.
"¡CUALQUIER matrimonio puede salvarse!"

 

Kopano, ¿Cuéntanos cómo comenzó tu restauración? 

Antes de comenzar me gustaría decirles que era la necia de las necias, y mucha gente a menudo siente pena por mi porque luzco pequeña (a menudo creen que soy una adolescente) cuando enfrenté los problemas del matrimonio y el divorcio, la gente sentía pena porque era tan pequeña y por todo lo que estaba pasando, para otros, parecían ser demasiados problemas para alguien tan pequeño. 

1 Corintios 1:27Sino que Dios ha escogido lo necio del mundo para avergonzar a los sabios; y Dios ha escogido lo débil del mundo para avergonzar a lo que es fuerte”.  

Mi esposo y yo nos conocimos por primera vez por casualidad durante la hora de almuerzo en el área donde ambos trabajábamos (en diferentes organizaciones, pero en la misma área). Sería después de dos meses después de eso que empezamos a salir. En el momento que volví de nuestra primera cita, le escribí a una amiga de ese tiempo, “Creo que he conocido a mi esposo” y poco después, mi esposo (novio para entonces) me escribió, “Mi vida se acaba de volver hermosa.” 

3 meses después estaba embarazada de nuestra primera hija, él me propuso matrimonio y yo acepté. Nos casamos 5 meses después. 

Ahora bien, yo había entregado mi vida al Señor 6 años antes mientras estaba en la universidad en Sudáfrica y había tenido una hermosa relación con Él mientras estaba en la universidad, a menudo contándole a mis amigas que no podía imaginar tener un novio porque mi Señor ocupaba cada área de mi vida, que ya no había espacio para un novio.  

Le había pedido al Señor no enviarme de regreso a mi país cuando terminé mi carrera, pero Él lo hizo y eso me hizo enojar y le dije que estaba enojada y comencé a retroceder. Así que el estar embarazada fue el resultado de volver atrás y de comenzar a vivir en inmoralidad. 

Sin embargo, sabía que esto estaba mal, y este fue el primer punto de dificultad en la relación y el cual sería el principal problema a través de la relación luego de esto. Aunque estaba envuelta en relaciones sexuales con mi esposo (novio en ese tiempo), yo batallaba al saber que estaba viviendo en pecado y nunca estaba en paz con eso. Mi esposo, aunque creía en Dios no tenía una relación personal con el Señor y no podía entender por qué siempre estaba hablando acerca de cuán malo era eso pero lo hacía y hacía que todo fuera desagradable para él. Lo confundía porque le decía que no deberíamos estar haciendo eso, y luego era yo la que lo incitaba a hacerlo.  

Inclusive después que nos casáramos, donde ya yo debería haberme sentido más libre para hacer eso, ambos nunca fuimos libres debido a la historia y esto contribuyó al sufrimiento de nuestro matrimonio. 

¿Por qué comencé diciendo que era la necia de las necias? Porque mi esposo nunca me engañó, él era entregado a nuestra familia, siempre me hacía saber dónde estaba sin que yo se lo preguntara. Él fue fiel a mi primero que a su familia (él los había dejado y se aferró a mi), él gastaba todo lo que ganaba en nuestra casa y para nada más. Resumiendo, mi esposo realmente nunca hizo nada para que termináramos donde terminamos. 

