Restaure Su Salud

 

PREFACIO

Tenga fe

Y JesĂșs respondiĂł:

 “Tengan fe en Dios”.

—Marcos 11:22

 

Como puede confiar en DIOS para restaurar su salud

Prefacio

Este libro es algo en lo que he trabajado durante algunos años. Durante años he querido terminarlo y agregarlo a nuestro sitio web, así que en lugar de esperar, retener incluso un capítulo que tenía el potencial de alentar a alguien que actualmente estå sufriendo, estoy emocionada de compartirlo con ustedes ahora.

Proverbios 11:24—

“Hay quienes reparten, y les es añadido mĂĄs; y hay quienes retienen mĂĄs de lo que es justo, pero vienen a pobreza”.

Suponiendo que haya leído Cómo Dios puede y va a restaurar su matrimonio, notarå nuevamente que comencé este libro usando el RSM como fundamento, principalmente debido a todas las escrituras de sanación y sus verdades.

ÂĄSu Palabra sana!

Hay 102 referencias sobre la sanación en la Biblia. Promesas que Él nos dio que necesitamos abrazar. Sin embargo, una de las formas más transformadoras de ser sanada es simplemente ser “lavada en el agua de Su Palabra” (Efesios 5:26). Este pasaje en particular en Efesios habla de Su iglesia, nosotros quienes le creemos y lo seguimos, y Su Palabra es cómo somos limpiados. El agua curará cualquier llaga abierta, herida abierta, cualquier lesión e incluso limpiará nuestro interior. El agua siempre se ha utilizado para limpiar; para eliminar o prevenir enfermedades e infecciones, y DIOS dice que ser “lavados en el agua de Su Palabra” nos limpiará y purificará.

Leer Su Palabra, no importa lo que estés leyendo (como leer la Biblia) comenzarå a sanarte de tantas cosas que te aquejan. Sana tu fe, sana tus miedos, sana tus dudas, sana tu doble mentalidad, ademås de aislarte de otras opciones de familiares bien intencionados, amigos e incluso extraños. Si has sido llamada a caminar a través de este valle de mala salud o caminar junto a alguien que estå enfrentando esta prueba o tal vez incluso llevando a alguien que no puede caminar a través de este valle difícil por sí mismo, necesitas limpieza, necesitas alimento espiritual, necesitas la verdad y Sus promesas que solo SU Palabra es capaz de hacer.

Una de mis promesas fundacionales favoritas de todos los tiempos que Él nos ha dado es:

“Así será mi palabra que sale de mi boca;
no volverĂĄ a mĂ­ vacĂ­a,
sino que harĂĄ lo que yo quiero,
y serĂĄ prosperada en aquello para que la enviĂ©â€.
IsaĂ­as 55:11

“RecorrĂ­a JesĂșs todas las ciudades y aldeas, enseñando en las sinagogas de ellos, y predicando el evangelio del reino, y sanando toda enfermedad y toda dolencia en el pueblo. Y al ver las multitudes, tuvo compasiĂłn de ellas; porque estaban desamparadas y dispersas como ovejas que no tienen pastor”. Mateo 9:35-36

“Él fue traspasado por nuestras rebeliones, y molido por nuestras iniquidades; sobre Ă©l recayĂł el castigo, [necesario para obtener el] precio de nuestra paz, y gracias a sus heridas [que lo lastimaron] fuimos sanados”. IsaĂ­as 53:5

“Envió su palabra, y los sanó, y los libró de su ruina”. Salmos 107:20

“Porque curan las heridas de mi pueblo de manera superficial”. Jeremías 8:11 PDT

“Porque curan las heridas de mi pueblo de manera superficial, y dicen: “Todo quedará en paz, tranquilos”, cuando en realidad todo está mal.” Jeremías 6:14 PDT

“Y no pudo [JesĂșs] hacer allĂ­ ningĂșn milagro, salvo que sanĂł a unos pocos enfermos, poniendo sobre ellos las manos. Y Ă©l se quedĂł asombrado por la incredulidad de ellos”. Marcos 6:5-6

“Entonces respondiendo JesĂșs, dijo: Oh mujer, grande es tu fe; hĂĄgase contigo como quieres. Y su hija fue sanada desde aquella hora”. Mateo 15:28

Sanada sobrenaturalmente

No puedo imaginar que haya algĂșn creyente que no haya soñado y anhelado ser sanado sobrenaturalmente. Ya sea mientras sube a orar en una iglesia o cuando alguien le impone las manos para ser sanado. Me ha sucedido la curaciĂłn sobrenatural a mĂ­ y tambiĂ©n a mis hijos, pero para la mayorĂ­a de mis aflicciones, habĂ­a una razĂłn por la que Dios lo permitiĂł. La mayorĂ­a de las veces Su plan es mucho mĂĄs grande de lo que podrĂ­a haber imaginado.

