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Hola queridas novias, mi lección viviente de hoy la llamo guiada por el miedo. 

En tan solo dos días me voy a mudar a Paraíso y justo ayer mi almohadilla térmica con la que me encanta acurrucarme por las noches para mantenerme caliente, ya que el aire acondicionado va fuerte, para poder dormir bien. Mi almohadilla térmica comenzó a parpadear en esa letra F después de que eché un vistazo para preguntarme ¿por qué ya no está caliente? 

Bueno intenté conectarla y sacarla y todo eso. La mitad seguía parpadeando, así que la desconecté como presintiendo que probablemente no era una buena señal, pero también me reí de ello. Hice lo que suelo hacer, le pregunté también, qué tal si me quedo un poco mimosa aquí y mi Esposo me recordó que tengo este encantador calcetín relleno de arroz con el que viajo y lo metí en el microondas, lo calenté y he aquí que estaba bien calentita, e incluso me lo llevé a la cama, mientras el aire acondicionado sólo sopla a mi alrededor y mi ventilador. Y así es como me gusta dormir y acurrucarme para tener un buen sueño.

Pues bien, esta mañana, como ya había botado a la basura mi almohadilla térmica, he visto el calcetín caliente allí. Bueno, hace frío esta mañana, pero vi el calcetín allí y pensé, OK, me pregunto qué va a pasar aquí, Señor qué, ¿cuál es tu plan? Y la siguiente cosa que visualicé, que había visualizado varias veces, fue esta manta calefactora. Ahora no es la manta térmica que solíamos tener en nuestras camas que era muy popular, creanlo o no, en mis días. 

Y luego hubo un temor por el cáncer y ese tipo de cosas. Pero recientemente, como he estado mirando la posibilidad de tener mi propio lugar, no vivir en un complejo, sólo Dios sabe lo que está por delante, vi estos encantadores, cómodos tiros que también se calientan,  por lo que ahora y no sólo esta pequeña almohadilla que podría cubrir mis pies cuando mis pies están fríos o puedo poner al lado de mi pecho o ponerlo detrás de mi espalda y esto me cubriría, pero al instante, al instante me golpeó el miedo. 

Ahora era la sensación de miedo, pero más de una mentalidad de miedo y es como bueno causa el cáncer. Y al instante el Señor me habló. No te guíes por el miedo. Y yo estaba siendo guiada por el miedo.

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