Capítulo 17 "Mujeres, animen a las Mujeres Jóvenes"
“las ancianas... enseñen lo bueno,
para que puedan instruir a las jóvenes
a que amen a sus maridos, a que amen a sus hijos,
a que sean prudentes, puras, hacendosas en el hogar, amables,
sujetas a sus maridos,
para que la palabra de Dios no sea blasfemada”
Tito 2:3-5
En nuestra sociedad, las mujeres jóvenes buscan “expertos” para que las ayuden con el matrimonio, el nacimiento de los hijos y la crianza de los hijos. Estas mujeres jóvenes, la mayoría de las veces, han rechazado la idea de ser madres que se quedan en casa y de ser sumisas a sus esposos. Ellas sin saberlo están deshonrando, incluso blasfemando, la Palabra de Dios con sus acciones. “a ser prudentes, castas, cuidadosas de su casa, buenas, sujetas a sus maridos, para que la palabra de Dios no sea blasfemada” (Tt. 2:5, RVR-1960)
¿Tienen la culpa? ¿Dónde están las mujeres mayores que deben animar e instruir a las mujeres jóvenes en sus roles como esposas, madres y amas de casa?
La mujer mayor está leyendo este libro. Es usted. No importa cuál sea su edad, es una mujer mayor para alguien. Incluso una mujer joven en sus 20 puede influenciar a una señorita adolescente. Si nosotras no nos tomamos el tiempo de animar y enseñar a estas mujeres jóvenes, ¿qué más pueden hacer ellas que buscar la opinión y los estándares del mundo a través de los llamados “expertos” de nuestros días?
Tito 2:4 -5 dice, “para que puedan [las mujeres mayores] instruir a las jóvenes a que amen a sus maridos, a que amen a sus hijos, a que sean prudentes, puras, hacendosas en el hogar, amables, sujetas a sus maridos, para que la palabra de Dios no sea blasfemada”.
Muchas de ustedes están aconsejando y enseñando a mujeres jóvenes, y ni siquiera lo saben. Les están enseñando con su ejemplo. Las mujeres jóvenes en su iglesia, su vecindario, su lugar de trabajo y los miembros de su familia (sus hijas, sobrinas y hermanas menores) – las están observando. ¿Qué ven ellas? ¿Es un ejemplo de una mujer virtuosa o una mujer que dice ser cristiana, pero aún así no practica el versículo de apertura de este capítulo?
2Co. 3:2 “Ustedes son nuestra carta, escrita en nuestros corazones, conocida y leída por todos los hombres”.
2Co. 3:2 RVR-1960 “Nuestras cartas sois vosotros, escritas en nuestros corazones, conocidas y leídas por todos los hombres”.
Su vida es una epístola o carta, que está siendo leída por mujeres que la conocen, así como por mujeres que quizá no la conocen. ¿Está su vida dando gloria a Dios?
Si no lo está, ¿entonces que hará al respecto?
Qué enseñar
Hay muchas cosas sobre las cuales podemos enseñar a las mujeres jóvenes. Sin embargo, antes de enumerarlas, ¿nos da Dios alguna guía o dirección sobre lo que debemos enseñar a las mujeres jóvenes? Dios no deja esto a nuestros temas favoritos, nuestras pasiones, nuestras preferencias. La Biblia claramente nos da un esquema específico. Antes de que Él nos dé Su lista, Él lo resume todo justo en el inicio con la frase. “Enseñar lo bueno”. Luego, Él sigue y explica este primer prerrequisito con su lista en Tito 2:3:
Enseñen lo bueno, para que puedan instruir a las jóvenes…
a que amen a sus maridos
a que amen a sus hijos
a que sean prudentes
puras
hacendosas en el hogar
amables
sujetas a sus maridos,
[para que] la palabra de Dios no sea blasfemada.
Conocer – Vivir – Hablar
Ya sea que quiera o no que su vida hable a otras personas, esa no es su elección. Nuestras vidas son nuestras cartas “conocidas y leídas por todos”. Yo no sé usted, pero yo quiero que mi vida muestre a Jesús. Las personas no se impresionan con la calcomanía cristiana pegada en su auto. Ellos no se impresionan con la cruz que usted usa en el cuello o la Biblia que siempre carga con usted. Ellos están viendo su vida, su actitud y su amor (o falta de amor) hacia otros. Es mi oración que estos versículos hayan traído convicción a su corazón y que dará el siguiente paso hacia una vida que susurre “Jesús”.