Yo por el otro lado AMABA analizar cada pequeña situación y era tan controladora y criticona; por ejemplo: si mi esposo no estaba leyendo la Biblia conmigo, era malo para el matrimonio. Si él no estaba orando conmigo, eso era malo para el matrimonio; si no llamaba a mi madre tan a menudo como yo creía que debía hacerlo, lo hacía sentir mal por eso, y así mismo constantemente. Empecé a criticarlo a cada rato. Y de nuevo yo no tenía respeto absoluto por ninguna autoridad, ni a mi esposo, ni a mis superiores en el trabajo, hacia nadie. Era LA MUJER MÁS CONTENCIOSA QUE EXISTÍA, toda mi vida fui conocida por ser discutidora y contenciosa, y yo lo sabía. Todos lo sabían y hablaban de eso, pero todos pensábamos que eso era ser asertiva. Creía que era la mujer más inteligente y creía que mi esposo debía sentirse feliz de mi intelecto, etc. Y para terminar, era una farisea hipócrita criticona, que pasaba mucho tiempo estudiando las creencias de varias denominaciones y religiones para luego pasar tiempo criticándolas diciendo cómo debían hacer los cultos o cómo no sabían interpretar la Biblia. ¿Pueden creer que todo lo que estoy diciendo era yo? ¡Mi esposo varias veces me señaló eso y yo le decía que no veía nada malo con eso! 

Mi esposo me advirtió de lo siguiente a lo largo del matrimonio:  

1) Yo necesitaba ser cuidadosa con mis palabras, él decía esta oración exacta: “las palabras son muy poderosas. Elige las palabras cuidadosamente”. 

2) Él me advirtió que no era sumisa y que necesitaba permitirle como mi esposo que me liderara. Le dije simplemente que no. Que nunca lo haría. 

3) Me advirtió que yo era contenciosa y discutidora y que eso hacía que se alejara de mí. Le dije que yo no podía estar de acuerdo con todo lo que él decía si yo no creía las mismas cosas.  

4) Mi esposo inclusive un día me dijo amorosamente que buscara a una mujer mayor para que me enseñara a ser una esposa, pero yo salté diciendo que no y ¡que debería ser él quien buscara a un hombre mayor para que le enseñara cómo ser un esposo! 

Entonces, estoy señalando todo esto para mostrarles que era la necia de las necias porque a diferencia de muchas mujeres que dicen que sus esposos fueron los que se pararon y se fueron sin ninguna advertencia, que de hecho ELLOS eran el problema, yo fui abiertamente advertida y si hubiese sido sabia, hubiese clamado a Dios por ayuda, pero no, era muy orgullosa. Mi esposo no cayó en adulterio, en vez de esto él trató de enseñarme estos mismos principios que ahora estoy aprendiendo a través de RMI ¡pero era tan necia que nunca escuché! 

Porque no podía ver mi propio pecado, pero SIEMPRE estaba criticando a mi esposo, era inmadura en cada aspecto, siempre demandando que él hiciese las cosas como yo quería, nunca dejándolo liderar sino queriéndolo mandar, él se alejaba y se distanciaba y yo me volví tan infeliz, creyendo que él no me amaba más y a menudo lo acusaba de eso. Él no trataba de convencerme de lo contrario, pero se alejaba más y eventualmente dejó de hablarme ¡DEL TODO! Descubrí justo antes de todo este distanciamiento que estaba embarazada de nuestro segundo hijo y pensé que mi esposo me hablaría ahora seguramente ya que yo estaba embarazada —estaba equivocada. Mi esposo quedó con la mirada vacía y se quedó sin respuesta cuando le di la noticia.  

 

Alrededor de 3 semanas en este silencio, llevé a mi esposo a consejería, a la cual fue sólo porque era con un pastor que él respetaba, así que él no quería deshonrarlo al no ir. Si no hubiese sido por eso, nunca habría ido porque en esta etapa, él se habría salido por completo del matrimonio. 

La consejería hizo que las cosas empeoraran, cuando escuché que mi esposo dijo que él claramente ¡se había casado con la mujer equivocada! eso me dolió. Cuando mi esposo me conoció por primera vez, él le decía a todos que yo era LA APROPIADA, y me compró un perfume que se llamaba igual. Y ahora decía todo lo contrario. 

Dejamos de ir a consejería inmediatamente después de esa sesión y yo me inscribí en línea en un programa de ayuda secular con enseñanzas de la nueva era por un valor de mil dólares. Éste prometía ser la mejor solución y yo lo creí. Cuando nada cambió, sabía que mi matrimonio se había terminado. Mi esposo ni siquiera me saludaba, aunque vivíamos en la misma casa y dormíamos en la misma cama. 

