Lea el Testimonio de matrimonio RESTAURADO de Valery,
"Casada con el padre de mi hijo"

Este testimonio fue tomado de uno de nuestros muchos
libros por palabra de sus Testimonios
para ayudarle a
superar cualquier duda o el miedo  en
la capacidad de Dios y el deseo de
restaurar su matrimonio!

Capítulo 5 "Su Primer Amor"

Pero tengo esto contra ti:
que has dejado tu primer amor
—Apocalipsis 2:4

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¿Ha abandonado a su primer amor? ¿Quién es su primer amor? ¿Fue su esposo su primer amor? ¿Fueron sus bebés o sus hijos los primeros en su vida por encima de su esposo y del Señor? ¿O ha estado su carrera en primer lugar? ¿Quién es realmente el primero en su vida? “El que ama al padre o a la madre más que a Mí, no es digno de Mí; y el que ama al hijo o a la hija más que a Mí, no es digno de Mí” (Mateo 10:37). Las Escrituras en Apocalipsis dicen “Pero tengo esto contra ti: que has dejado tu primer amor” (Apocalipsis 2:4).

¿Qué nos está diciendo el Señor? Él está diciendo que cualquier ocasión en que pongamos a alguien o algo por sobre nuestro amor o nuestra relación con Él, no somos dignos de Su amor.

Busque primero. Usted debe ponerlo a Él primero en sus prioridades, primero en su día y primero en su corazón. “Pero busquen primero Su reino y Su justicia, y todas estas cosas les serán añadidas” Mateo 6:33.

Trapos de inmundicia. Hágase estas preguntas: ¿Las cosas que pongo en primer lugar tienen valor eterno? ¿Lo que hago ayudará a incrementar Su reino y Su justicia? ¿Estoy buscando Su justicia o estoy tratando de reunir mi propia justicia? Recuerde, ¡nuestra justicia es como trapos de inmundicia! (vea Isaías 64:6).

¿Qué sucede cuando usted pone a alguien antes que a Dios? ¿Qué hace Él para acercarla de nuevo hacia Él? Si usted ha puesto a su esposo antes que a Dios, entonces es el Señor quien ha quitado a su esposo de su lado. “Has [Dios] alejado de mí mis amistades, me has [Dios] hecho objeto de repugnancia para ellos; encerrado estoy y no puedo salir. Has [Dios] alejado de mí al compañero y al amigo; mis conocidos están en tinieblas.” (Salmo 88:8, 18). Y no cometa el error de poner la restauración de su matrimonio como la primera cosa en su vida; ¡usted debe hacer del Señor la prioridad en su vida!

¿Significa esto que no nos debe importar lo que nuestros esposos quieren o necesitan? ¿Tendremos esa actitud de “yo sirvo al Señor, no a ti”? Dios nos enseña un perfecto equilibrio en Su Palabra. “Las mujeres estén sometidas a sus propios maridos como al Señor” Efesios 5:22. “Mujeres, estén sujetas a sus maridos, como conviene en el Señor” (Colosenses 3:18). Cuando nos sometemos a nuestros esposos, estamos haciéndolo para el Señor. ¡Aún, y especialmente, si nuestros esposos no merecen el honor que les mostramos, podemos descansar sabiendo que lo hicimos por el Señor, quien merece nuestra sumisión a Él y a Su Palabra!

La Palabra de Dios no será blasfemada. El Señor aún nos da una advertencia de que el no obedecer o no honrar a nuestros esposos deshonrará, aún blasfemará, al Señor y a Su Palabra. “…a ser sensatas y puras, cuidadosas del hogar, bondadosas y sumisas a sus esposos, para que no se hable mal de la palabra de Dios” (Tito 2:5 NVI). En la versión RVR 1960, se lee, “...a ser prudentes, castas, cuidadosas de su casa, buenas, sujetas a sus maridos, para que la palabra de Dios no sea blasfemada”.

