Como puede confiar en DIOS para restaurar su salud
Prefacio
Este libro es algo en lo que he trabajado durante algunos años. Durante años he querido terminarlo y agregarlo a nuestro sitio web, asĂ que en lugar de esperar, retener incluso un capĂtulo que tenĂa el potencial de alentar a alguien que actualmente estĂĄ sufriendo, estoy emocionada de compartirlo con ustedes ahora.
Proverbios 11:24â
âHay quienes reparten, y les es añadido mĂĄs; y hay quienes retienen mĂĄs de lo que es justo, pero vienen a pobrezaâ.
Suponiendo que haya leĂdo CĂłmo Dios puede y va a restaurar su matrimonio, notarĂĄ nuevamente que comencĂ© este libro usando el RSM como fundamento, principalmente debido a todas las escrituras de sanaciĂłn y sus verdades.
ÂĄSu Palabra sana!
Hay 102 referencias sobre la sanaciĂłn en la Biblia. Promesas que Ăl nos dio que necesitamos abrazar. Sin embargo, una de las formas mĂĄs transformadoras de ser sanada es simplemente ser âlavada en el agua de Su Palabraâ (Efesios 5:26). Este pasaje en particular en Efesios habla de Su iglesia, nosotros quienes le creemos y lo seguimos, y Su Palabra es cĂłmo somos limpiados. El agua curarĂĄ cualquier llaga abierta, herida abierta, cualquier lesiĂłn e incluso limpiarĂĄ nuestro interior. El agua siempre se ha utilizado para limpiar; para eliminar o prevenir enfermedades e infecciones, y DIOS dice que ser âlavados en el agua de Su Palabraâ nos limpiarĂĄ y purificarĂĄ.
Leer Su Palabra, no importa lo que estĂ©s leyendo (como leer la Biblia) comenzarĂĄ a sanarte de tantas cosas que te aquejan. Sana tu fe, sana tus miedos, sana tus dudas, sana tu doble mentalidad, ademĂĄs de aislarte de otras opciones de familiares bien intencionados, amigos e incluso extraños. Si has sido llamada a caminar a travĂ©s de este valle de mala salud o caminar junto a alguien que estĂĄ enfrentando esta prueba o tal vez incluso llevando a alguien que no puede caminar a travĂ©s de este valle difĂcil por sĂ mismo, necesitas limpieza, necesitas alimento espiritual, necesitas la verdad y Sus promesas que solo SU Palabra es capaz de hacer.
Una de mis promesas fundacionales favoritas de todos los tiempos que Ăl nos ha dado es:
âAsĂ serĂĄ mi palabra que sale de mi boca;
no volverĂĄ a mĂ vacĂa,
sino que harĂĄ lo que yo quiero,
y serĂĄ prosperada en aquello para que la enviĂ©â.
IsaĂas 55:11
âRecorrĂa JesĂșs todas las ciudades y aldeas, enseñando en las sinagogas de ellos, y predicando el evangelio del reino, y sanando toda enfermedad y toda dolencia en el pueblo. Y al ver las multitudes, tuvo compasiĂłn de ellas; porque estaban desamparadas y dispersas como ovejas que no tienen pastorâ. Mateo 9:35-36
âĂl fue traspasado por nuestras rebeliones, y molido por nuestras iniquidades; sobre Ă©l recayĂł el castigo, [necesario para obtener el] precio de nuestra paz, y gracias a sus heridas [que lo lastimaron] fuimos sanadosâ. IsaĂas 53:5
âEnviĂł su palabra, y los sanĂł, y los librĂł de su ruinaâ. Salmos 107:20
âPorque curan las heridas de mi pueblo de manera superficialâ. JeremĂas 8:11 PDT
âPorque curan las heridas de mi pueblo de manera superficial, y dicen: âTodo quedarĂĄ en paz, tranquilosâ, cuando en realidad todo estĂĄ mal.â JeremĂas 6:14 PDT
âY no pudo [JesĂșs] hacer allĂ ningĂșn milagro, salvo que sanĂł a unos pocos enfermos, poniendo sobre ellos las manos. Y Ă©l se quedĂł asombrado por la incredulidad de ellosâ. Marcos 6:5-6
âEntonces respondiendo JesĂșs, dijo: Oh mujer, grande es tu fe; hĂĄgase contigo como quieres. Y su hija fue sanada desde aquella horaâ. Mateo 15:28
Sanada sobrenaturalmente
No puedo imaginar que haya algĂșn creyente que no haya soñado y anhelado ser sanado sobrenaturalmente. Ya sea mientras sube a orar en una iglesia o cuando alguien le impone las manos para ser sanado. Me ha sucedido la curaciĂłn sobrenatural a mĂ y tambiĂ©n a mis hijos, pero para la mayorĂa de mis aflicciones, habĂa una razĂłn por la que Dios lo permitiĂł. La mayorĂa de las veces Su plan es mucho mĂĄs grande de lo que podrĂa haber imaginado.
IsaĂas 55:8-9: âPorque mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos mis caminos, dijo JehovĂĄ. Como son mĂĄs altos los cielos que la tierra, asĂ son mis caminos mĂĄs altos que vuestros caminos, y mis pensamientos mĂĄs que vuestros pensamientosâ.
En uno de mis libros, comparto esta historia sobre cuando un misionero visitĂł nuestra iglesia y contĂł la historia de una niña a quien habĂa encontrado viviendo en las calles y ella estaba muriendo. El misionero dijo que despuĂ©s de cuidar a esta niña durante varias semanas, habĂa sido llamado a salir de la India para ir a los Estados Unidos. Cuando fue a despedirse de esta niña, dijo que sabĂa que serĂa la Ășltima vez que la verĂa con vida. Cuando la abrazĂł, estaba tan roto y triste cuando ella se alejĂł y dijo: âNo necesitas estar triste por mĂ, porque tengo a JesĂșs. JesĂșs es todo lo que necesito. Ăl lo es todo. Tengo todo lo que necesitoâ. De hecho, escuchĂ© esta historia dos veces, ÂĄpero la segunda vez cambiĂł mi vida para siempre! DespuĂ©s de escuchar la historia, comencĂ© a decirle al Señor que Ăl era todo lo que yo querĂa, Ăl era todo lo que necesitaba, y que si lo tenĂa a Ăl ÂĄtenĂa todo lo que necesitaba! Cuanto mĂĄs lo decĂa, mĂĄs se convertĂa Ăl en el amor de mi vida. ÂĄLo que estaba hablando se convirtiĂł en lo que estaba en mi corazĂłn! AsĂ que cuando las pruebas horribles comenzaron a golpear, comencĂ© a decirle al Señor que Ăl era todo lo que querĂa y todo lo que necesitaba. Inmediatamente, todo lo que venĂa en mi contra ya no importaba, y perdiĂł su aguijĂłn y su efecto sobre mĂ.
Lo mismo sucediĂł cuando comencĂ© a enfrentar una multitud de problemas de salud. Cuando sentĂa que era insoportable, le decĂa âSeñor, eres todo lo que quiero, eres todo lo que necesito y eres todo por lo que vivoâ en lugar de rogarle que me ayudara a sentirme mejor o que me quitara cualquier dolencia que me estuviera plagando. Casi siempre el sufrimiento disminuĂa casi instantĂĄneamente o me dejaba por completo. Sin embargo, muy a menudo Ăl me revelaba cosas de las que nunca me habrĂa dado cuenta si no hubiera estado en este estado debilitado.
Mi otra esperanza es dejar las cosas claras, en otras palabras, disipar muchas mentiras y nombres inapropiados que se toman como un hecho, lanzados en nuestro camino por âcristianosâ âbien intencionadosâ que nos hieren, a menudo haciĂ©ndonos sentir condenados. Cosas como: que la razĂłn por la que no somos sanados se debe a nuestra falta de fe o que esta dolencia o enfermedad tiene sus raĂces en el pecado.
Para que conste, cada vez que te sientes condenada, cualquier mala emociĂłn que sientas, la verdad es que no es de Ăl, por lo tanto, es una mentira, enviada por un âcristianoâ âbien intencionadoâ y a menudo santurrĂłn o ignorante o ingenuo. Y el mejor remedio es:
- Asiente con la cabeza y ponte de acuerdo (Mateo 5:25)
- PerdĂłnalos (Lucas 23:34), y
- ConfĂa en que Ăl usarĂĄ, incluso este insulto (Filipenses 12:9-10)
- Usado para el bien (Romanos 8:28)
- Para que puedas heredar una bendiciĂłn (1 Pedro 3:9)
Es hora de llenar tu Diario y "REGISTRAR la visiĂłn y ESCRIBIRLA en tabletas [telĂ©fonos y computadoras], para que CORRA el que LEYERE en ella. Aunque la visiĂłn tardarĂĄ aĂșn por un tiempo, mas se apresura hacia el fin, y no mentirĂĄ; aunque tardare, espĂ©ralo, porque sin duda vendrĂĄ, no tardarĂĄ'â.
Haz una lista en tu diario de todas las razones que has descubierto que confirman que Dios tiene un plan mayor que simplemente "querer" que sufras. Tal vez sea el comienzo de escribir tu propio testimonio para documentar tu viaje hacia la salud plena para que puedas alentar a otros que estĂĄn siendo llamados a seguir el mismo camino o uno similar.