De nuevo, fui la necia de las necias, ¡decidí mudarme de casa! No podía soportar más el silencio, contacté a un abogado de divorcios para saber si podía irme legalmente de la casa con mi hija. Ella dijo que sí, así que empaqué mis cosas y me fui a arrendar una casa determinada a divorciarme. 

Luego de dos semanas después de esto, desperté escuchando una pregunta muy al interior de mi corazón, “si tú no oras por tu esposo, ¿quién lo hará?” Nuevamente la siguiente noche, y lo que creo debía ser el Espíritu Santo llenándome con tal poder y fervor para orar, día y noche, inclusive cuando iba manejando.  

No sabía en ese tiempo que serían 10 meses antes de que Dios respondiera mis oraciones porque fue Él, “el que alejó de mí al amigo y al compañero, y a mis conocidos” porque yo había abandonado a mi primer Amor. 

¿Cómo Dios cambió tu situación mientras lo buscabas con todo tu corazón? 

En los 10 meses en que mi esposo no quiso nada conmigo, yo busqué y busqué ayuda. La iglesia no me pudo ayudar; fui a una iglesia donde el pastor es también profeta, ¡pero Dios no me dio profecías relacionadas con mi matrimonio! 

Busqué en línea, encontré un ministerio popular “de permanencia por el matrimonio” y recibí mucha esperanza para mi matrimonio, pero desafortunadamente no enseñaba principios Bíblicos de cómo permitirle a Dios restaurar el matrimonio, así que mi situación no mejoró.  

Un día, ya con 8 meses de separación, me arrodillé ante el Señor y le dije, “Señor, no hay cambio para nada en mi situación. Estoy cansada de estar en este mismo lugar en el desierto, movámonos a otra fase, a otro nivel” Dos días después encontré RMI y cuando leí ESTA ES UNA CITA DIVINA. DIOS HA ESCUCHADO TU CLAMOR, ¡sabía que era mi respuesta! 

Me devoré lo que leí, por dos semanas sin parar en mi celular antes de tener el computador y antes de empezar los cursos. Inmediatamente apliqué los principios, dejé de contactar a mi esposo y no hice nada más en la carne. 

Cuando RMI dijo que era el Señor quién había quitado a mi esposo, yo inmediatamente recordé los días de mi universidad cuando el Señor era todo lo que yo quería y por lo cual vivía, y cómo lo había dejado y volví al pasado, yo sabía que era verdad que Él había removido a mi esposo para que yo volviera a Él, mi primer Esposo, como una vez lo había sido. Y porque yo previamente había “gustado y visto que Dios es bueno”, yo desesperadamente lo busqué para revivir la relación que teníamos en la universidad. Oré y dije, “Señor, sé a lo que Erin se refiere, experimenté esto antes, por favor volvamos a eso, por favor”. Dije y aún le digo a Él, “dame esa misma relación contigo, así como la tienes con Erin”. 

Muy pronto me estaba enamorando tanto de Él que ya no deseaba la restauración y de hecho ¡dejé de hacer mis lecciones diarias! Luego sentí la necesidad de ayunar y buscarlo sobre esto y Él me puso de vuelta en el camino de la restauración recordándome por qué Él había inicialmente puesto en mi corazón el dejar de buscar el divorcio.  

En vez de regresar a mis lecciones, Él me guió a comprar el libro “Enfrentando el divorcio, ¡no me había dado cuenta que unos pocos días después recibiría los papeles del divorcio! Así que cuando los recibí, sabía exactamente qué hacer —Me sentí avergonzada y lo alabé. Literalmente, todo lo que salió de mi boca fue alabanza y ahí fue cuando comenzó mi restauración.  

¿Qué principios, de la Palabra de Dios (o a través de nuestros recursos), el Señor te enseñó durante esta prueba? 

