"Porque de la abundancia del corazón

habla la boca"

—Mateo 12:34

 

Muchas mujeres, hombres y especialmente aquellos que son los jefes de sus hogares caen en lo que describo como la “Mentalidad de pobreza”. Las familias grandes están plagadas de ella. La mentalidad de pobreza es básicamente cuando la frase “no lo puedo pagar” se apodera del vocabulario de una persona y pronto entra en su corazón.

“Porque de la abundancia del corazón habla la boca”. Mateo 12:34

Es tan fácil caer en esta mentalidad y en esta fortaleza mental, especialmente cuando pagas las cuentas y empiezas a hacerte cargo de las finanzas, o ahora estás tratando de “arreglártelas” con un solo ingreso en lugar de dos. Puede golpear cuando miras lo que los papeles del divorcio dicen que vas a recibir o lo que vas a tener que pagar, o como yo, cuando sumas la deuda de tu familia esperando consolidar tus préstamos que no solicitaste pero que eres responsable de pagar.

Sin embargo, esta es una trampa del enemigo porque es contraria a las Escrituras y a nuestro Padre. ¡No estoy tratando de ser “espiritualmente rara” aquí y alentarnos a todos a salir y comprar lo que queramos porque nuestro “Dulce Papá” espiritual lo pagará! Pero no seamos como el mundo, preocupándonos por cómo lo haremos financieramente, ¡cuando la Biblia promete que Él se encargará de todas las necesidades no solo de algunas de ellas!

“Y mi Dios proveerá a todas sus necesidades, conforme a sus riquezas en gloria en Cristo Jesús”. -Filipenses 4:19

Si podemos creer en Dios por nuestra salvación, entonces, ¿por qué no creemos en Dios por nuestras necesidades financieras, deseos y las bendiciones que Él anhela darnos?

“Por tanto, el SEÑOR desea tener piedad de ustedes, y por eso se levantará para tener compasión de ustedes. Porque el SEÑOR es un Dios de justicia; ¡Cuán bienaventurados son todos los que en Él esperan!”-Isaías 30:18

Dios dice que sin fe, es imposible agradar a Dios (Hebreos 11:6). Así que si seguimos diciéndoles a todos, “No podemos pagarlo” o “No sé cómo vamos a lograrlo”, ¡es como una bofetada en la cara a nuestro Padre celestial!

¿Cómo te sentirías si tu hijo o hija fuera a contarles a sus amigos o fuera a la escuela diciéndoles a todos que no sabrían si podrían almorzar la próxima semana? ¿O decir que no podías comprarles los zapatos que necesitaban? ¿Cómo te sentirías si te avergonzaran así? ¿Y qué pensaría la gente de ti, cuando tú, por supuesto, podrías ser capaz proveer para tu propio hijo?

Es lo mismo cuando avergüenzas a tu Padre y / o Esposo Celestial. Cuando lo avergüenzas diciéndole a la gente que aunque eres una hija de Dios (que profesas a todos) o la novia del Señor de los ejércitos, pero que Él no puede o no está dispuesto a proporcionar lo que necesitas; que apenas puedes lograrlo y no sabes de dónde obtendrás suficiente dinero. Esto tiene que ser una bofetada dolorosa a Aquel a quien que profesamos amar y confiar.

Y tal vez no vas por ahí contándoles a todos, te lo guardas para tí misma, ¡pero tu apariencia se lo grita a todos! Tu ropa es vieja porque no has comprado ropa nueva en años. Dejas que las raíces crezcan en tu cabello, o no te cortas el cabello con la frecuencia suficiente. Tu carro está lleno de basura y el exterior está sucio. Dejaste de lado tu apariencia, ya que te has dicho a ti misma que no tienes suficiente dinero para los zapatos de tus hijos. Eres la imagen de la pobreza, ¡cuando tienes un Padre y/o Esposo Celestial que tiene todo lo que necesitas y quiere proveer si sólo confías en Él.

