacer a su esposo; esto no es agradable delante del Señor. (Vea “Esposas, esteen sujetas” bajo el título “La obediencia de Sara: ¿sumisión para pecar?”, en “La mujer sabia edifica su casa: escrito por la necia que destruyó la suya con sus propias manos)
• Nada es imposible. Sin embargo, si usted ha participado en el procedimiento del divorcio, no todo está perdido. Pídale al Señor perdón y pídale perdón a su esposo también. Demuestre su deseo de que la familia esté unida retirando cualquiera y todas las acciones legales que sean posibles. Dios comenzará a sanar ahora mismo: “para Dios todo es posible” Mateo 19:26. Si usted ha mantenido al abogado, despídalo inmediatamente si es que quiere al Mejor para defenderle. Luego, ore: “Señor, sólo tú puedes ayudar al débil y al poderoso. ¡Ayúdanos, Señor y Dios nuestro, porque en ti confiamos, y en tu nombre hemos venido contra esta multitud! ¡Tú, Señor, eres nuestro Dios! ¡No permitas que ningún mortal se alce contra ti!” 2 Crónicas 14:11.
• Más difícil de ser ganado. Si usted ya ha pasado el divorcio, la amargura, el resentimiento, y el enojo extremo son probablemente las cosas que su esposo siente contra usted ahora. Ore que Dios perdone sus transgresiones y borre los recuerdos que él tiene (Salmo 9:5) y que los reemplace con buenos pensamientos. Ore más fuerte y sea más dulce (de nuevo, la dulzura de la palabra añade persuasión) en cada oportunidad que tenga con su esposo para ganarlo de regreso al hogar. Recuerde “Más resiste el hermano ofendido que una ciudad amurallada; los litigios son como cerrojos de ciudadela” Proverbios 18:19 (Vea el capítulo 8, “Ganado sin una palabra”)
• Yo lo podría soportar. Dios entiende lo que usted está pasando. Lea el Salmo 55; Él está hablando directamente a usted. Comenzando con el versículo 6, “¡Cómo quisiera tener las alas de una paloma y volar hasta encontrar reposo! ¡Me iría muy lejos de aquí; me quedaría a vivir en el desierto. Presuroso volaría a mi refugio, para librarme del viento borrascoso y de la tempestad” Versículos 12–14: “Si un enemigo me insultara, yo lo podría soportar; si un adversario me humillara, de él me podría yo esconder. Pero lo has hecho tú, un hombre como yo, mi compañero, mi mejor amigo, a quien me unía una bella amistad… ”
• Robar, matar y destruir. Si usted ha “volado lejos,” regrese al hogar. ¡Satanás está en su gloria porque él se las ha arreglado para dividir y conquistar! Retome el terreno que le ha sido robado; ¡él es un ladrón! “El ladrón no viene más que a robar, matar y destruir; yo he venido para que tengan vida, y la tengan en abundancia” Juan 10:10. ¡Dele a Dios la victoria y el testimonio volviendo esto para Su gloria! En lugar de abandonar “su cruz” (su matrimonio con problemas), ¡recójala de nuevo y sígalo!
• Lleve su cruz cada día. “Dirigiéndose a todos, declaró: ‘Si alguien quiere ser mi discípulo, que se niegue a sí mismo, lleve su cruz cada día y me siga.’” Lucas 9:23. Asegúrese de que su cruz no es más pesada de lo que Él ha diseñado para usted; quítele toda su falta de perdón y su amargura. Es una carga pesado para llevar y, eventualmente, usted no será capaz de continuar cargándola. Usted puede ni siquiera ser capaz de levantarla ahora, para comenzar a seguirlo a Él.
• Quítele cualquier “obra de la carne” La carne se gastará y lo hará caer. Suéltelo y permita que Dios le restaure. ¡Use este tiempo para enamorarse del Señor! Si su cruz se siente demasiado pesada para cargar, hay cargas en su cruz que usted ha puesto ahí. ¡Él no miente y Él ha prometido que Él no nos daría más de lo que podemos soportar!
• Sólo tú. Ahora oremos juntas como Asa oró en 2 Crónicas 14:11: “Señor, sólo tú puedes ayudar al débil y al poderoso. ¡Ayúdanos, Señor y Dios nuestro, porque en ti confiamos, y en tu nombre hemos venido contra esta multitud! ¡Tú, Señor, eres nuestro Dios! ¡No permitas que ningún mortal se alce contra ti!”
A continuación hay unos cuantos testimonios cortos (o Fruto de la Palabra) de aquellos que han escogido seguir los caminos del mundo o los caminos de Dios:
Testimonio: Una mujer vino a mi clase por la primera vez sólo una semana antes de que fuera a llevarle a su abogado la “evidencia” de la infi delidad de su esposo. El abogado dijo que si ella pudiera mostrarle esto al juez, él podría conseguirle más dinero.
La lección esa noche fue “Admirable Consejero” Sin decir una palabra en clase, ella fue a la casa y tiró la caja de zapatos llena de “evidencias” a la basura. Desde entonces, su esposo ha continuado pagando sus cuentas aunque él se casó con otra mujer. Ella todavía está orando y confi ando en Dios.