A estar callada. A hablar sólo amorosamente. Someterme a mi esposo y a toda autoridad. Dejar ir a mi iglesia y ser Su iglesia, Su novia. Dar todo el diezmo a mi “alfolí” (eso hizo una gran diferencia en mi avance) y muchos tantos otros principios que no los puedo nombrar todos.  

¿Cuáles fueron los momentos más difíciles en que Dios te ayudó? 

Pasar los nueve meses del embarazo sin mi esposo, sin que él siquiera me hablara. Tener a mi bebé totalmente sola sin que a él se interesara para nada eso fue lo más difícil. Pero, por gracia de Dios, mi esposo ahora está muy involucrado con nuestra hija y ¡la ama mucho! 

¿Cuándo fue el “punto de cambio” de tu restauración? 

Mi esposo iniciando el divorcio. Gracias a haber leído el libro “Enfrentando el divorcio”, estaba lista y sabía qué hacer y cómo seguir los principios. Sabía que en estos principios yacía mi milagro así que fui muy cuidadosa al leer el libro “Enfrentando el divorcio” nuevamente para asegurarme de no violar ningún principio. 

Así que estuve de acuerdo rápidamente, no contraté un abogado, me junté con mi esposo y su abogado yo sola, y aunque habían cosas que no eran ciertas en los papeles y básicamente me iba a ir sin nada, ni siquiera un auto (aunque teníamos 3 autos). En vez de decir algo de lo que quería o necesitaba, exclamé que la oferta que me hacían era muy generosa y que estaba agradecida. Creo que eso los desconcertó a ambos. Cuando me pidieron firmar los papeles firmé sin ninguna duda. El abogado me preguntó cómo me sentía y le dije que feliz por mi esposo porque él merecía ser feliz.  

Dinos ¿Cómo pasó? ¿Tu esposo simplemente caminó por la puerta principal? 

Después de esta reunión con mi esposo y el abogado, continué orando en contra del divorcio, pero no tan fervorosamente porque yo realmente sabía que no importaba lo que pasara, iba a estar bien porque yo ya tenía un Esposo de todas maneras.  

Un día impresionantemente necesitaba buscar Filipenses 4:5 que dice, Vuestra gentileza sea conocida de todos los hombres. El Señor está cerca. Luego sentí la necesidad de buscar 4 versículos en un orden específico. No conocía esos versos para nada:  

Filipenses 4:5 “Vuestra gentileza sea conocida de todos los hombres. El Señor está cerca”. 

Gálatas 4:5 “…para que redimiese a los que estaban bajo la ley, a fin de que recibiésemos la adopción de hijos.” 

1 Corintios 4:5 “Así que, no juzguéis nada antes de tiempo, hasta que venga el Señor, el cual aclarará también lo oculto de las tinieblas, y manifestará las intenciones de los corazones; y entonces cada uno recibirá su alabanza de Dios”. 

2 Corintios 4:5 “Porque no nos predicamos a nosotros mismos, sino a Jesucristo como Señor, y a nosotros como vuestros siervos por amor de Jesús”. 

1 Tesalonicenses 4:5 “No en pasión de concupiscencia, como los gentiles que no conocen a Dios”. 

Así que cuando los puse juntos decía así: 

“Vuestra gentileza sea conocida de todos los hombres. El Señor está cerca para que redimiese a los que estaban bajo la ley, a fin de que recibiésemos la adopción de hijos. Así que, no juzguéis nada antes de tiempo, hasta que venga el Señor, el cual aclarará también lo oculto de las tinieblas, y manifestará las intenciones de los corazones; y entonces cada uno recibirá su alabanza de Dios. Porque no nos predicamos a nosotros mismos, sino a Jesucristo como Señor, y a nosotros como vuestros siervos por amor de Jesús. No en pasión de concupiscencia, como los gentiles que no conocen a Dios” 

Reflexioné acerca de esto y le pregunté al Señor qué significaba, pero no recibí respuesta. 