Debes ocuparte de lo que tienes (incluida tu apariencia): tu casa, tu jardín, tu automóvil (adentro y afuera) y tus hijos. Y cuando tienes una necesidad, o incluso un deseo, simplemente pídele a Dios el Padre o a tu Esposo Celestial por ello. ¡Él solo está esperando que pidas! Él quiere bendecirte con cosas buenas, siempre y cuando cuides de lo que Él te da y solo te pide que le des todas las alabanzas, ¡diciéndoles a otros cuán asombroso es! Si lo haces, pronto encontrarás personas ¡que también querrán tener una relación con Él! Pero la mayoría de los cristianos tienden a olvidar Quién fue el que les dio la bendición, ya que se centran en ganar dinero ¡en lugar de solo permitir que Dios haga lo que dijo que haría!

". . . No sea que digas en tu corazón: “Mi poder y la fuerza de mi mano me han producido esta riqueza”. Pero acuérdate del SEÑOR tu Dios, porque Él es el que te da poder para hacer riquezas, a fin de confirmar Su pacto, el cual juró a tus padres como en este día”. Deuteronomio 8:17-18

Si una persona cree que es pobre, su semblante, su apariencia y lo que diga reflejarán pobreza. Sin embargo, si una persona cree que es rica (de acuerdo a Sus riquezas en Cristo Jesús) ¡entonces su semblante, apariencia y todo lo que diga irradiará riqueza!

¡Mi ex esposo solía irritarse tanto porque siempre les decía a todos que éramos “ricos”! Todo comenzó hace años cuando vi a un hombre negro muy alto tratando de vender nueces en un restaurante de hamburguesas para poder comprar algo de comer. Cuando dijeron en el mostrador, que no estaban interesados, fui al mostrador y pregunté si podía comprarle una comida. Él dijo: “No, está bien” después de mirarme y luego mirar al suelo. Entonces, de mi boca sale, “Bueno, mi esposo es muy rico y querría que te comprara algo para comer". Así que pagué y me senté. (Decir que éramos ricos no era una mentira, en comparación con lo que tenía este hombre, ¡éramos muy ricos!)

Cuando el hombre agarró su bandeja de comida, se acercó y me preguntó si podía sentarse conmigo. Podía oler que apestaba a alcohol y orina, pero le dije: “Por favor hazlo”. Sin levantar la vista, me preguntó: “¿Por qué hiciste eso? ¿Por qué me compraste esta comida?” Le dije que Dios me había enviado allí porque él tenía hambre, y Dios solo quería que supiera que lo amaba. Dije que estaba en camino a la iglesia para un avivamiento esa noche, y realmente no tenía hambre, pero sentía que debía entrar y conseguir algo de comer. Y cuando lo vi, supe por qué había venido.

El hombre me preguntó sobre el avivamiento y dijo que iría a la iglesia conmigo. Dije que no había condiciones, y que no necesitaba ir. Pero dijo que si yo estaba dispuesta a llevarlo, él vendría.

Como llegué tarde, sabía que no habría estacionamiento (a solo unas cuadras), pero cuando llegué allí, noté un lugar justo en el frente. Cuando entré con este hombre negro muy sucio, ¡habrías pensado que había entrado con un rey! Los encargados se acercaron y le dieron una bienvenida real y encontraron un asiento para “él” cerca del frente. ¿Y adivina qué? ¡¡Este hombre fue la primera persona que corrió al altar y lloró por aceptar a Jesús esa noche!! Yo, por otro lado, fui “reprendida por el encargado principal” por mi insensatez y el peligro en el que me había puesto.

Mi esposo e hijos también me hicieron prometer que nunca volvería a hacer eso. Sin embargo, le agradezco a Dios que me haya considerado digna de ayudar a salvar el alma de ese hombre y ayudarlo a encontrar la paz.

Nuestras finanzas y riqueza no son para que podamos acumular riquezas en la tierra, sino para que podamos ser utilizados por Dios (en grandes y pequeñas formas) para avanzar en Su reino. Pero a menos que seas fiel en cosas pequeñas, especialmente en tus carencias (ahora mismo), ¡entonces nunca recibirás la riqueza que Él te quiere confiar!

"Pero llegando también el que había recibido un talento, dijo: “Señor, yo sabía que usted es un hombre duro, que siega donde no sembró y recoge donde no ha esparcido, y tuve miedo, y fui y escondí su talento en la tierra; mire, aquí tiene lo que es suyo”. Pero su señor le dijo: “Siervo malo y perezoso, sabías que siego donde no sembré, y que recojo donde no esparcí. 

Debías entonces haber puesto mi dinero en el banco, y al llegar yo hubiera recibido mi dinero con intereses. Por tanto, quítenle el talento y dénselo al que tiene los diez talentos”. »Porque a todo el que tiene, más se le dará, y tendrá en abundancia; pero al que no tiene, aun lo que tiene se le quitará”. Mateo 25:24-29

Desde mi divorcio, ¡nunca he tenido más dinero en mi bolsillo ni más bendiciones financieras para usar en Su reino de maneras grandes y pequeñas! ¡Dios vio mi corazón (por mis acciones y lo que dije) cuando me enfrenté a la ruina financiera esta vez y Él continúa recompensándome de acuerdo con mi fe en Él!

Incluso después de haber firmado los papeles del divorcio, y de haber asumido toda nuestra deuda (y más de lo que mi esposo había pedido), mi ex esposo se acercó a para pedirme “un préstamo”. Le dije que podía tomar lo que quisiera y que no era un préstamo, sino un regalo. Le dije que sólo me diera unos minutos para hacer el balance de mi chequera para que él (no yo) pudiera ver lo que tenía disponible, y le dije que lo tomara todo si quería. Le dije que él sabía, más allá de lo que yo sabía, lo que iba a necesitar para pagar las facturas (ya que había sido él quien las había pagado durante años).

Más tarde, cuando miré el talonario de cheques, me sorprendí porque me pidió dos tercios de lo que tenía en nuestras cuentas (que él ya no tenía; me había llevado al banco para darse de baja, yo no le habría pedido que se diera de baja). Rápidamente escribí el cheque y se lo entregué. Se limitó a decir: “Gracias”.

Afortunadamente, nuestras bendiciones no regresan a nosotros de nuestros esposos o ex esposos, ¡vienen del Señor! Damas, ¡casi de inmediato Dios me bendijo más allá de mis sueños más locos! A los pocos minutos de partir, mi ex esposo me llamó y me dijo que podía tener todas nuestras millas de viajero frecuente que él había acumulado, permitiéndome, por primera vez, viajar.

Cuando se habló de nuestras millas de viajero frecuente justo después de que se presentara el divorcio, el Señor me impulsó a preguntar si podía tener “un solo viaje”, lo que puede haber provocado que me las diera después de que yo le diera generosamente el dinero que necesitaba. Lo sorprendente es que mi ex esposo me dijo que suponía que probablemente teníamos unos dos viajes y medio de millas de vuelo ganadas. Pero debido a lo entusiasta que había sido al firmar los papeles y a todas sus otras exigencias, dijo que podía quedármelas todas.

Así que justo después del “préstamo” que le di como “regalo” (recuerda, le dije que nunca tenía que devolverme el dinero), y después de que él me las había ofrecido, revisó para ver cuántas millas usaría para cada viaje nacional. Los dos estábamos totalmente conmocionados cuando tenía cinco viajes en una tarjeta y dos en otra: ¡7 viajes no me costarían nada! Sentí que mi ex estaba realmente luchando, queriendo pedir algunas millas de regreso, pero debido al momento perfecto de Dios, y a Él queriendo bendecir mi fe en Él, ¡mi ex esposo nunca me las pidió y me quedé callada!