Isaías 55:8-9: “Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos mis caminos, dijo Jehová. Como son más altos los cielos que la tierra, así son mis caminos más altos que vuestros caminos, y mis pensamientos más que vuestros pensamientos”.

En uno de mis libros, comparto esta historia sobre cuando un misionero visitĂł nuestra iglesia y contĂł la historia de una niña a quien habĂ­a encontrado viviendo en las calles y ella estaba muriendo. El misionero dijo que despuĂ©s de cuidar a esta niña durante varias semanas, habĂ­a sido llamado a salir de la India para ir a los Estados Unidos. Cuando fue a despedirse de esta niña, dijo que sabĂ­a que serĂ­a la Ășltima vez que la verĂ­a con vida. Cuando la abrazĂł, estaba tan roto y triste cuando ella se alejĂł y dijo: “No necesitas estar triste por mĂ­, porque tengo a JesĂșs. JesĂșs es todo lo que necesito. Él lo es todo. Tengo todo lo que necesito”. De hecho, escuchĂ© esta historia dos veces, ÂĄpero la segunda vez cambiĂł mi vida para siempre! DespuĂ©s de escuchar la historia, comencĂ© a decirle al Señor que Él era todo lo que yo querĂ­a, Él era todo lo que necesitaba, y que si lo tenĂ­a a Él ÂĄtenĂ­a todo lo que necesitaba! Cuanto mĂĄs lo decĂ­a, mĂĄs se convertĂ­a Él en el amor de mi vida. ÂĄLo que estaba hablando se convirtiĂł en lo que estaba en mi corazĂłn! AsĂ­ que cuando las pruebas horribles comenzaron a golpear, comencĂ© a decirle al Señor que Él era todo lo que querĂ­a y todo lo que necesitaba. Inmediatamente, todo lo que venĂ­a en mi contra ya no importaba, y perdiĂł su aguijĂłn y su efecto sobre mĂ­.

Lo mismo sucediĂł cuando comencĂ© a enfrentar una multitud de problemas de salud. Cuando sentĂ­a que era insoportable, le decĂ­a “Señor, eres todo lo que quiero, eres todo lo que necesito y eres todo por lo que vivo” en lugar de rogarle que me ayudara a sentirme mejor o que me quitara cualquier dolencia que me estuviera plagando. Casi siempre el sufrimiento disminuĂ­a casi instantĂĄneamente o me dejaba por completo. Sin embargo, muy a menudo Él me revelaba cosas de las que nunca me habrĂ­a dado cuenta si no hubiera estado en este estado debilitado.

Mi otra esperanza es dejar las cosas claras, en otras palabras, disipar muchas mentiras y nombres inapropiados que se toman como un hecho, lanzados en nuestro camino por “cristianos” “bien intencionados” que nos hieren, a menudo haciĂ©ndonos sentir condenados. Cosas como: que la razĂłn por la que no somos sanados se debe a nuestra falta de fe o que esta dolencia o enfermedad tiene sus raĂ­ces en el pecado.

Para que conste, cada vez que te sientes condenada, cualquier mala emoción que sientas, la verdad es que no es de Él, por lo tanto, es una mentira, enviada por un “cristiano” “bien intencionado” y a menudo santurrón o ignorante o ingenuo. Y el mejor remedio es:

  • Asiente con la cabeza y ponte de acuerdo (Mateo 5:25)
  • PerdĂłnalos (Lucas 23:34), y
  • ConfĂ­a en que Él usarĂĄ, incluso este insulto (Filipenses 12:9-10)
  • Usado para el bien (Romanos 8:28)
  • Para que puedas heredar una bendiciĂłn (1 Pedro 3:9)

Es hora de llenar tu Diario y "REGISTRAR la visiĂłn y ESCRIBIRLA en tabletas [telĂ©fonos y computadoras], para que CORRA el que LEYERE en ella. Aunque la visiĂłn tardarĂĄ aĂșn por un tiempo, mas se apresura hacia el fin, y no mentirĂĄ; aunque tardare, espĂ©ralo, porque sin duda vendrĂĄ, no tardarĂĄ'”.

Haz una lista en tu diario de todas las razones que has descubierto que confirman que Dios tiene un plan mayor que simplemente "querer" que sufras. Tal vez sea el comienzo de escribir tu propio testimonio para documentar tu viaje hacia la salud plena para que puedas alentar a otros que estĂĄn siendo llamados a seguir el mismo camino o uno similar.

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