La intimidad en el matrimonio es importante y es algo que necesitas comprender completamente. Debido a que el mundo crea sus propias reglas y luego las enseña y las convierte en doctrina en nuestras mentes a través de los medios de comunicación, sufrimos grandemente. Recuerda, ésta es la razón por la cual tu esposo ha sido tentado y ha sucumbido al pecado. La única manera de ayudarlo y poder encontrar la restauración verdadera es a través del conocimiento y obediencia de SU palabra, renovando tu mente, reemplazando las mentiras con la verdad.

1. Si tu esposo está de acuerdo en quedarse contigo (Lo cual va a pasar si sigues los principios sobre no resistir el divorcio y encontrar ese Amor de tu vida). No debes entonces echarlo de tu casa, sino consentir vivir con él.

1 Corintios 7, versículo 13 Y si una mujer tiene un esposo que no es creyente, y él consiente en vivir con ella, que no se divorcie de él.

2. Mientras estés casada legalmente (así estés separada o no y aunque él esté o no involucrado con alguien más), la Biblia dice, que debes continuar con la intimidad a la solicitud de tu esposo.

1 Corintios 7 versículo 4 La mujer ya NO tiene derecho sobre su propio cuerpo, sino su esposo. Tampoco el hombre tiene derecho sobre su propio cuerpo, sino su esposa.

1 Corintios 7 versículo 5 No se nieguen el uno al otro, a no ser de común acuerdo, y sólo por un tiempo.

3. SOLO si Dios permite que el divorcio suceda es cuando debes suspender la intimidad. Pero si aún estás casada, es importante que mantengas la intimidad. En el testimonio de Erin, este es uno de los componentes claves mencionados por su esposo que lo hizo darse cuenta de su error, volverse al Señor y volver a casa.

Erin se mantuvo en intimidad con su esposo aunque él estaba viviendo con la otra mujer. Si la gente se hubiera dado cuenta, sin duda la habrían tildado de ser “usada”, además de decirle que contraería una ETS (Enfermedad de Transmisión Sexual). Sin embargo, ella confiaba en el Señor quien le dijo que SI ella fuera a contraer algo, ¡le hubiera pasado aún antes de que ella supiera que su esposo le había sido infiel!

Más adelante cuando Dios permitió que el divorcio de Erin sucediera, ella le dijo a su esposo que ya no podían estar más íntimamente, ni siquiera besarse, anque era difícil para ella (ya que él tenía a alguien en casa que le esperaba y ella por supuesto, no tenía otra persona). Luego de que su esposo volvió, él dijo (al igual que muchos hombres) que estar en intimidad con ella tuvo un gran efecto en él, al igual que no estarlo luego del divorcio, lo cual hizo que él anhelara más a Erin.

Esto quiere decir que el plan de Dios puede ser permitir el divorcio (razón por la cual decimos también que no debes interferir en el Salmo 1:1 o tratar de frenarlo). Como con muchos hombres, puede ser la falta de intimidad que tu esposo disfrutaba antes contigo cuando eras su esposa, lo que lo conduce a ver su error. Puede ser extremadamente difícil perder la intimidad, muchos esposos se dan cuenta de su error e implorarán recuperar a su esposa.

Y NUNCA discutas esto con tu esposo tampoco. No le menciones las escrituras y no compartas nada que le haga creer que tienes algún plan para recuperarlo. NO deberías tratar de recuperarlo, en lugar de esto, simplemente necesitas APRENDER y aplicar los principios que nunca nos fueron enseñados para reencaminar nuestro matrimonio.

La Restauración solo sucede cuando conozcas y sigas estos versículos (los citados anteriormente). En resumen:

1. Mientras que estés casada necesitas mantener intimidad (o recuperarla) de acuerdo a la solicitud de tu esposo. No trates de seducirlo, pero en lugar de esto sé una esposa amorosa, comprensiva, suave y apacible, lo cual naturalmente conducirá a la intimidad.

2. Luego, si tu esposo se divorcia de ti, (con lo cual no debes interferir), DEBES suspender cualquier intimidad después de que suceda el divorcio.

*Si lo haces, pronto propondrá matrimonio. Lo hemos visto miles de veces.

3. Nunca dejes a tu esposo o te niegues a la intimidad, la cual puede suceder una vez que él te quiera recuperar y hayas encontrado al Señor y Él se convierta en el amor de tu vida.

1 Corintios 7 versículo 10 A los casados les doy la siguiente orden (no yo sino el Señor): que la mujer no se separe de su esposo.

4. También entiende que una vez que te libres del temor y posiblemente libre de tu matrimonio, nunca estás libre para volverte a casar. Tu única opción de matrimonio es reconciliarte con tu esposo, lo cual te aconsejamos vehementemente que le permitas hacer a Dios si tienes hijos menores de edad producto de este matrimonio.

1 Corintios 7 versículo 11 que no se vuelva a casar; de lo contrario, que se reconcilie con su esposo.

¡Dios te ha dado una GRAN ventaja, tómala y corre con ella!

¿No saben que en una carrera todos los corredores compiten, pero sólo uno obtiene el premio? Corran, pues, de tal modo que lo obtengan. 1 Corintios, 9:24.

"... y conocerán la verdad, y la verdad los hará libres". —Juan 8:32

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