La semana pasada discutimos otro principio que todas nosotras (como Sus novias) podemos adoptar e incorporar a nuestras vidas: no inclinarnos a nuestra propia comprensión y escucharlo hablar contigo en cada momento. Esta semana me gustaría compartir con ustedes algo con lo que creo que todas luchamos y que mi EC ayuda a sacudirme, "Agregar miedo a la mezcla".
Durante el fin de semana sentí que el Señor me guiaba a salir de mi zona de confort con respecto a dónde El quiere que yo viva. Al menos 3 veces desde que se fundó Encouraging Women (Mujer Animadora), me pidió que dejara TODAS mis pertenencias y siguiera adónde El me llevó a vivir. La primera vez que viví en el extranjero en varios países diferentes, me mudé cada pocos días, a veces me mudaba varios días seguidos, nunca me quedé en un lugar durante más de una semana. También me entrenó espiritualmente a llevarme a empacar mi única maleta (con todo lo que poseía), ir a la estación de tren y simplemente esperar allí hasta que Él dijera: "Ahí está el tren, súbete a él" a menudo sin saber a dónde se dirigía.
Por qué hizo esto es simple, porque estaba perfeccionándome (afilando, refinando) y capacitándome para seguirlo con respecto a este ministerio que Él me ha llamado a dirigir para Él. Además, creo que porque soy la matriarca de mi familia (aunque no he sido llamada para dirigir a la familia hasta la fecha), El quería que yo estuviera segura de que sabía cómo hacer esto.
La última vez que me pidió que me desprendiera de todo fue hace poco más de 3 años. Le di casi todo lo que tenía a mi hijo y nuera para guardar o vender (se quedarían con cualquier ganancia). Luego, cuando me llevó a mudarme a una "casa" de nuevo, no tenía nada más que ropa. Sin embargo, poco a poco comenzaron a devolverse algunas cosas especiales.
Una vez más, me pide que lo deje todo. Pero debido a que tengo un hogar tan cómodo nuevamente, me resultó difícil emocionarme mucho. Al principio lo hice, pero cuanto más comencé a pensar en todos los detalles y la logística, además de la absoluta finalidad de este paso que El me estaba pidiendo que tomara, más comencé a "inclinarme a mi propio entendimiento", deteniéndome justo antes del pánico.
Esto es cuando lo escuché decir (no por primera vez) "No le agregues miedo a la mezcla" e imaginé las galletas de mantequilla que acabo de hacer y me imaginé vertiendo tinta negra en el tazón, ¡y luego mezclándola!
Cada vez que agregamos "miedo" al dolor que sentimos en nuestro cuerpo o lo agregamos a una decisión o un pensamiento que tenemos, esencialmente estamos agregando tinta negra, lo que lo hace oscuro, horrible y más difícil de manejar.
Entonces, cada vez que siento que esto sucede, me sacudo mentalmente tal como vemos al Apóstol Pablo en Hechos 28:5. Luego, siguiendo el principio en Mateo 12:43-45 con respecto a reemplazar lo que se ha eliminado. Lo reemplazo y abrazo la emoción que sentí cuando imaginé por primera vez lo que creo que es Su plan para dónde y cómo voy a vivir para el próximo año.
Sin embargo, hay un componente clave que también puede ayudar a mantener a raya el miedo. Bien podría ser que Él no me va a hacer vivir así en absoluto. En cambio, puede que me esté probando para ver si estaría "dispuesta a ir" y eso es lo que exploraremos la próxima semana cuando veamos a Abraham e Isaac. Hasta la próxima semana, comience a sacudirse y no agregue miedo a la mezcla.
“El terror se apoderó de ellos y se retorcieron de dolor como una mujer en parto”. Salmos 48:6 NTV
“Lo que más temía me sobrevino; lo que más me asustaba me sucedió. No encuentro paz ni sosiego; no hallo reposo, sino solo agitación” Job 3:25-26
“…—¡Ve! Que todo suceda tal como has creído….” Mateo 8:13
Cada vez que he sentido temor he agregado una dosis mas alta de dolor a la situación que enfrentaba. En mi experiencia, muchas veces por Su gracia he logrado sacudir las muchas serpientes que me mordieron e intentaron matar mi fe o los milagros que mi Esposo tenia para mi. La analogia que mi Amado le dio a la autora es un gran ejemplo, la tinta para alimentos especialmente requiere una muy pequeña cantidad para dar mucho color, y creo que asi mismo es el miedo, es como la levadura, solo un poco basta para que te inundes de temor y con el sobrevenga dolor, angustia, desesperanza… El miedo es un veneno paralizante para impedir nuestro avance.