DOS DÍAS DESPUÉS mi esposo, quién me odiaba y no me había hablado en 10 meses me llamó y me dijo que estaba en mi reja. El procedió a decirme que había que luchar por el matrimonio, que no podía creer que yo hubiese estado de acuerdo con el divorcio sin luchar, que necesitaba tener en cuenta a nuestros pequeños hijos, que ellos necesitaban una familia unida y a su padre. ¡Jajaja! ¡Increíble! Yo respetuosamente dije: “Sí. Está bien”.  

Una semana después él vino de nuevo (dos semanas antes de la fecha en la corte) y me pidió que volviera con él. Así que, ahora estoy lentamente mudando mis cosas a su casa y duermo ahí cada noche ahora. Han sido sólo unos pocos días, pero muy maravillosos. He madurado y estamos disfrutando nuestra relación y familia.  

¿Sospechabas o podías decir que estabas cerca de ser restaurada? 

Absolutamente no. La muralla de odio era increíblemente fuerte todo el tiempo hasta el día que mi esposo vino y me dijo que no quería el divorcio nunca más. De hecho, la noche anterior él había venido a dejar a nuestra hija y no dijo casi ninguna palabra. Otras personas dicen que ellos pudieron tener intimidad con sus esposos y siempre me preguntaba cómo porque en mi situación mi esposo me odiaba tanto que nunca existió ni siquiera la posibilidad de que pasara ¡durante esos 10 meses! 

¿Recomendarías alguno de nuestros recursos en particular que te ayudaron? 

Sí. TODOS. El libro “Cómo Dios puede y va a restaurar tu matrimonio. Los cursos en línea RRR. Los videos “Estar Animada”. “Una mujer sabia, “Enfrentando el Divorcio””. Luego leí Enfrentando el Divorcio de nuevo”. Aunque no completé mis cursos en línea, leí todas las lecciones una y otra vez. Y el Señor me está guiando a rehacer el Curso 1Esperanza al Fin” y a trabajarlo como es recomendado en el ministerio.  

De hecho, lo que recomiendo es leer diariamente por lo menos un capítulo de “Una mujer sabia” o del libro “Cómo Dios puede y va a restaurar tu matrimonio” aún luego de la restauración. Continuar leyéndolos DIARIAMENTE al mismo tiempo que las lecturas bíblicas diarias. Aún yo las leo DIARIAMENTE SIN FALTA. 

¿Estarías interesada en ayudar a animar a otras mujeres? 

Absolutamente. 

En conclusión ¿qué tipo de ánimo te gustaría dejar a las mujeres? 

Después de mi experiencia sé que CUALQUIER matrimonio puede ser salvado. Sólo créelo y recíbelo. Pero sobre todo, toma al Señor como tu Esposo. ¡Él es encantador! 

Hay muchas cosas hermosas que Él hizo por mí durante mi VR pero son muchas para ser contadas.  

Juan 21:25 “Y hay también muchas otras cosas que Jesús hizo, que si se escribieran en detalle, pienso que ni aun el mundo mismo podría contener los libros que se escribirían”. 

~ Kopano en Namibia RESTAURADA. 

Journal2-768x555

Ahora, detente para relajarte, toma tu café o una bebida fría y habla con tu Esposo, tu Hacedor, y hazle preguntas. Escuche lo que Él le está diciendo en su corazón. Luego, cuando Él te guíe, vierte tu corazón en tu diario y escribe lo que has aprendido en tu  💔 Diario de 30 días para sanar ❤️‍🩹 .

ESP_WOT2_FrontCover

Este testimonio y muchos más están
DISPONIBLES en  LIBRO DE BOLSILLO

Por la palabra de su testimonio (Libro 2): Ninguna arma en su contra prosperará

HAGA CLIC AQUÍ  para obtener su propia copia para marcar y leer cómo otras, como usted, superaron su Viaje de Restauración y experimentaron un MATRIMONIO RESTAURADO.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *