“Bailarina en un club de caballeros”
La semana pasada viramos de las historias de salvaciones de nuestros miembros familiares para hablar de mi jefe y su esposa y como Dios usa al tonto, como yo, si nuestros corazones están abiertos. Hoy es prueba de que Él quiere también utilizarnos de muchas formas extravagantes cuando estamos entonados con El y Su dirección.
Otra vez, así como en la historia de la semana pasada, estábamos viviendo en Florida y tenía solamente mis 3 hijos, Easton, todavía un bebé. Pronto después de la mudanza, estaba segura de que estaba embarazada otra vez, pero solo era un astuto plan que Dios tenía para que yo comenzara a trabajar en una clínica de Pro a la Vida otra vez. Me había retirado del voluntariado por casi un año después de haberme mudado a Florida desde California. Entonces, ya que creía que estaba embarazada otra vez, revise las páginas amarillas para un aviso al cual se podría ver que era una clínica en Pro a la Vida ofreciendo pruebas de embarazos gratis. Esto fue mucho antes que una mujer pudiera simplemente comprar un kit en la tienda, lo que significaba que tenías que ir a un doctor para saber. Eso era caro y también tomaba mucho mas tiempo en saber los resultados.
En cuanto entre por la puerta de la clínica, inmediatamente TODOS mis síntomas desaparecieron. Luego, cuando fue comprobado que no estaba embarazada, el consejero empezó a hablar de la vida que crecía dentro de mí y el valor del bebé, cuando la detuve para explicarle que yo había sido una consejera por muchos años. Entonces fue cuando sus ojos se encendieron y me dijo que necesitaban voluntarios, e interesantemente, esa tarde estaban teniendo una reunión para nuevos voluntarios. Si, Él tenía todo planeado, y fue entonces que me di cuenta que mi tiempo libre había terminado, tiempo para regresar a hacer lo que me apasionaba.
Pocos meses después, en la mañana del día de Acción de Gracias, algo me urgía para ir a la clínica aunque estaba cerrada. Entonces le dije a mi esposo que regresaría, y maneje, abriendo puertas y cerrándolas de vuelta detrás de mí. Solo minutos más tarde oí que tocaban la puerta y mi corazón latía como loco, porque el área estaba sórdido y peligroso, por lo tanto estábamos advertidos de nunca abrir esa puerta cuando estábamos solos. Sabiendo que eran reglas, también supe que había venido por un propósito, así que le pregunte al Señor que hacer. Cuando despacio abría la puerta y miraba, allí estaba una mujer joven muy embarazada quien estaba sucia, con montón de maquillaje viejo y muy poca ropa. Instantáneamente me di cuenta porque habia ido allí, y le di la bienvenida relevada y entusiasmada.
Frankie comenzó a decirme él porque estaba allí, para hacerse un aborto, entonces le dije para comenzar necesitaba cierta información (lo cual es la manera en que fuimos entrenadas para lograr que empiecen a hablar sobre porque creen que el aborto es su única opción). Nada te puede preparar para oír el tipo de vida que viven algunas mujeres. El novio de Frankie acababa de ser sentenciado a varios años en prisión, entonces al llegar el fin de mes no tendría donde vivir. Las marcas en sus brazos también mostraban de donde venía su dinero, bailando en un club de caballeros—sí, muy embarazada y todavía bailando con nada encima 🙁
Permitiéndole hablar, una vez que supe que compartiría todo, me incline en la mesa y le pregunte ¿qué estaba haciendo ese domingo, que si tenía planes? Más que un poco maravillada, ella dijo, nada, entonces le pregunte si le gustaría ir a la iglesia conmigo y conociera mi familia—diciéndole como amaría que ella sostuviera a mi bebe y conociera mi esposo y 2 hijos. Confusa dijo “¿te gustaría que yo conociera a tu familia?
“Por supuesto, los amarías y ellos te amarían a ti. Di que vendrás, ¿por favor?
Aunque dijo que iría, cuando me pare afuera y ella no llego, pensé que seguía siendo una buena idea. No estábamos realmente en nuestra iglesia, fue la iglesia quien auspicio la clínica Pro Vida y estaba cerca, entonces cuando se me ocurrió la idea, supe que allí era donde debía invitarla. Cuando de repente mire arriba y la vi caminar hacia nosotros, vestida un poco más que un poco mezquino, lo cual me hizo sonreír ya que era una iglesia Bautista por lo que sabía que levantaría algunas cejas.
Mientras ella subía caminando, estreche mis manos hacia ella con mi niño pateando sus pies, todo sonriente, para que ella lo cargara. En ese momento pude ver en ella un cambio. Previo a eso, ella era dura, fría y sin sentimientos. Entonces, al instante, en cuanto mi bebé adorable sonrió y la agarro, toda esa fachada se deshizo (Easton siempre tuvo ese efecto en las personas, aun en ese entonces 🙂
Mientras mi esposo llevaba a nuestros dos hijos mayores a clases, le pedí a ella que viniera conmigo a poner al niño en la guardería, y mientras estaba ahí le apunte al cuarto del recién nacido donde le dije “ese es el cuarto donde puedes traer a tu bebé; podemos pasar por allí más tarde conocer las señoras—todas son abuelas y simplemente aman mecer a los niños durante el servicio para que puedan tener un tiempo a solas.”
Cuando entramos al edificio de la iglesia, observé al fundador de la clínica, Bárbara, de quien siempre he estado asombrada desde el momento en que la conocí. Dios la uso como una maravillosa mujer mayor de Titus cuando me entreno a ser una oradora Pro Vida, lo cual sé que me preparó para este ministerio.
Mucho antes de que la viera, Barbara nos vio e iba alcanzarnos estrechando sus brazos con una gran sonrisa en su cara. Viniendo hacia Frankie (no a mi) la abrazo mientras se volteaba, y con una voz muy gentil y silencioso, empezó a escoltarla a sentarse con “nosotros.” Por su puesto ella no sabía nada acerca de Frankie, ni nunca habíamos venido a su iglesia, pero como si estuviera planeado semanas antes, Bárbara fluyo en espíritu del Senior.
Frankie se sentó entre Barbara y yo, por tanto pude ver y aprender como de forma tan bella esta señora mayor sabía cuándo decir nada, cuando abrazar sus brazos alrededor de Frankie o simplemente sostenerle la mano. Barbara también sabía exactamente como y que decirle cuando el pastor llamaba a personas a bajar. Volteándose a Frankie le susurro, “Yo sé que quieres ir, pero un poco temerosa, ¿no es así? Por supuesto, tu corazón está lateando tan fuerte, así que déjame bajar contigo” mientras simplemente se puso de pie, todavía sosteniendo la mano de Frankie. Una vez en el altar Bárbara la abrazo por atrás, pero dejando a la trabajadora del altar a hacer su parte en SUS planes de salvación.
Al final del servicio, en vez de levantarse e irse, nos pidieron sentarnos. Entonces las cortinas detrás del pulpito se abrieron, revelando el bautismal—y allí estaba Frankie, toda de blanco, ¡siendo bautizada! Cuando las cortinas se cerraron, todos los demás se parraron para irse, pero Bárbara y su esposo no se pararon, así que nosotros tampoco. Tampoco hablaron, por tanto, nosotros tampoco, unos minutos más tarde, allí estaba Frankie, pelo mojado, usando un suéter prestado (que tapaba lo que había sido expuesto, pero lo que realice es que ¡nadie se fijaba en o levantaba una ceja!)
Entonces fue cuando me acorde que justo antes de irme para la iglesia, nos dimos cuenta que no teníamos efectivo para llevar a Frankie a almorzar (y llevarla hasta la casa quedaba muy lejos). Esto fue previo a que la gente comenzara a usar tarjetas de crédito y no estoy segura si las tarjetas de débito existían, lo cual significaba que para ir a almorzar necesitábamos efectivo y no teníamos suficiente. Aun así, este próximo evento en la historia de salvación del Señor simplemente paso perfectamente como todo el resto. En cuanto nos paramos Barbara le dijo a Frankie que como nuevo miembro de la iglesia, ella podía invitarnos a juntarnos con ella para el almuerzo del domingo sostenida cada último domingo del mes.
Mientras comía, docenas de miembros se acercaron para abrazar a Frankie y empezaron a invitarla a todo tipo de programas a las que tal vez disfrutaría asistir con ellos, esa semana. Antes de que Barbara se fuera, le dijo a Frankie que se encontraría con ella temprano en la mañana siguiente en la clínica para ayudarle a escoger unas prendas de maternidad y canastilla de bebé (la cuna, ropa, pañales, etc) que podría necesitar. Luego almorzarían con el pastor para hablar sobre opciones para un nuevo trabajo y entrenamiento si ella estuviera interesada.
Ese día Frankie empezó a llamarse Frances y dos meses después dio a luz a un bello niño quien no estaba adicto a la heroína. En el momento que salió fuera del agua, Frances dijo que supo inmediatamente que estaba libre de su adicción a las drogas.
Al pasar los años, Frances y yo nos mantuvimos en contacto. Mirando su nueva vida me mantuvo maravillada (y todavía me tiene así) una y cada vez que yo veo lo que Dios hizo para ayudar a esta jovencita a convertirse en una mujer completamente nueva.
Este no es ni la primera, ni la última vez que el señor me guía a alguna parte para conocer a alguien especial para El. La próxima semana compartiré con ustedes un incidente que me metió en muchos problemas, y aun así, todos sabían que Él había escogido a alguien no solamente tonto, pero débil para ayudar a un hombre negro desamparado encontrar una vida en El.
1 Corintios 1:27 Reina Valera Contemporánea (RVC)
“Sino que Dios eligió lo necio del mundo, para avergonzar a los sabios; y lo débil del mundo, para avergonzar a lo fuerte”.