Para cambiar su vida, necesitará hacer estas tres cosas en este orden:
- Conocer la Palabra de Dios.
- Vivir la Palabra de Dios.
- Hablar la Palabra de Dios.
Conózcala
“Procura con diligencia presentarte a Dios aprobado, como obrero que no tiene de qué avergonzarse, que maneja con precisión la palabra de verdad” (2Tim. 2:15). Hasta que conozca algo, no puede vivirlo. Si esta es la primera vez que lee este libro, ha visto cómo aprender la verdad le ha liberado en muchas áreas en las que una vez estuvo atada. Este no es el poder de este libro —es el poder de Su Palabra.
Estimada amiga, usted ya ha dado el primer paso hacia una vida que animará a las mujeres más jóvenes. Al leer este libro, ha comenzado a estudiar la Palabra de Dios y su relación con las mujeres y con los problemas que enfrentan las mujeres. La mayoría de nosotras, si no todas, construimos nuestra casa sobre la arena que se hunde. Nuestras opiniones y estilos de vida no fueron el resultado de saber lo que piensa Dios. En cambio, ignorantemente acumulamos maestros que cosquilleaban nuestros oídos.
Ahora todas estamos en el mismo lugar; en el punto glorioso en nuestras vidas cuando estamos abiertas y en búsqueda de la verdad. Lo que está escrito en este libro es y es muy difícil de digerir, sobre todo en el mundo de hoy. A medida que trabajamos a través de este libro, y renovamos nuestra mente incluso en algunos de los principios de Dios sobre los que una vez fuimos ignorantes, vemos grandes cambios en nuestras vidas. Esto nos motiva a querer aún más.
Después de que conozca la verdad, necesitará reemplazar sus viejos pensamientos y viejas opiniones con la verdad. Al leer este libro, si ha estado haciendo las tarjetas de 3x5 como le he sugerido, entonces está justo en el camino hacia una nueva vida que cambiará la vida de otros.
“Y no se adapten a este mundo, sino transfórmense mediante la renovación de su mente, para que verifiquen cuál es la voluntad de Dios: lo que es bueno y aceptable y perfecto” (Rom. 12:2). La forma en que Dios nos cambia es simple y perfecta. Él nos dice en este versículo que, al renovar nuestras mentes, seremos transformadas. Además de todo eso, también demostramos, con nuestra vida, cuál es la verdadera voluntad de Dios para una mujer —¡lo que es bueno, agradable y perfecto! ¡Aleluya!
¿Cuántas veces hemos TRATADO de cambiar nosotras mismas? Cada vez que tratamos, una vez más somos derrotadas. Entonces, añadimos más derrota a nuestras vidas a medida que tratamos de cambiar a los demás, lo que es aún más probable que falle. Las maneras de Dios son diferentes. Sus caminos están muy por encima de nuestros medios y nuestros razonamientos.
“Porque como los cielos son más altos que la tierra, así Mis caminos son más altos que sus caminos, y Mis pensamientos más que sus pensamientos” (Is. 55:9).
“Confía en el SEÑOR con todo tu corazón, y no te apoyes en tu propio entendimiento” (Pr. 3:5).
La única manera de cambiarnos a nosotras mismas es renovando o haciendo nuevas nuestras mentes. La única manera de cambiar a los demás es vivir con ellos en el amor que es paciente, amable, etc., y ser el ejemplo de lo que creemos. Como mencioné anteriormente, utilizar el método de las tarjetas 3x5 funciona. Yo lo sé porque en mi mente hay cientos de Escrituras que han reemplazado a mis propios pensamientos y la manera mundana en que yo solía pensar. Sin ningún esfuerzo de mi parte, mi vida comenzó a cambiar a causa de las Escrituras que leí una y otra vez. Muchas, muchas mujeres me han dicho que este método les cambió la vida. Además, muchas escriben para decirme que literalmente han gastado sus libros, ¡leyéndolos más de 50 veces! ¡Poner esa cantidad de Palabra de Dios en su mente sin duda resultará en una vida totalmente transformada!
Vívala
Una vez que su mente es renovada por un principio en particular, entonces su vida comenzará naturalmente a reflejar el cambio. Además, debemos estar dispuestas a hacer los cambios necesarios y a no comprometer la voluntad de Dios que ha venido a residir en nuestra mente. Los cambios aparecerán en la forma en que actuamos y reaccionamos a los acontecimientos, las prioridades en nuestras vidas, e incluso nuestros deseos o metas. Todos ellos comenzarán a reflejar nuestras mentes recientemente renovadas. Sin embargo, si tratamos de aferrarnos a nuestros viejos hábitos o amistades que no encajan con nuestras mentes recién transformadas, entonces caemos en la trampa de la indecisión.
“Pero que pida con fe, sin dudar. Porque el que duda es semejante a la ola del mar, impulsada por el viento y echada de una parte a otra. No piense, pues, ese hombre, que recibirá cosa alguna del Señor, siendo hombre de doble ánimo, inestable en todos sus caminos” (St. 1:6-8).
Cuando continuamos relacionándonos con aquellos que ya no son afines o se aferran a las viejas costumbres, las dudas entran en nuestra mente. Comenzamos a dudar de la validez de los principios que hemos aprendido. En cambio, no debemos dudar en dar el siguiente paso al realizar los cambios en nuestras vidas, que hemos sido impulsadas a realizar por el Espíritu Santo.
Desafortunadamente, muchas cometen el error de dudar en obedecer la guía del Espíritu Santo, al no hacer cambios en sus vidas. Es en medio de esta duda que nos encontramos en una situación muy peligrosa que la Biblia refiere como doble ánimo. Este lamentable estado es donde, en mi opinión, viven la mayoría de los cristianos hoy en día. Por lo que no reciben abundantes bendiciones de Dios y no viven Su vida abundante como Él lo prometió. Dios nos dice que los que son de doble ánimo no deben esperar NADA de parte de Dios. La indecisión comienza con el conocimiento de la verdad, y luego fallando al no vivir la verdad.
Vemos esto a menudo en miembros de RMI. Cuando alguien conoce la verdad acerca de confiar en Dios en un área particular de su vida, a través de la renovación de su mente, ella se convence. Sin embargo, a causa del miedo, rebelión, o apatía, ella no logra alinear su vida con su convencimiento. Al poco tiempo, hay un patrón de fracaso, y la confusión sigue: se activa el principio del hombre de “doble ánimo”.
En este punto, muchas mujeres casadas me preguntan qué deben hacer con sus convicciones recién descubiertas cuando sus esposos todavía no comparten estas convicciones. Aquí es cuando deben seguirse los principios de “Ganado sin una palabra”. Si tiene el cuidado de NO manipular, ha dejado de tratar de salirse con la suya en la relación con su esposo, si le ha demostrado su espíritu suave y apacible, y está dispuesta y deseosa de dejarse guiar, entonces cuando una situación surja, usted no sólo será capaz de compartir su recién descubierta convicción con su marido, sino que, debido a la delicadeza de su espíritu, es muy probable que él desee actuar bajo su recién descubierta convicción.
Si ha cambiado de forma tan radical y maravillosa en su actitud hacia su esposo, como se mencionó en el comienzo de este libro, el querrá obtener una copia del manual de los hombres. Esto la pondrá en una posición perfecta para toda la familia al ser la “carta leída por todos”. Su influencia positiva puede tener un efecto radical en el mundo que la rodea, cuando no sólo ha cambiado usted, sino que su cambio se ha extendido a las vidas de su esposo y sus hijos. Sucede todo el tiempo en mi vida y en nuestro ministerio, ¡que suceda en su vida!
Háblela
Una vez que su mente ha sido renovada y su vida refleje esa mente renovada, entonces Dios comenzará la construcción de su ministerio hacia las mujeres. Una de las mayores necesidades de hoy en día es que las mujeres ministren a otras mujeres. Hay muchas mujeres jóvenes que están ingresando al Seminario para ser pastoras. Personalmente, no estoy interesada en lo que estas mujeres educadas como pastoras tienen que decir. Estoy interesada en una mujer que ha vivido la vida que está llamada a vivir (como esposa, madre y ama de casa) y ha salido victoriosa a pesar de los obstáculos. No quiero que alguien me señale el camino, yo quiero a quienes hayan construido un puente sobre los profundos ríos y valles que han atravesado personalmente.
Cuando tuve que afrontar el cuidado de mi padre que se estaba muriendo, busqué a una mujer mayor que había cuidado de su madre postrada en cama. Yo sabía que ella sabía lo que yo estaba sintiendo y las dificultades que estaba enfrentando. Sabiendo que ella lo había hecho y que no sólo había sobrevivido, sino que había crecido debido a la experiencia, eso fue lo que me dio la fortaleza y el ejemplo para llevar a cabo esta difícil tarea. No puedo decirle cuántas veces su ejemplo me ha ayudado a seguir adelante, no sólo para lograr cuidar a mi padre, sino también de nuevo cuando yo estaba cuidando a mi madre moribunda. Hay muy pocas que quieren vivir una vida radicalmente distinta, una vida que susurra: “Jesús”. Las que lo hacen son las que cambian el curso del mundo y nunca lo saben realmente.
Dios va a comenzar su ministerio, lo más probable es que sea en los confines de su familia, amigos, iglesia y su comunidad. Más tarde, si usted sigue creciendo, Dios expandirá su territorio. ¿Quién hubiera imaginado que el Señor podría tomar a una persona con el corazón roto como yo, y que me permitiría ministrar alrededor del mundo? ¡Ciertamente yo no!
2Cro. 16:9 “Porque los ojos del SEÑOR recorren toda la tierra para fortalecer a aquellos cuyo corazón es completamente Suyo”
Dios está buscándola, Él quiere usarla. Sólo una persona como usted puede cambiar miles de vidas si sólo busca la verdad, salga de su zona de confort, deje que las convicciones la cambien de adentro hacia afuera, y comience a alinear su vida con sus recién descubiertos principios. Dios hará el resto.
Yo no sé ustedes, pero yo quiero que Dios le diga al diablo que me considere como él consideró a Job. Quiero que Dios tome esta mujer asustada que se esconde detrás de esta computadora y la convierta en una “poderosa guerrera” como Gedeón. Quiero tener tanta fe que pueda ser como Abraham y ser amiga de Dios. Quiero ser conforme al corazón de Dios, como David y caminar con Dios, como Enoc tuvo el placer de hacerlo. Quiero tener la sabiduría de Salomón para ministrar a las mujeres de este mundo. Quiero ser una líder como Moisés para liberar al pueblo de Dios de la esclavitud del mundo y para guiarlos por el desierto hacia la tierra prometida. Quiero que mi vida sea tan agradable a Dios, que por mí, mis hijos sean bendecidos como los hijos y el linaje de David.
Usted puede decir “imposible”, pero yo sé que es posible. Dios lo dijo y yo lo creo. “Mirándolos Jesús, dijo: ‘Para los hombres es imposible, pero no para Dios, porque todas las cosas son posibles para Dios’” (Mc. 10:27).
¡Frutos!
Mt. 7:16 “Por sus frutos los conocerán. ¿Acaso se recogen uvas de los espinos o higos de los cardos?” Mt. 7:20 “Así que, por sus frutos los conocerán”.
¿Cómo la encuentran las mujeres jóvenes? ¡Ellas la encontrarán por sus frutos! Cuando las mujeres vienen a mí en busca de ayuda personal para la formación de sus hijos, les digo que busquen a las señoras en su iglesia que tienen niños bien educados. Ellas están ahí, sin embargo, a veces son difíciles de encontrar. Estos son los niños que a menudo se sientan en la iglesia con sus padres en lugar de ir al culto de los niños, pero es posible que usted no los identifique porque ellos no interrumpen. No los identifica porque ellos no andan corriendo con los otros niños de arriba abajo por los pasillos. Sin embargo, cuando los encuentra, usted lo sabe.
Aunque yo me equivoqué totalmente en mi matrimonio debido a mi ignorancia de los principios del matrimonio, lo hice un poco mejor siendo mamá, así que he producido MUCHOS frutos. Me veo continuamente alabada debido a nuestros hijos y su comportamiento, estos son mis frutos en el área de los hijos.
Las mujeres jóvenes necesitan ver a una mujer feliz para que ellas QUIERAN lo que ella tiene. Esta es una poderosa herramienta de evangelismo. Mi hermana mayor, quien se convirtió hace poco en una poderosa cristiana apasionada, me dijo que yo fui la mayor influencia que la llevó al Señor. Ella me dijo con toda franqueza: “¡Yo quería lo que tú tenías!” Ella dijo que vio a mis hijos, mi vida, y las bendiciones que he vivido y dijo: “¡Por qué no yo!” Luego, mientras hablaba con ella, se dio cuenta Quién estaba en el centro de mi vida y Quién era el dador de estas bendiciones. ¡Esto verdadero evangelismo!
Muchas mujeres hablan y sermonean a los miembros de su familia hasta que se ponen azules y luego se desconciertan preguntándose por qué su familia no quiere aceptar al Señor o ninguno de sus consejos. Si constantemente nos estamos quejando de nuestros hijos y/o de nuestro esposo, mantenemos una casa sucia y nos vemos agotadas y nerviosas la mayor parte del tiempo, ¿quién querría lo que tenemos para ofrecer? Sin embargo, si puede vivir una vida, no LIBRE de pruebas, sino con las bendiciones que siguen a una mujer que alaba al Señor en medio de esas pruebas, esa es una vida que vale la pena desear.