“Aún el necio, cuando calla, es tenido por sabio, cuando cierra los labios, por prudente”Proverbios 17:28

Durante dos años, utilicé esas millas para poder visitar a las personas cuando Él me instó, debido a la misericordia del Señor, mi nuevo Esposo, ¡que quería bendecirme porque simplemente confiaba en Él!

Y en caso de que te estés preguntando por qué no le devolví las millas de viaje a mi ex cuando lo oí luchar, fue porque el principio completo, como ya mencioné, es dar más cuando se lo piden y ¡él nunca pidió!

**Esta es una de las razones por las que tú (e incluso yo) tenemos mucho menos de lo que tendríamos si simplemente pidiéramos y, como no se aprovecharían de nosotras, esperíamos hasta que nos lo pidieran antes de ofrecerlo.

Como tengo un número limitado de páginas en este libro, tendrás que leer mi próximo libro Michele Michaels "Superar la mentalidad de pobreza" Mi viaje de restauración, una novela basada en una historia real para conocer todos los principios y testimonios que he acumulado de otros cuando compartí mi historia con ellos. Pero permítanme al menos decirles que simplemente “pedir” fue una revelación para mí, que sucedió justo antes de mi divorcio.

Unos meses antes de saber que estaba a punto de divorciarse de mí, mientras veía un programa de televisión, vi una magnífica lavadora y secadora de carga frontal, y se lo comenté a mi Esposo. Fue entonces cuando Él dijo: “¿Por qué no me lo pides?” ¡Le dije: “¡Está bien, te lo pido!” e inmediatamente mi vieja lavadora empezó a hacer ruido! Me emocioné mucho y le dije a mi esposo que eso significaba que iba a ser bendecida por Él al darme la que había visto en la televisión. Su comentario fue: “¡Sólo significa que necesitamos alguien que la repare, estúpida!”

Apenas unos meses después de mi divorcio obtuve una preciosa lavadora y una secadora de carga frontal, en negro, ¡¡¡que fueron un sueño para mí!!! Y cada vez que las veo, pienso en Su amor y bondad hacia mí, ¡lo cual ha pasado a la siguiente generación! Poco después de que mi hijo se casó, lo bendije con éstos (debido a su creciente familia) y veo ¡cómo mi nuera también le agradece al Señor cada vez que arroja una carga de ropa!

Estimada lectora, lo que hagas o dejes de hacer pasará de generación en generación. ¡Así que lee esto y reclámalo en tu corazón, no solo para ti, sino para tus hijos, nietos y generaciones venideras!

El Espíritu del Señor Dios está sobre mí,
Porque me ha ungido el Señor
Para traer buenas nuevas a los afligidos.
Me ha enviado para vendar a los quebrantados de corazón,
Para proclamar libertad a los cautivos
Y liberación a los prisioneros;
Para proclamar el año favorable del Señor,
Y el día de venganza de nuestro Dios;
Para consolar a todos los que lloran,
Para conceder que a los que lloran en Sión
Se les dé diadema en vez de ceniza,
Aceite de alegría en vez de luto,
Manto de alabanza en vez de espíritu abatido;
Para que sean llamados robles de justicia,
Plantío del Señor,
para que Él SEA GLORIFICADO.
Entonces reedificarán las ruinas antiguas,
Levantarán los lugares devastados de antaño,
Y restaurarán las ciudades arruinadas,
Los lugares devastados de muchas generaciones.
—Isaías 61:1-4

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Si está lista para comprometerse con DIOS a terminar el curso, AL HACER CLIC en su DIARIO ha aceptado, y está listo para documentar este próximo paso a lo largo de su Viaje de Restauración en su formulario "Mi Diario". Tómese su tiempo, siéntese, tome su café o té y vierta su corazón en su Diario.

 Así mismo, “Las mujeres mayores también …...enseñando lo que es bueno, para que puedan ANIMAR a las jóvenes…” (Tito 2:3) tendrá la oportunidad de hablar a las mujeres jóvenes que aún están solteras como parte de su ministerio.

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