Agradando al Señor. Debemos agradar al Señor, más que intentar agradar a nuestros esposos. Entonces el Señor causará que tengamos el favor de nuestros esposos. “Cuando los caminos del hombre son agradables al Señor, aun a sus enemigos hace que estén en paz con él” (Proverbios 16:7). “Engañosa es la gracia y vana la belleza, pero la mujer que teme al Señor, esa será alabada” (Proverbios 31:30). “Pon tu delicia en el Señor, y Él te dará las peticiones de tu corazón” (Salmo 37:4).

Obediencia en lugar de sacrificio

El obedecer es mejor que el sacrificio. “Y Samuel dijo: ‘¿Se complace el Señor tanto en holocaustos y sacrificios como en la obediencia a la voz del Señor? Entiende, el obedecer es mejor que un sacrificio, y el prestar atención, que la grasa de los carneros. Porque la rebelión es como el pecado de adivinación, y la desobediencia, como la iniquidad e idolatría. Por cuanto tú has desechado la palabra del Señor, Él también te ha desechado para que no seas rey’” (1 Samuel 15:22–23). “El hacer justicia y derecho es más deseado por el Señor que el sacrificio” Proverbios 21:3.

Su apariencia externa. Aún si su apariencia engaña a otros para que piensen que usted es sumisa, ¡Dios conoce su corazón! “Pero el Señor dijo a Samuel: ‘No mires a su apariencia, ni a lo alto de su estatura, porque lo he desechado; porque Dios no ve como el hombre ve, pues el hombre mira la apariencia exterior, pero el Señor mira el corazón’” (1 Samuel 16:7). Mi esposo y todos los demás pensaron que era una esposa extremadamente sumisa. Incluso fui engañada. Dios sabía que ser abandonada era lo que necesitaba.

Hay una historia de un niño pequeño cuyo padre continuó pidiéndole que se sentara. Finalmente el niño pequeño se sentó y el padre sonrió. Pero el niño rápidamente exclamó, “puedo estar sentado en el exterior, pero por dentro—¡estoy parado!” Muchas veces estamos paradas en el interior. Muchas veces después de que usted hizo lo correcto y accedió a seguir el plan de su esposo usted exclamó “¡Pero no estoy de acuerdo!” o su actitud le dice que usted no está de acuerdo. ¿Ha hecho esto? ¿Ha sido de la clase de persona que “finge” sumisión a su esposo?

También cosechará lo que usted ha sembrado. Si usted fue rebelde con sus padres antes de que se casara, usted probablemente sigue siendo rebelde con su esposo. Para culminar, usted se casó con un rebelde. Y ahora su esposo se ha vuelto un rebelde mayor desde que se casaron, de la misma manera que usted se ha vuelto. Él ahora se rebela contra toda sabiduría sensata y ¡aún ha tomado la rebelión hasta el punto de rebelarse contra el compromiso de serle fiel a usted! 

Nada es imposible. “Porque el marido que no es creyente es santificado por medio de su mujer” (1 Corintios 7:14). Sí, es verdad. Obedezca ahora y mire cómo el Señor santifica a su esposo. ¿Esto le parece extraño? ¿Parece imposible porque él es muy malo? Es porque ustedes son uma sola carne: “Así que ya no son dos, sino una sola carne” (Mateo 19:6). “Sin embargo, en el Señor, ni la mujer es independiente del hombre, ni el hombre independiente de la mujer” (1 Corintios 11:11).

¿Puede solamente medio cuerpo ir en una dirección y la otra mitad en la otra? Aún si ustedes van por caminos separados por un tiempo, Dios eventualmente los traerá de regreso para andar juntos. Puede pasar porque “Porque ninguna cosa será imposible para Dios” (Lucas 1:37).

Aquél que camina sin mancha. Una vez que obedezca, Dios cambiará el corazón de su esposo. “El corazón… sigue el curso que el Señor le ha trazado” (Proverbios 21:1 NVI). Recuerde solamente “El que anda en integridad será salvo” (Proverbios 28:18). Si usted dice que no quiere obedecer a su esposo, ¡entonces él tampoco obedecerá a Aquél que está sobre él! “Pero quiero que sepan que la cabeza de todo hombre es Cristo, y la cabeza de la mujer es el hombre, y la cabeza de Cristo es Dios” (1 Corintios 11:3). No dé la excusa de que su esposo no es cristiano así que por eso usted no tiene por qué obedecerlo. ¡No hay ninguna Escritura que le diga a una mujer que no se tiene que sujetar o someter a un incrédulo!

Y no justifique su rebeldía presente diciendo que su esposo no está alrededor, así que ¿cómo puede obedecer a quien no está ahí? ¡Usted obedece lo que usted sabe que debería hacer y lo que usted debería haber hecho! Si él le ha pedido que se asegure de vestirse en la mañana antes de que él se vaya, o de lavar la vajilla en lugar de dejarla acumular hasta que está lleno el fregadero, entonces hágalo. Si él le pidió que colgara la ropa de la manera correcta en el clóset, ¡deje de leer y hágalo ahora! Si usted no puede recordar, pídale al Señor que traiga a su memoria todas esas cosas que su esposo le pidió cuando usted no estaba escuchando ni obedeciendo. Entonces hágalas. No se trata de que su esposo vea los cambios, pero de que Dios vea que usted ha cambiado.

Sufriendo injustamente. ¿Y qué pasa si mi esposo es malo o incluso cruel? “Siervos, estén sujetos a sus amos con todo respeto, no solo a los que son buenos y afables, sino también a los que son insoportables. Porque esto halla gracia, si por causa de la conciencia ante Dios, alguien sobrelleva penalidades sufriendo injustamente. Pues ¿qué mérito hay, si cuando ustedes pecan [desobedecen] y son tratados con severidad lo soportan con paciencia? Pero si cuando hacen lo bueno sufren por ello y lo soportan con paciencia, esto halla gracia con Dios” (1 Pedro 2:18–20). La Palabra sigue adelante diciendo que nosotras las mujeres tenemos un ejemplo en el Señor y en Su vida. Él nos pide que sigamos sus pisadas como lo veremos más adelante.

¡Señoras, deshángase del espíritu rebelde!

No soy joven, y me pregunto cómo pude haber vivido tanto tiempo según mi propio entendimiento. Pensé mal y no lo sabía. No era una mala persona, pero tenía un espíritu rebelde y trataba de ser la dueña de la casa. Lamentablemente, lo logré.

Mi esposo vino de visita anoche. ¡Ahora que realmente escucho lo que tiene que decir, él (el silencioso) está hablando sin parar! Se ha necesitado mucha preparación, estudio y tiempo solo para escuchar a mi Señor, a quien regresé ansiosamente.

Damas, lo que leemos en RMI puede parecer inicialmente extraño. Si tenemos un espíritu rebelde, primero tenemos que lidiar con eso. Ahora llevo mis problemas a Dios para que yo sea mucho más fácil de llevar.  Después de que eso sucedió, mi esposo me ofreció soluciones en las que nunca pensé, y una ayuda que él alguna vez retuvo.

¡Sé que Dios está sonriendo! ~ Karen, separada

“Si me aman, obedezcan” 

Después de que usted ponga a Dios en el primer lugar en su vida, y comience a obedecer a aquellos en autoridad sobre usted, usted debe entonces echar fuera la falsa doctrina que dice que “usted es salvo por gracia, así que en realidad está bien pecar, porque no estamos más bajo la Ley”. Busquemos en las Escrituras:

¿Sus obras lo niegan a Él? “Profesan conocer a Dios, pero con sus hechos lo niegan, siendo abominables y desobedientes e inútiles para cualquier obra buena” (Tito 1:16).

¿Hace usted lo que Su Palabra dice? ¿Por qué ustedes me llaman: “Señor, Señor”, y no hacen lo que Yo digo?” (Lucas. 6:46). ¿Qué diremos, entonces? ¿Continuaremos en pecado para que la gracia abunde? ¡De ningún modo! Nosotros, que hemos muerto al pecado, ¿cómo viviremos aún en él?” (Romanos 6:1–2). “¿Entonces qué? ¿Pecaremos porque no estamos bajo la ley, sino bajo la gracia? ¡De ningún modo!” (Romanos 6:15).

La fe sin obras está muerta. “¿De qué sirve, hermanos míos, si alguien dice que tiene fe, pero no tiene obras? ¿Acaso puede esa fe salvarlo? ... Porque así como el cuerpo sin el espíritu está muerto, así también la fe sin las obras está muerta” (Santiago 2:14, 26). Las buenas obras son los “frutos” de nuestra salvación. Estas son tres preguntas que debemos hacernos a nosotras mismas: ¿Mis hechos niegan que sigo al Señor? ¿Me da la gracia permiso para pecar? ¿Debo, como creyente, hacer buenas obras?

Jamás los conocí. Muchos creen que pueden vivir de cualquier manera que quieran y después entrar al cielo una vez que mueran. ¿Es verdad? “Muchos me dirán en aquel día: ‘Señor, Señor, ¿no profetizamos en Tu nombre, y en Tu nombre echamos fuera demonios, y en Tu nombre hicimos muchos milagros?’. Entonces les declararé: ‘Jamás los conocí; apártense de Mí, los que practican la iniquidad’” (Mateo 7:22–23). ¡La respuesta es “no”!

Confiesa tus pecados. Si esta es la mentalidad que tenías, antes de aprender estas Escrituras, haz como que dice la Escritura: “Por tanto, confiésense sus pecados unos a otros, y oren unos por otros para que sean sanados. . .” (Santiago 5:16).

Obediencia a Su Palabra

¡Busca sabiduría! “La sabiduría clama en la calle, en las plazas alza su voz; Clama en las esquinas de las calles concurridas; a la entrada de las puertas de la ciudad pronuncia sus discursos: ¿Hasta cuándo, oh simples, amarán la simpleza, y los burladores se deleitarán en hacer burla, y los necios aborrecerán el conocimiento? Vuélvanse a mi reprensión, y derramaré mi espíritu sobre ustedes; les haré conocer mis palavras” (Proverbios 1:20–23).

“Porque he llamado y han rehusado oír, he extendido mi mano y nadie ha hecho caso. Han desatendido todo consejo mío y no han deseado mi reprensión. También yo me reiré de la calamidad de ustedes, me burlaré cuando sobrevenga lo que temen, cuando venga como tormenta lo que temen y su calamidad sobrevenga como torbellino, cuando vengan sobre ustedes tribulación y angustia” (Proverbios 1:24-27).

“Entonces me invocarán, pero no responderé; me buscarán con diligencia, pero no me hallarán, porque odiaron el conocimiento, y no escogieron el temor del Señor, ni quisieron aceptar mi consejo, y despreciaron toda mi reprensión. Comerán del fruto de su conducta, y de sus propias artimañas se hartarán. Porque el desvío de los simples los matará, y la complacencia de los necios los destruirá. Pero el que me escucha vivirá seguro, y descansará, sin temor al mal” (Proverbios 1:28-33). ¡Busque sabiduría!

La obediencia proviene del corazón. “...se hicieron obedientes de corazón a aquella forma de doctrina a la que fueron entregados” (Romanos 6:17). Y de nuevo, “el hombre mira la apariencia exterior, pero el Señor mira el corazón” (1 Samuel 16:7).

La obediencia necesita ser probada. “Amados, no se sorprendan del fuego de prueba que en medio de ustedes ha venido para probarlos” (1 Pedro 4:12). La obediencia purifica su alma. “Puesto que en obediencia a la verdad ustedes han purificado sus almas… ” (1 Pedro 1:22).

La obediencia da testimonio de quién es nuestro Padre. “‘Sino que esto es lo que les ordené: “Escuchen Mi voz y Yo seré su Dios y ustedes serán Mi pueblo, y andarán en todo camino por el que Yo los envíe para que les vaya bien”. Pero ellos no escucharon ni inclinaron su oído, sino que anduvieron en sus propias deliberaciones y en la terquedad de su malvado corazón, y fueron hacia atrás y no hacia adelante” (Jeremías 7:23–24).

Su desobediencia en realidad alaba a los malos. “Los que abandonan la ley alaban a los impíos, pero los que guardan la ley luchan contra ellos” (Proverbios 28:4). Las oraciones de los desobedientes no son escuchadas. “Al que aparta su oído para no oír la ley, su oración también es abominación” (Proverbios 28:9).

Nuestro ejemplo de obediencia es Jesús

Él fue obediente aún hasta la muerte. “Y hallándose en forma de hombre, se humilló Él mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz” (Filipenses 2:8). “Aunque era Hijo, aprendió obediencia por lo que padeció” (Hebreos 5:8).

Él fue obediente y sumiso ante Su autoridad. “Y adelantándose un poco, cayó sobre Su rostro, orando y diciendo: ‘Padre Mío, si es posible, que pase de Mí esta copa; pero no sea como Yo quiero, sino como Tú quieras’. Apartándose de nuevo, oró por segunda vez, diciendo: ‘Padre Mío, si esta copa no puede pasar sin que Yo la beba, hágase Tu voluntad’” (Mateo 26:39, 42).

Nuestra sumisión ante nuestra autoridad. “Las mujeres estén sometidas a sus propios maridos como al Señor... Pero así como la iglesia está sujeta a Cristo, también las mujeres deben estarlo a sus maridos en todo” (Efesios 5:22, 24). “Sométase toda persona a las autoridades que gobiernan. Porque no hay autoridad sino de Dios, y las que existen, por Dios son constituidas” (Romanos 13:1).

El secreto para el éxito. “Todas las sendas del Señor son misericordia y verdad para aquellos que guardan Su pacto y Sus testimonios. Oh Señor, por amor de Tu nombre, perdona mi iniquidad, porque es grande. ¿Quién es el hombre que teme al Señor? Él le instruirá en el camino que debe escoger. En prosperidad habitará su alma, y su descendencia poseerá la tierra. Los secretos del Señor son para los que le temen” (Salmo 25:10–15).

Vuelva la espalda a los mitos. En lugar de buscar la verdad, muchas quieren que otros estén de acuerdo con sus ideas o decisiones equivocadas: “Porque vendrá tiempo cuando no soportarán la sana doctrina, sino que teniendo comezón de oídos, conforme a sus propios deseos... y se volverán a los mitos” (2 Timoteo 4:3–4).

Obediencia a Su Palabra. “No seas como el caballo o como el mulo, que no tienen entendimiento; cuyos arreos incluyen brida y freno para sujetarlos, porque si no, no se acercan a ti” Salmo 32:9. Si usted no obedece, Él la disciplinará. “El Señor me ha reprendido severamente, pero no me ha entregado a la muerte. No moriré, sino que viviré, y contaré las obras del Señor” (Salmo 118:18,17).

Dios es fiel a Su Palabra. “Si sus hijos abandonan Mi ley y no andan en Mis juicios, si violan Mis estatutos y no guardan Mis mandamientos, entonces castigaré con vara su transgresión y con azotes su iniquidad. Pero no quitaré de él Mi misericordia, ni obraré falsamente en Mi fidelidad. No quebrantaré Mi pacto, ni cambiaré la palabra de Mis labios” (Salmo 89:30–34). Si usted continua en rebeldía a la Palabra de Dios o a la autoridad de su esposo, Dios continuará castigándola.