Esta lección en particular toca mi corazón porque he tenido una larga batalla con el miedo en cierta arrea de mi vida, es un temor que no me ha abandonado del todo, que ha pasado por varios altos y bajos, pero que se ha negado a salir por completo. sin embargo, me alegro porque mi Amado me ha dado la estrategia para combatirlo y para continuar avanzando, es cierto no se ha ido por completo, pero si ha disminuido y en eso puedo ver avances. Aunque es un miedo muy profundo, que El me ha indicado que es un trauma, El continua persistiendo en eliminarlo por completo y creo que EL me dará la victoria total. Tengo que decir que Su palabra es poderosa y es la que ha erosionado ese temor que aunque ha sido tenaz esta cada vez más y más debil, mientras que mi confianza en el poder liberador y sanador de mi Esposo aumentan.
“Oré al Señor, y él me respondió; me libró de todos mis temores.” Salmos 34:4 https://www.biblegateway.com/passage/?search=Salmos%2034%3A4&version=NTV
Cuando le agregamos miedo a nuestro dolor hacemos que las cosas empeoren. Empezamos a dudar en vez de regocijarnos y dar gracias. Como dice la lección, cuando le agregamos miedo como que le estamos agregando tinta negra a la situación. Por lo que se vuelven más difíciles para lidiar con ellas. Quiero compartir un testimonio corto de algo que me sucedió relacionado a esta lección.
En septiembre. Es el cumpleaños de mi hijo. Han sido más de 3 meses que hemos estado en comunicación con su padre terrenal. Mi hijo siempre que ora pide volver a tener una relación con su padre y que él vuelve a casa. En su mente está que su papá está fuera porque él está trabajando. Pero yo sé que su corazón siente otra cosa. Hace unos días mi conyugue me chateo. Me preguntó por el número telefónico de mi hijo. Yo se lo di, pero no le dije nada a mi hijo porque no quería que se alegrara y que luego no se contactara con él. Pues no se contactó con él en ese momento. El día de su cumpleaños me chateó Y le pasé el teléfono a mi hijo para que pudieran hablar. Y lo felicitara por su cumpleaños tuvieron una conversación amena. Y bueno, mi hijo estaba feliz por eso. En cuanto eso pasó. Yo empecé a sentir, o más bien le agregué miedo a esa situación, a cosas como.:” ¿Y qué tal si se vuelve a desaparecer? ¿O y si le da hace una promesa a mi hijo y luego no se la cumple? “Y muchos otros pensamientos que se me vienen a la mente cuando él reaparece? Le di lugar al miedo. Permitiendo que pensamientos negativos, como la tinta negra. Nublan mi mente y mis pensamientos agarrándome de lo que podría salir mal en vez de agradecer por su plan de que todo estaba saliendo perfectamente. Incluso no quería hablar con él. Porque lo que tenía en la mente es que. ¿Va a volver a hacer lo mismo? Luego me di cuenta. De que no le estaba agradeciendo al Señor lo que Él había hecho por darle lugar al miedo. Y empecé a agradecer, agradecer al Señor que haya vuelto el corazón de mi cónyuge. Y que le recuerde los días que son importantes a mi niño como para llamarle y felicitarla. Eventualmente, ese sentimiento negativo se fue.
Bellas Permitamos a nuestro amado entrar y crear el camino que él tiene diseñado para nosotras. Dejemos que su amor nos invada. Y expulse todo sentimiento negativo, incluido el miedo y la duda. Soltemos todo lo que no nos conviene. Para dejar que nuestro Gran Amor entre y llene cada espacio vacío. De modo que no haya espacio para nada que no sea de Él.
Filipenses 4:8
“ Y ahora, amados hermanos, una cosa más para terminar. Concéntrense en todo lo que es verdadero, todo lo honorable, todo lo justo, todo lo puro, todo lo bello y todo lo admirable. Piensen en cosas excelentes y dignas de alabanza.” https://www.biblegateway.com/passage/?search=Filipenses%204%3A8&version=NTV