Esto no sucede de la noche a la mañana. Es un proceso. Personalmente, comencé a verme como una completa LOCA, una idiota, una tonta —¡pero resulté ser una “¡loca por el Señor!” Dios, en Su infinita sabiduría “Sino que Dios ha escogido lo necio del mundo para avergonzar a los sabios; y Dios ha escogido lo débil del mundo para avergonzar a lo que es fuerte” (1Co. 1:27).
Yo dejé de debatir o de tratar de hacer que mi familia y amigos cercanos entendieran por qué hacía lo que hacía. Nos confrontaron sobre la cantidad de hijos que seguíamos teniendo, la manera en que los disciplinábamos, nuestra decisión de educar a nuestros hijos en casa en lugar de enviarlos a la escuela, yo “quedándome junto a mi hombre” quien estaba en adulterio, y nuestras prácticas de “sin citas” para nuestros adolescentes que ahora están en sus veintes. No pasó mucho tiempo para que me diera cuenta de que yo no iba a convencerlos a ellos ni a nadie más por lo que yo decía —tenía que vivir estas convicciones el tiempo suficiente como para que produjeran frutos.
Jr. 17:7-8 “Bendito es el hombre que confía en el SEÑOR, cuya confianza es el SEÑOR. Será como árbol plantado junto al agua, que extiende sus raíces junto a la corriente; no temerá cuando venga el calor, y sus hojas estarán verdes; en año de sequía no se angustiará ni cesará de dar fruto”.
Me encanta la forma en que este versículo dice “confía en el SEÑOR, cuya confianza ES el SEÑOR”. Si su confianza está en Él y en Su Palabra y en Sus promesas, entonces le prometo que al final no será avergonzada.
Cumpliendo su llamado
Cuando nació mi cuarto hijo, yo estaba comenzando mis treinta. Era mi primera hija, Tyler, quien cambiaría para siempre mi vida. Sabía que algún día me vería y me imitaría en la medida que crecía a la femineidad. Yo sabía que necesitaba ayuda. Cuando descubrí el pasaje en Tito 2 sobre las “mujeres mayores enseñan a las mujeres más jóvenes”, fui con mi pastor y le pregunté dónde podría encontrar una “mujer mayor” que me enseñara. Su respuesta fue simple: “No lo sé”. Si una mujer se acerca a su pastor hoy, y le hace la misma pregunta, ¿cuál sería su respuesta?
Desafortunadamente, la mayoría de las mujeres jóvenes ni siquiera saben que la Biblia les dice dónde pueden conseguir ayuda, e incluso si lo hicieran, ¿la encontrarían a usted? Ha sido mi objetivo desde el día en que mi casa se derrumbó (cuando mi hija tenía sólo dos años) el ser una mujer mayor que ayude a las mujeres más jóvenes a evitar que sus casas se derrumben. Cometí muchos errores que podrían haberse evitado, si yo sólo hubiera tenido una mujer piadosa dispuesta a mostrarme lo que dice la Biblia y que me amara lo suficiente como para decirme cuando yo estaba cometiendo un error fatal, como mi carácter contencioso, lo que resultó en que mi matrimonio se destruyera. Hoy en día, para complicar las cosas, la mayoría de las mujeres jóvenes no quieren escuchar a nadie decirles nada. Ellas buscan “expertos” en capacitación de niños, en lugar de buscar a la mujer que tiene niños bien educados. Ellas escuchan programas de entrevistas para conseguir “consejos” matrimoniales de otras mujeres tontas y arrogantes que están en el mundo, y luego ellas siguen ese consejo fatal con sus esposos.
Creo que este libro es sólo una de las formas en las que el Señor me ha dado “los deseos de mi corazón”. Mi ministerio, en su mayor parte, se dedica a ayudar a las mujeres desesperadas que acaban de descubrir que su marido ha estado durmiendo con su mejor amiga, se ha ido a vivir con ella, o simplemente ha presentado una demanda de divorcio. Durante AÑOS, mi corazón ha deseado ser capaz de prevenir de alguna manera el dolor y la angustia que yo tuve que soportar. En lugar de esperar a que el problema surja, vamos todas a cumplir con el llamado en nuestras vidas como la “mujer mayor”, e invitemos a las mujeres que conocemos a estudiar Una Mujer Sabia.