Testimonio: Una mujer joven creyó a Dios cuando ella leyó que “Él es nuestro proveedor” Cuando ella leyó los papeles del divorcio, los cuales declaraban que ella difícilmente iba a obtener sufi ciente para cubrir el pequeño pago de renta para ella y sus hijos, ella decidió que iba a continuar confi ando en Dios. Luego ella actuó por fe. Ella le dijo a su esposo que ella confi aba en él y que ella estaba segura que él ayudaría a mantenerlos como lo había hecho tan fi elmente en el pasado. Él sí continuó pagando todas las cuentas y aún le dio dinero extra para que ella lo gastara de tiempo en tiempo, ¡dinero que provenía de los ahorros de su novia!. La otra mujer y el abogado trataron de falsifi car los papeles del divorcio, pero ellos no tuvieron éxito porque Dios había vuelto el corazón de su esposo. El divorcio continuó, pero un corto tiempo después, ellos se volvieron a casar.
Testimonio: Una mujer hecha un mar de lágrimas nos contactó; su esposo le había demandado el divorcio. Ella dijo que ella también tenía una amiga que había demandado el divorcio a su esposo. Ella dijo que ella la compadeció tanto que no pudo compartir con ella que ella tenía un matrimonio con problemas también y que ella estaba confi ando en Dios para ayudarla.
Una cuantas semanas después, ella oyó un reportaje en las noticias que la estremeció: el esposo de su amiga estaba tan afl igido por el divorcio que planeó matar a su esposa antes de permitirle dejarlo. Pero la red que él había escondido atrapó su pie; él murió en el incendio que también destruyó por completo su casa.
Testimonio: Una mujer mayor vino a Ministerios Restauración (Restore Ministries) después de que su divorcio se había terminado (¡aunque una amiga le había rogado por meses que viniera!). Ella compartió con otros los efectos devastadores de la pelea en la corte. Ella recibió “todo lo que merecía”: la casa, un nuevo carro y alimentación. Sin embargo, ella ahora tiene un ex esposo que no quiere tener nada que ver con ella. Él tiene una amargura que vale miles de dólares, que la corte le hizo pagarle a ella y a su abogado de divorcio.
Testimonio: Una mujer vino a un grupo de oración (No a Ministerios Restauración) pidiendo que oraran por su futuro divorcio. Ellos oraron que Dios hiciera que el juez proveyera bien para ella y sus hijos. Dios contestó esa oración y la corte la premió con una amplia cantidad de dinero en el divorcio. Sólo unos cuantos meses después ella estaba pidiendo oración de nuevo ¡porque su esposo no había pagado un centavo!. De nuevo ellos oraron para que la corte fuera firme con su esposo. La sentencia otra vez fue a su favor.
¡Sólo una semanas después ella pidió al grupo de oración que oraran pidiendo que la policía “lo encontrara” y lo trajera de regreso para “justicia”! Él había huido a otro estado para evitar pagar. En este punto la policía lo metió a la cárcel. El grupo de oración falló al no confiar en Dios realmente para la protección de ella, para que el Señor regresara el corazón de su esposo hacia ella y le diera a él el “deseo” de proveer para su familia. “Así que mi Dios les proveerá de todo lo que necesiten, conforme a las gloriosas riquezas que tiene en Cristo Jesús” Filipenses 4:19. Sólo la manera de Dios puede traer “victoria”
Ni siga los caminos del mundo; confíe solamente en Él. Le prometo que Él nunca le defraudará. Sólo si usted transige o mira a la carne para fortaleza y protección las cosas salierán mal. Aún así puede que sea necesario el pasar por el fuego de la prueba (con Él) para alcanzar la victoria que Él tiene esperando por usted. ¿Tomará usted su cruz y lo seguirá?
¿Cuánta fe tiene usted? ¿Suficiente para tomar el paso de permitir al Señor pelear por usted sin un abogado? Mi amada hermana en Cristo, despida a su abogado y tome la mano de Jesús.
Compromiso personal: confi ar en Dios solamente. “Basada en lo que he aprendido de las Escrituras, me comprometo a confi ar en el Señor para pelear por mí en esta pelea. Despediré a mi abogado (si tengo uno) y no me presentaré en la corte (a menos que sea muestra de rebeldía legalmente)”
Si usted todavía no está convencida, mediante la Palabra de Dios, de despedir a su abogado, retirar todos los cargos que usted presentó contra su esposo, y procurar no presentarse en la corte, ¡entonces le ruego que vuelva a leer este capítulo por completo! Por favor, vaya a nuestra página de internet y lea las 15 páginas de las Preguntas Frecuentemente Hechas (PFH) acerca de por qué usted debe despedir a su abogado. Si usted todavía no está dispuesta, ¡no se moleste en leer el resto del libro! Nadie que ha fallado en hacer esto ha restaurado su matrimonio! ¡NADIE!
Por favor escriba un DIARIO con el SEÑOR sobre lo que está aprendiendo cada día por los próximos 30 Días para “Restaurar su Matrimonio”.
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