âPalabras del rey Lemuel, orĂĄculo[a] que le enseñó su madre.â-Proverbios 31:1
PermĂtanme comenzar diciendo que la “Mujer de Proverbios” es completamente ficticia y que esta mujer no existe, pero por supuesto que lo sabĂa. Sin embargo, sentĂ que era importante que todos estemos de acuerdo en que ella simplemente no es real. La razĂłn por la que tenemos que estar de acuerdo tambiĂ©n es simple. Es porque esta “mujer” era mi hĂ©roe y yo querĂa ser como ella, tanto, que moldeĂ© mi vida segĂșn ella. Luego la usĂ© tontamente como una vara de medir para determinar quĂ© tan bien me estaba desempeñando como esposa, madre y ama de casa. Y si tuviera que adivinar, tambiĂ©n has estado luchando para competir con este personaje mĂtico.