La mayoría de los grupos nacen cuando sólo dos amigas con ideas afines se reúnen para revisar Una Mujer Sabia. Entonces, he aquí, se encuentran con alguien que se beneficiaría de la información, y la invitan a unirse a ellas. Su grupo crece por boca de otras y los frutos son increíbles: las mujeres están conociendo a Jesús, los matrimonios se están restaurando, y las mujeres están abandonando su lugar de trabajo para cuidar a sus pequeños. Pronto descubren que se trata de mujeres mayores MINISTRANDO a las necesidades reales de las mujeres en su iglesia, el vecindario, el círculo de amigas, y muchas veces, de sus propios familiares.
El camino de Dios a menudo no se da a través de una junta de directores o de una votación, o por medio de un curso universitario o título. Su camino comienza con las mujeres, como usted y tal vez su amiga, que quieren más de Dios en sus vidas. Estas mujeres quieren que sus vidas sean diferentes y tropiezan con Una Mujer Sabia, que es diferente a todo lo que ellas han leído o escuchado. Su mensaje es difícil de aceptar, pero poco después, una “paz” se establece. Ellas son transformadas para siempre por el poder de Dios y por los principios y las promesas de Su Palabra.
¿Ha puesto Dios una carga en su corazón por las mujeres en su vida, su iglesia y su comunidad? Si es así, entonces yo le pido urgentemente que comience a orar sobre abrir su casa a las mujeres a quienes el Señor le enviará. Si tiene un reproductor de vídeo y una cafetera, entonces está lista para comenzar a cambiar el mundo que la rodea. Esto es sólo el primer paso en su ministerio para alcanzar a las mujeres con el evangelio y sanar a las quebrantadas de corazón en la iglesia. ¿Cumplirá con el llamado que el Señor tiene sobre su vida?
No seré avergonzada
Dios promete que, si lo buscamos a Él, si confiamos en Él, si seguimos Sus mandamientos sobre cómo vivir y ponemos nuestros rostros como pedernal, no permitiendo que la crítica y la controversia causen que comprometamos lo que sabemos que es verdadero, entonces nosotras, también, no seremos avergonzadas.
Sal. 34:5 “Los que a Él miraron, fueron iluminados; sus rostros jamás serán avergonzados”.
Sal. 119:6 “Entonces no seré avergonzado, al considerar todos Tus mandamientos”.
Sal. 127:5 “Bienaventurado el hombre que de ellos [hijos] tiene llena su aljaba; no será avergonzado cuando hable con sus enemigos en la puerta”.
Is. 50:7 “El Señor Dios me ayuda, por eso no soy humillado, por eso he puesto Mi rostro como pedernal, y sé que no seré avergonzado”.
No es un camino fácil de andar en estos días, como una poderosa mujer cristiana y seguir las enseñanzas del Señor y Su Palabra, pero es gratificante, y es una vida que recomiendo encarecidamente. No se trata de vivir una vida “religiosa”. Ser religiosa hace más para alejar a la gente de Dios que para ganarlos para Él. Es vivir una vida de frutos que proviene de una mente renovada, seguida por una vida de morir a uno mismo. Es una vida que susurra “Jesús” por la forma en que irradia el amor del Señor y exhibe los frutos de una vida dedicada a amarlo a Él. Se trata de vivir el evangelio, no sólo de palabra sino de hecho. “Porque no me avergüenzo del evangelio, pues es el poder de Dios para la salvación de todo el que cree, del judío primeramente y también del griego” (Rom. 1:16). ¿Se unirá a mí?
“Por tanto, no te avergüences del testimonio de nuestro Señor,
ni de mí, prisionero Suyo,
sino participa conmigo en las aflicciones por el evangelio,
según el poder de Dios…”
2 Timoteo 1:8
¡Qué su vida aliente y enseñe a las mujeres más jóvenes!
Compromiso personal: Hacer de mi vida una epístola viviente que glorifique a Dios. “Basada en lo que he aprendido de la Palabra de Dios, me comprometo a aprender, vivir y hablar la verdad a las mujeres más jóvenes de mi vida. Comenzaré en casa y me moveré de allí según me dirija el Señor”.
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Como "Asímismo las ancianas ... enseñen lo que es bueno, para que INSTRUYAN a las jóvenes ..." (Tito 2: 3) Tendrá la oportunidad de hablar con las mujeres más jóvenes que todavía están solteras como parte de su ministerio ".