Lea y ore el Salmo 51 en voz alta: “Lávame por completo de mi maldad, y límpiame de mi pecado. Porque yo reconozco mis transgresiones, y mi pecado está siempre delante de mí. Contra ti, contra ti solo he pecado, y he hecho lo malo delante de tus ojos, crea en mí, oh dios, un corazón limpio, y renueva un espíritu recto dentro de mí. No me eches de tu presencia, y no quites de mí tu santo espíritu. Restitúyeme el gozo de tu salvación, y sostenme con un espíritu de poder. Entonces enseñaré a los transgresores tus caminos, y los pecadores se convertirán a ti. Porque tú no te deleitas en sacrificio, de lo contrario yo lo ofrecería; no te agrada el holocausto. Los sacrificios de dios son el espíritu contrito; al corazón contrito y humillado, oh dios, no despreciarás”.

¡Que dios sea con usted conforme se esfuerza por ser más como Cristo!

 Compromiso personal: poner al Señor en primer lugar en mi vida. “Basada en lo que he aprendido de la Escritura, me comprometo a hacer todo como para el Señor. Mostraré al Señor mi compromiso con Él y mi obediencia a Su Palabra mediante el sometimiento a aquellos que están en autoridad sobre mí, especialmente mi esposo”.

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2 thoughts on “Día 5 Capítulo 5 “SU PRIMER AMOR””

  1. Hola querida, te comparto este comentario a otra novia que te va a ayudar mucho: https://esperanzaalfin.com/cursos/c2/dia-8-separada/#comment-397 como veo que usas tu nombre real, he seguido la “politica del buen samaritano” https://esperanzaalfin.com/cursos/c1/nn/ y con la guía de mi Esposo Celestial te hemos dado un nuevo nombre que te envie a tu correo electronico. Asegurate de cambiar tu perfil de http://www.ElAnimador.com

  2. cantantes: Alexander Acha y Zuria Vega:
    AMOR SINCERO.
    Llegas, se acabó una larga espera
    Este invierno es primavera porque llegas
    Y me abrigo en ti
    Llegas, cuando no creía en nada
    Como luz de madrugada es cuando llegas
    Y me refugio en ti
    Y así, vas cubriendo el frío con amor
    Vas, haciéndome sentir mejor
    Porque llegas
    Encendiendo el corazón
    Haces que mi alma sienta amor de nuevo
    Haces que a tu lado ya no sienta miedo
    Haces que me entregue con cada latido
    Y que no quiera ni un segundo sin estar contigo
    Haces que mi corazón ya no esté ciego
    Porque puedo ver en ti que esto es amor sincero
    Haces que te quiera más
    Un poco más
    Llegas y te quiero más de lo que ya te quiero
    Llegas, a curarme del pasado
    Se me olvida que he llorado porque llenas
    El vacío en mi
    Y así, vas cubriendo el frío con amor
    Vas haciéndome sentir mejor
    Porque llegas
    Encendiendo el corazón
    Haces que mi alma sienta amor de nuevo
    Haces que a tu lado ya no sienta miedo
    Haces que me entregue con cada latido
    Y que no quiera ni un segundo sin estar contigo
    Haces que mi corazón ya no esté ciego
    Porque puedo ver en ti que esto es amor sincero
    Haces que te quiera más
    Un poco más
    Llegas y te quiero más de lo que ya te quiero
    Cubriste el frío con amor

    Haciéndome sentir mejor
    Porque llegas
    Encendiendo el corazón
    Haces que mi alma sienta amor de nuevo
    Haces que a tu lado ya no sienta miedo
    Haces que me entregue con cada latido
    Y que no quiera ni un segundo sin estar contigo
    Haces que mi corazón ya no esté ciego
    Porque puedo ver en ti que esto es amor sincero
    Haces que te quiera más
    Un poco más
    Llegas y te quiero más de lo que ya te quiero

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